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Declaraciones sobre temas polémicos: IGLESIA ADVENTISTA

Declaraciones sobre temas polémicos: IGLESIA ADVENTISTA


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Doctrinas

La Iglesia Adventista del Séptimo Día afirma su creencia en el relato bíblico de la creación en contraste con una explicación evolucionista para el origen de los organismos vivos y la relación de los seres humanos con otras formas de vida. Los adventistas del séptimo día observan con gran interés el creciente debate sobre el diseño inteligente en la naturaleza y la evidencia que respalda este punto de vista. A la luz del considerable interés público en este tema, la iglesia aprovecha esta oportunidad para expresar su confianza en el registro bíblico.

Los adventistas del séptimo día creen que Dios es el Creador de toda la vida y que la Biblia revela un informe confiable de su actividad creadora.; Más aún, creemos que los acontecimientos bíblicos registrados en Génesis 1-11, incluyendo la creación especial de los seres humanos, son históricos y recientes, que los siete días de la creación fueron días literales de 24 horas que forman una semana literal, y que el Diluvio fue de naturaleza global.

La creencia en la creación es fundamental para la comprensión adventista concerniente a mucho más que la cuestión de los orígenes. Los propósitos y la misión de Dios descriptos en la Biblia, la responsabilidad humana en la mayordomía del ambiente, la institución del matrimonio y el significado sagrado del sábado, todo halla sentido en la doctrina de la creación.

Los adventistas del séptimo día reconocen que el registro bíblico de la creación no contesta todos los interrogantes que pueden formularse respecto a los orígenes. Nuestra comprensión de tales misterios es limitada.

Esperamos que el estudio continuo tanto de la Biblia como de la naturaleza profundice nuestro entendimiento del poder de Dios y fortalecerá nuestra fe en su Palabra y en el relato de la creación que contiene.

(Esta declaración está respaldada por numerosos pasajes de la Biblia; entre otros: Salmo 19:1; Colosenses 1:16, 17; Génesis 1-11; Salmo 139:14; Éxodo 20:8-11; Marcos 2:27; Romanos 8:20, 21.)

 

Esta declaración fue aprobada y votada por la Junta Ejecutiva de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día el 23 de junio de 2010, y difundida en ocasión del Congreso de la Asociación General realizado en Atlanta, Georgia, EE.UU., del 24 de junio al 3 de julio de 2010.

Informe de las Conferencias Internacionales sobre Fe y Ciencia 2002-2004 a la Comisión organizadora de la Junta Ejecutiva de la Asociación General, mediante la oficina del Presidente de la Asociación General, 10 de setiembre de 2004.

Introducción

Las primeras palabras de la Biblia proporcionan el fundamento de todo lo que sigue. “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Gén. 1:1). En todas las Escrituras se celebra la creación como procedente de la mano de Dios, a quien se alaba y adora como Hacedor y Sustentador de todo lo que existe. “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos” (Sal. 19:1).

Desde esta cosmovisión surgen una serie de doctrinas entrelazadas que se encuentran en el núcleo central del mensaje adventista para el mundo: la creación de un mundo perfecto sin pecado ni muerte hace no mucho tiempo; el sábado; la caída de nuestros primeros padres; la difusión del pecado, la degeneración y la muerte a toda la creación; la venida de Jesucristo, Dios en la carne, para vivir entre nosotros y rescatarnos del pecado por medio de su muerte y resurrección; la segunda venida de Jesús, nuestro Creador y Redentor; y la restauración final de todo lo que se había perdido con la caída.

Como cristianos que tomamos con seriedad la Biblia y procuramos vivir sobre la base de sus preceptos, los adventistas tenemos una elevada consideración por la naturaleza. Creemos que, aun en su condición caída actual, la naturaleza revela el poder eterno de Dios (Rom. 1:20), y que como dice la escritora Elena de White, “ ‘Dios es amor’ está escrito en cada capullo de flor que se abre, en cada tallo de la naciente hierba” (El camino a Cristo, p. 8).

Para nosotros, toda la Escritura es inspirada ;y es el criterio y la prueba de todos los demás medios por los que Dios se revela a sí mismo, incluyendo la naturaleza. Tenemos un gran respeto por la ciencia, y aplaudimos la importancia de los departamentos de ciencia de nuestras instituciones de educación superior y de atención de la salud. También valoramos la obra de los hombres de ciencia e investigadores adventistas no empleados por la iglesia. Además, enseñamos a los estudiantes en nuestros colegios y universidades a emplear el método científico en forma rigurosa. Pero, al mismo tiempo, rehusamos limitar nuestra búsqueda de la verdad dentro de las restricciones impuestas por el método científico exclusivamente.

El tema de los orígenes

Durante siglos, por lo menos en el mundo cristiano, la historia bíblica de la creación fue la explicación corriente para el tema de los orígenes. Durante los siglos XVIII y XIX la metodología científica resultó en una comprensión creciente de cómo operaban las cosas. Hoy nadie puede negar que la ciencia ha tenido un impacto notable en nuestra vida mediante los avances en la agricultura, las comunicaciones, la ecología, la ingeniería, la genética, la salud y la exploración espacial.

En muchas áreas de la vida, el conocimiento derivado de la naturaleza y el conocimiento de la revelación divina en las Escrituras parecen estar en armonía.; Los avances en el mundo científico a menudo confirman y dan validez a los puntos de vista de la fe. Sin embargo, con respecto al origen del universo, de la tierra, y de la vida y su historia, encontramos cosmovisiones contradictorias.; Las afirmaciones basadas en un estudio de las Escrituras a menudo se encuentran en contraste total con las que surgen de las premisas y metodologías usadas en el estudio de la naturaleza. Esta tensión tiene un impacto directo sobre la vida de la iglesia, su mensaje y su testimonio.

Celebramos la vida de fe. Abogamos por una vida de aprendizaje. Tanto en el estudio de las Escrituras como en el de los procesos ordenados de la naturaleza vemos indicadores de la maravillosa mente del Creador. Desde sus primeros días, la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha estimulado el desarrollo de la mente y la comprensión mediante las disciplinas de la adoración, la educación y la observación.

En décadas anteriores, la discusión acerca de las teorías sobre los orígenes ocurría principalmente en los ambientes académicos. Sin embargo, el naturalismo filosófico (procesos completamente naturales, aleatorios y no dirigidos en el correr del tiempo) ha logrado una aceptación amplia en la educación, y forma la premisa básica de mucho de lo que se enseña en las ciencias naturales y sociales. Los ;feligreses y los estudiantes adventistas encuentran este concepto y sus implicaciones en muchas áreas de la vida diaria.

En su “Declaración de creencias fundamentales”, la Iglesia Adventista del Séptimo Día afirma una creación divina como se la describe en la narración bíblica de Génesis 1. “Dios es el Creador de todas las cosas, y reveló en las Escrituras el relato auténtico de su actividad creadora. El Señor hizo en seis días ‘los cielos y la tierra’ y todo ser viviente que la habita, y reposó en el séptimo día de esa primera semana. De ese modo estableció el sábado como un monumento perpetuo conmemorativo de la terminación de su obra creadora. Hizo al primer hombre y a la primera mujer a su imagen como corona de la creación; y les dio dominio sobre el mundo y la responsabilidad de cuidar de él. Cuando el mundo quedó terminado, era ‘bueno en gran manera’, y proclamaba la gloria de Dios” (Gén. 1; 2; Éxo. 20:8-11; Sal. 19:1-6; 33:6, 9; 104; Heb. 11:3).

Razones para las conferencias sobre fe y ciencia

Por causa de la influencia penetrante y creciente de la teoría de la evolución, la Junta Ejecutiva de la Asociación General (Concilio Anual de 2001) autorizó una serie de conferencias sobre fe y ciencia de tres años de duración. Estas conferencias no fueron convocadas para modificar la posición sustentada por largo tiempo acerca de la creación, sino para repasar las contribuciones y las limitaciones que tanto la fe como la ciencia presentan a nuestra comprensión de los orígenes.

Las razones principales que condujeron a la convocación de estas conferencias incluyen:

1. Cuestiones filosóficas: Existe un desafío siempre presente en la definición de la relación entre teología y ciencia, entre fe y razón. Estas dos corrientes del conocimiento, ¿están asociadas o en conflicto? ¿Debería considerárselas como interactivas o como esferas independientes del conocimiento, no superpuestas? La cosmovisión dominante en la mayoría de las sociedades modernas interpreta la vida, la realidad física y la conducta en formas marcadamente diferentes de la cosmovisión cristiana. ¿De qué modo deben los cristianos relacionarse con estas cosas?

2. Cuestiones teológicas: ¿Cómo debe interpretarse la Biblia? ¿Qué requiere del creyente una lectura directa del texto? ¿Hasta qué punto el conocimiento de la ciencia debe informar o dar forma a nuestra comprensión de las Escrituras, o viceversa?

3. Cuestiones científicas: Los mismos datos de la naturaleza están a disposición de todos los observadores. ¿Qué dicen o qué significan los datos?¿De qué modo podemos llegar a interpretaciones y conclusiones correctas? ¿Es la ciencia una herramienta o una filosofía? ¿De qué manera podemos diferenciar entre la ciencia buena y la errónea?

4. El problema de educar y nutrir en estos asuntos a los miembros de iglesia: ¿De qué manera debe el miembro de iglesia considerar la variedad de interpretaciones del registro del Génesis? ¿Qué tiene para decir la iglesia a quienes encuentran en el currículo educativo ideas que están en conflicto con su fe? Mantener silencio con respecto a tales problemas envía señales confusas; crea incertidumbre y proporciona un terreno fértil para conceptos; dogmáticos e injustificados.

5. El desarrollo de una fe viva: Una clarificación y reafirmación de una teología de los orígenes con base en la Biblia equipará a los ;feligreses con un marco de referencia para tratar los desafíos que presenta este tema. Las Conferencias Internacionales sobre Fe y Ciencia no fueron convocadas sencillamente para la estimulación intelectual de quienes asistieran a ellas, sino como una oportunidad para proporcionar orientación y una guía práctica para los miembros de iglesia. La iglesia no puede pretender mantener sus creencias en un lugar seguro, a prueba de desafíos. Si así lo hiciera, pronto ellas serían reliquias. Las enseñanzas de la iglesia deben confrontar los problemas del momento y relacionarse con ellos de modo que permanezcan siendo una fe viva; de otro modo, no serán más que dogmas muertos.

Las conferencias sobre fe y ciencia

Hubo dos Conferencias Internacionales sobre Fe y Ciencia: una en Ogden, Utah, en 2002, y la otra en Denver, Colorado, en 2004, con amplia representación de teólogos, científicos y administradores de la iglesia. Además, siete1de las trece divisiones de la iglesia realizaron conferencias regionales o de toda la División que trataron la interacción de la fe y la ciencia en las explicaciones acerca de los orígenes. La comisión organizadora expresa su aprecio a los que participaron en esas conferencias por sus contribuciones a este informe.

La agenda de la conferencia realizada en Ogden estaba destinada a poner en conocimiento de los asistentes la variedad de maneras en las cuales la teología y la ciencia ofrecen explicaciones del origen de la tierra y de la vida. Las agendas de las conferencias en las divisiones fueron preparadas por sus organizadores, aunque la mayoría incluyeron varios de los temas considerados en Ogden. La reciente conferencia en Denver fue la conclusión de la serie de tres años. Su agenda comenzó con resúmenes de los problemas en teología y en ciencia, y luego pasaron a diversos temas con respecto a los problemas de fe-ciencia en la vida de la iglesia. Estos temas incluyeron:

• El lugar permanente de la erudición en la iglesia. ¿De qué manera la iglesia mantiene la naturaleza confesional de sus enseñanzas mientras permanece abierta para futuros desarrollos de su comprensión de la verdad?• Modelos educacionales para los profesores y los líderes de la iglesia, para tratar con temas controvertidos y los problemas éticos involucrados en ellos. ¿De qué modo enseñaremos cursos de ciencias en nuestras escuelas de modo que enriquezcan la fe y no la erosionen?• ¿Qué consideraciones éticas aparecen en el foco cuando las convicciones privadas difieren de las enseñanzas denominacionales? ¿De qué manera la libertad personal de creencias se relaciona con su rol público como líder en la iglesia? En otras palabras, ¿cuáles son los principios que rigen la responsabilidad personal y la ética del disenso?• ¿Cuáles son las responsabilidades y procesos administrativos al tratar con variaciones en los conceptos doctrinales, o en las nuevas expresiones de ellas?

En todas las conferencias se presentaron y analizaron escritos eruditos preparados por teólogos, científicos y educadores. (El Instituto de Investigación en Geociencias conserva un archivo de todos los escritos presentados en las conferencias.) Las conferencias de Ogden y de Denver incluyeron, por lo menos, a algunos representantes de cada una de las divisiones mundiales. Más de 200 personas participaron en las conferencias durante el período de tres años. Más de 130 personas asistieron a la reunión de Denver, la mayoría de los cuales había ;asistido por lo menos a una de las otras conferencias sobre fe y ciencia.

Observaciones generales

1. Aplaudimos la seriedad y excelencia que caracterizó las conferencias.2. Notamos el sólido sentido de dedicación y lealtad a la iglesia que prevaleció en ellas.3. Experimentamos que, aun cuando algunas veces aparecieron tensiones, se mantuvieron relaciones cordiales entre los asistentes, y el compañerismo trascendió las diferencias de opiniones.4. En estas conferencias fuimos testigos de un alto nivel de acuerdo en la comprensión de temas básicos, especialmente en cuanto al papel normativo de las Escrituras, apoyado por los escritos de Elena de White, y lacreencia, por parte de todos, en Dios como el Creador benéfico. 5. No encontramos apoyo ni defensa del naturalismo filosófico: la idea de que el universo llegó a existir sin la acción de un Creador.6. Reconocemos que el conflicto entre las cosmovisiones bíblica y contemporánea impacta tanto a los científicos como a los teólogos.7. Reconocemos que la tensión entre la fe y la comprensión es un elemento de la vida con la que el creyente tiene que aprender a vivir.8. Observamos que rechazar las interpretaciones científicas contemporáneas de los orígenes en conflicto con el informe bíblico no implica despreciar la ciencia ni a los científicos.9. Aunque encontramos una amplia afirmación de la forma en que la iglesia comprende la vida sobre la tierra, reconocemos que entre nosotros algunos interpretan el registro bíblico de maneras que conducen a conclusiones definidamente diferentes.10. Aceptamos que tanto la teología como la ciencia contribuyen a nuestra comprensión de la realidad.

Hallazgos

1. El grado de tensión que existe con respecto a nuestra comprensión de los orígenes varía alrededor del mundo. En aquellas áreas donde la ciencia ha hecho los mayores progresos en la sociedad, las preguntas entre los miembros de iglesia están más difundidas. Con el avance de la ciencia en todos los sistemas educativos y en las sociedades, habrá un aumento significativo de feligreses que se preguntarán cómo reconciliar la enseñanza de la iglesia con las teorías naturalistas de los orígenes. Grandes números de estudiantes adventistas asisten a las instituciones públicas donde se enseña y promueve el evolucionismo en las aulas, sin que ellos tengan los materiales y los argumentos correspondientes en favor del registro bíblico de los orígenes.

2. La reafirmación de la creencia fundamental de la iglesia con respecto a la creación fue sólidamente apoyada. La creencia adventista en una creación literal e histórica en seis días es teológicamente sólida y consistente con la enseñanza de la Biblia en su totalidad.

3. La creación es un pilar fundamental de todo el sistema de doctrinas adventistas, y tiene una relación directa con muchas de las demás creencias fundamentales, si no con todas. Cualquier interpretación alternativa de la historia de la creación necesita ser examinada a la luz de su impacto sobre todas las otras creencias. Varias de las Conferencias Internacionales sobre Fe y Ciencia repasaron interpretaciones alternativas de Génesis 1, incluyendo la idea de la evolución teísta. Estas otras interpretaciones no tienen coherencia teológica con todas las Escrituras, y revelan áreas de inconsistencia con el resto de las doctrinas adventistas. Por ello, son sustitutos inaceptables para la doctrina bíblica de la creación sostenida por la iglesia.

4. Se expresó preocupación con respecto a lo que algunos ven como ambigüedad en la frase “En seis días” que se encuentra en la declaración de la iglesia acerca de la creación. Se sintió que no se menciona el significado intencional (una creación en seis días, descrita en el Génesis, realizada en una semana literal e histórica). Esta situación permite algo de incertidumbre con respecto a lo que la iglesia realmente cree. Además, proporciona espacio para que otras explicaciones de la creación sean acomodadas en el texto. Está el deseo de escuchar la voz de la iglesia trayendo mayor claridad a lo que realmente se quiere decir en la Creencia fundamental Nº 6: “La creación”.

5. Aunque algunos datos de la ciencia pueden ser interpretados de manera consistente con el concepto bíblico de la creación, también repasamos los datos interpretados de formas que desafían la creencia de la iglesia en una creación reciente. La fuerza de esas interpretaciones no debe ser descartada en forma ligera. Respetamos las pretensiones de la ciencia, las estudiamos y esperamos una resolución. Esto no excluye un nuevo examen de las Escrituras para estar seguros de que se las comprende adecuadamente.; Sin embargo, cuando no es posible una interpretación que armonice con los hallazgos de la ciencia, no permitimos que la ciencia asuma una posición privilegiada que automáticamente decida el resultado. Más bien, reconocemos que no es justificable mantener las claras enseñanzas de la Biblia como rehenes de las interpretaciones científicas actuales de los datos.

6. Reconocemos que hay diferentes interpretaciones teológicas entre nosotros con respecto a Génesis 1 al 11. En vista de las diversas interpretaciones, sentimos un alto grado de preocupación, y deseamos que quienes participan en el ministerio de la enseñanza adventista conduzcan su trabajo con ética y con integridad: de acuerdo con las normas de su profesión, las enseñanzas de las Escrituras y la ;comprensión básica sostenida por el cuerpo de creyentes. Siendo que los adventistas reconocen que su comprensión de la verdad es una experiencia siempre creciente, hay una necesidad siempre presente de proseguir el estudio de las Escrituras, la teología y la ciencia con el fin de que las verdades que sostenemos constituyan una fe viva capaz de ocuparse de las teorías y las filosofías del momento.

7. Apreciamos y endosamos el importante valor del diálogo internacional e interdisciplinario continuo entre los teólogos, científicos, educadores y administradores adventistas. ;

Afirmaciones

Como resultado de las dos conferencias internacionales y de las siete conferencias de las divisiones, la comisión organizadora informa las siguientes afirmaciones:

1. Afirmamos la primacía de las Escrituras en la comprensión de los orígenes que tenemos como adventistas.2. Afirmamos la comprensión histórica de los adventistas de Génesis 1: que la vida sobre la tierra fue creada en seis días literales, y que es de origen reciente.3. Afirmamos el registro bíblico de la caída que dio como resultado la muerte y el mal.4. Afirmamos el registro bíblico de un diluvio catastrófico, un acto de juicio divino que afectó al planeta entero, como una clave importante para comprender la historia de la tierra.5. Afirmamos que nuestra comprensión limitada de los orígenes demanda humildad, y que una exploración adicional de estos temas nos llevará más cerca de misterios profundos y maravillosos.6. Afirmamos la naturaleza entrelazada de la doctrina de la creación con otras doctrinas adventistas.7. Afirmamos que a pesar de la caída, la naturaleza es un testigo del Creador.8. Afirmamos a los científicos adventistas en sus esfuerzos por entender la obra del Creador mediante las metodologías de sus disciplinas.9. Afirmamos a los teólogos adventistas en sus esfuerzos por explorar y articular el contenido de la revelación.10. Afirmamos a los educadores adventistas en su ministerio clave a favor de los niños y los jóvenes de la iglesia.11. Afirmamos que la misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, identificada en Apocalipsis 14:6 y 7, incluye un llamado a la adoración de Dios como Creador de todo.

Recomendaciones

La comisión organizadora de las Conferencias Internacionales de Fe y Ciencia recomienda:

1. Con el fin de atender lo que algunos interpretan como falta de claridad en la creencia fundamental Nº 6, “La creación”, que la comprensión histórica de la narración del Génesis de los adventistas sea afirmada en forma más explícita.

2. Animar a los líderes de la iglesia en todos los niveles a evaluar y observar atentamente la efectividad y el éxito de los sistemas y programas denominacionales en preparar a los jóvenes, incluyendo a quienes asisten a instituciones no adventistas, para que puedan tener una comprensión bíblica de los orígenes y una percepción de los desafíos que ellos pueden afrontar con respecto a esa comprensión.

3. Proporcionar más oportunidades para el diálogo y la investigación interdisciplinaria, en un ambiente seguro, entre eruditos adventistas del mundo entero.

Conclusión

La Biblia comienza con la historia de la creación, y la Biblia concluye con la historia la nueva creación. Todo lo que se perdió con la caída de nuestros primeros padres quedará restaurado. Aquel que hizo al principio todas las cosas por la palabra de su boca, hará que la larga lucha con el pecado, el mal y la muerte llegue a una conclusión triunfante y gloriosa. Él es quien vivió entre nosotros y murió en nuestro lugar en el Calvario. Mientras los seres celestiales cantaban de gozo en la primera creación, así los redimidos de la tierra proclamarán: “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”.; “El Cordero que fue inmolado es digno” (Apoc. 4:11; 5:12).

1 División Africana Centro-Oriental, División Euroafricana, División Norteamericana, División del Pacífico Sur, División Sudafricana y Océano Índico, División Sudasiática, División Africana Occidental.

Este documento, preparado por la comisión organizadora de las Conferencias Internacionales de Fe y Ciencia 2002-2004, fue presentado ante, y recibido por, la Junta Ejecutiva de la Asociación General en el Concilio Anual llevado a cabo en Silver Spring, Maryland, el 11 de octubre de 2004.

El diezmo y las ofrendas de su pueblo constituyen el plan de Dios para el sostén de su obra en esta tierra. El diezmo es la principal fuente de recursos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para la proclamación total del evangelio en todo el mundo. Esto incluye las tareas de evangelización para el público, equilibradas y abarcantes, y la alimentación espiritual; de los feligreses. Siendo que el diezmo está reservado para propósitos especiales, las ofrendas voluntarias deben proporcionar los recursos para muchas tareas de la obra del evangelio.

Principios con respecto al uso del diezmo

1) Sólo las asociaciones están autorizadas para distribuir porciones de los diezmos. El diezmo es del Señor y debe ser entregado en la tesorería de la asociación por medio de la iglesia local. “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (Mal. 3:10). “El diezmo es sagrado, reservado por Dios para sí. Ha de ser traído a su tesorería para ser empleado en el sostén de los obreros evangélicos en su obra” (Obreros evangélicos, p. 238).

2) Las asociaciones y uniones deben compartir el diezmo con la iglesia mundial. “Más y más debemos llegar a ver que los medios que llegan a la asociación en diezmos y ofrendas de nuestro pueblo deben ser usados para el sostén de la obra no sólo en las ciudades norteamericanas, sino también en campos extranjeros. Sean distribuidos abnegadamente los medios reunidos tan celosamente. Los que perciben las necesidades de los campos misioneros no serán tentados a usar el diezmo para lo que no es necesario” (Manuscrito 11, 1908).

3) La naturaleza del trabajo de un obrero determinará si será sostenido por los diezmos. De este modo, otros factores, incluyendo la credencial que; tiene en ese momento, no son los criterios finales para usar el diezmo para sostenerlos. “El diezmo debe ir a quienes trabajan en palabra y doctrina, sean ellos hombres o mujeres” (Manuscrito 149, 1899).

4) El diezmo debe ser usado sólo para el sostén de personas que están; ocupadas en ministerios de evangelización y alimentación espiritual. “El diezmo ha de ser usado con un propósito: sostener a los ministros que el Señor ha designado para hacer su obra. Ha de ser usado para sostener a; quienes hablan palabras de vida a la gente y llevan las cargas del rebaño de Dios” (Manuscrito82, l904).

5) El funcionamiento de la iglesia local es importante, pero no debe ser sostenido por el diezmo.

a) “El diezmo ha de ser usado con un propósito: sostener a los ministros que el Señor ha designado para hacer su obra. Ha de ser usado para sostener a quienes hablan palabras de vida a la gente, y llevan las cargas del rebaño de Dios” (Manuscrito 82, 1904).

b) “El diezmo no debe ser consumido en gastos incidentales. Eso corresponde a la obra de los feligreses de la iglesia. Ellos deben sostener su iglesia mediante sus donaciones y ofrendas” (Carta 81, 1897).

Reglamentos con respecto al uso del diezmo: Actividades para las cuales puede usarse el diezmo

1) El sostén de evangelistas, pastores e instructores bíblicos.

2) El sostén del personal que proporciona liderazgo administrativo y servicios para los ministerios de extensión evangelizadora y alimentación espiritual de la iglesia. El personal incluye a los oficiales de las asociaciones, directores de departamentos, contadores, oficinistas y secretarias.

3) Los gastos necesarios para financiar las actividades de los ministerios de evangelización y alimentación espiritual de la iglesia tales como:

a) Gastos de evangelización.

b) Gastos de funcionamiento de la oficina de la asociación.

c) Equipo de oficinas y de evangelización.

d) Gastos de funcionamiento de lugares de congresos campales y de campamentos.

4) El sostén de las operaciones que se consideran esenciales para los ministerios de evangelización y alimentación espiritual de la iglesia.

a) Escuelas primarias: asignaciones de hasta el 30% del total de los salarios y gastos de los directores y profesores en reconocimiento de su papel como líderes espirituales.

b) Colegios secundarios: el equivalente del sostén total de un profesor de Biblia, directores y directoras de los internados.

c) Colegios superiores y universidades: una cantidad igual al costo total de los departamentos de Biblia de los colegios y universidades, los directores de los internados, del director/rector, y de los decanos de bienestar estudiantil.

d) Colportores: la parte que corresponde a la asociación de los beneficios de los colportores.

e) Campamentos y centros de la asociación: asignación; de los gastos de funcionamiento de los campamentos para jóvenes o centros de la asociación.

f) Programas de medios masivos: la producción de impresos, radio y televisión.

g) Jubilados: los beneficios de la jubilación de los empleados denominacionales (excepto los que tienen otras provisiones, por ejemplo, empleados del sistema de cuidado de la salud).

Reglamentos con respecto al uso del diezmo: Actividades para las cuales no debe usarse el diezmo

1) Gastos de mantenimiento y funcionamiento de las iglesias locales. Estos deben ser financiados por ofrendas de los feligreses. 2) Mantenimiento y otros costos de funcionamiento de las escuelas primarias. Estos deben ser financiados con las matrículas y cuotas mensuales de la enseñanza y/o subsidios de la iglesia. 3) Mantenimiento y gastos de funcionamiento de instituciones de educación secundaria y superior. Estas deben ser financiadas con las matrículas, cuotas mensuales de la instrucción y otras entradas de la institución. 4) Proyectos de edificaciones de la iglesia, la asociación o las instituciones. Estos deben ser financiados por los feligreses y/u otras fuentes que no sean los diezmos.

Administración del diezmo: Declaración de posición

1) El papel de la familia de la iglesia con respecto a la administración de los fondos constituidos por los diezmos. La iglesia mundial es la familia de Dios sobre la Tierra. Cada miembro, como parte de esa familia, goza de privilegios y tiene responsabilidades acerca de cómo se determinan la reunión y la distribución de los fondos constituidos por diezmos. La familia, actuando colectivamente por medio del Congreso de la Asociación General y el Concilio Anual de la Junta Directiva de la Asociación General determina los reglamentos, en armonía con los principios de las Escrituras y del espíritu de profecía, para la reunión, distribución y desembolso de los fondos constituidos por diezmos. Esta declaración es el producto de muchas consultas con diversas personas dentro de la iglesia: laicos, pastores, administradores de asociaciones y líderes mundiales. Como miembros de la familia, cada persona, institución y organización respetará el honor de la familia operando dentro de estas orientaciones, con el fin de proporcionar el sistema de sostén financiero regular, confiable y siempre creciente para la proclamación del evangelio a todo el mundo. 2) El “alfolí” o la “tesorería” de la Iglesia Adventista.De acuerdo con las Escrituras, el diezmo es del Señor y debe ser traído al alfolí o tesorería como un acto de adoración. La Iglesia Adventista hace esto al enviar el diezmo a la tesorería de la asociación por medio de la iglesia de la cual es miembro el feligrés. En circunstancias desusadas, los feligreses deben consultar a los dirigentes de la asociación/misión local. Seguir cualquier otro plan produce confusión y competencia, y socava la estructura financiera de la iglesia, y con ello debilita la capacidad de la iglesia de cumplir su misión mundial. Con el fin de seguir un programa equilibrado y sólido alrededor;; del mundo, los miembros no deben dirigir el diezmo del Señor hacia otrosproyectos que ellos mismos quieran elegir. 3) Formas alternativas para hacer ingresar fondos a la tesorería. a) El Señor promete bendiciones sin medida a quienes devuelvan un diezmo fiel al alfolí. La Iglesia Adventista del Séptimo Día ha determinado que la forma normal de ingresar depósitos a la tesorería es mediante la asociación/misión local. b) Si los miembros, con el deseo de mantener en reserva su; remesa, eligen enviar una cantidad de diezmo a la Asociación General o a su unión, esas oficinas pueden aceptar ese diezmo, pero lo enviarán, sin el; nombre de la persona, a la asociación a la que pertenece el miembro para su distribución a la iglesia mundial. Tales personas deberían ser estimuladas a procesar sus diezmos a través de los canales regulares. 4) Diezmos compartidos.a) El plan de compartir diezmos es una forma equilibrada de distribuir equitativamente los recursos financieros con toda la iglesia mundial.; Este plan es básico y esencial para el sistema de sostén de la obra mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.b) Las iglesias, asociaciones, uniones, la Asociación General y las divisiones de la Asociación General no aceptarán diezmos de los miembros que soliciten su uso contrariamente a los porcentajes usuales que se comparten en los diversos niveles de la organización. c) La iglesia local sólo tiene autorización para aceptar y enviar los; fondos del total de diezmos a la tesorería de su asociación/misión. 5) Solicitación de diezmos. Los pastores, administradores de asociaciones y misiones no solicitarán fondos de diezmos de los feligreses de otras asociaciones o divisiones. La iglesia ha hecho provisión para la compensación de los recursos financieros. 6) Diezmos a las instituciones. Las organizaciones denominacionales, tales como la Fundación Christian Record Braille, La Voz de la Esperanza, Fe para Hoy, Está Escrito, Breath of Life, no aceptarán fondos que se sepa que son diezmos de adventistas. Cuando los miembros envían diezmos a la organización denominacional, ellos tienen la responsabilidad de indicar que son diezmos. 7) Diezmos de feligreses que se trasladan. Se anima a los feligreses que se mudan a un lugar nuevo a que soliciten la transferencia de su feligresía dentro de los seis meses, y que comiencen a sostener a su nueva iglesia local y a la asociación, de las que reciben alimento espiritual, cuidado pastoral y servicios. 8) Préstamo de diezmos. Las iglesias, las instituciones educativas (diezmos de los alumnos), las asociaciones y las personas no deben “pedir prestados” fondos de diezmos para las necesidades personales o de la iglesia. Los fondos de diezmos serán retenidos sólo hasta la fecha del envío regular de los fondos a la asociación. 9) La no aceptación de diezmos. Si, de acuerdo con estos reglamentos, surge una situación donde no es permisible que una organización acepte fondos de diezmos, se harán esfuerzos para obtener autorización del feligrés para dirigir los fondos por los canales regulares. Si no se obtiene esa autorización, el diezmo será devuelto con una explicación apropiada y una apelación para que la persona participe en el plan de la iglesia de compartir el diezmo del Señor con la iglesia mundial. 10) La no devolución del diezmo. El diezmo que ha sido aceptado y por el cual se ha otorgado recibo no será devuelto a las personas que por diversas razones pudieran solicitar su devolución. 11) Responsabilidad de los líderes. La dirección de la iglesia a todo nivel es un cometido sagrado. Dejar de cooperar o rehusar aceptar estos; reglamentos acordados por la familia de la iglesia con respecto a la administración del diezmo, erosiona la capacidad de la iglesia para realizar su misión mundial. Las personas que desprecien estos reglamentos se descalifican para el liderazgo en ella. ;

Estas orientaciones fueron adoptadas y votadas por la Junta Directiva de la Asociación General en la sesión del Concilio Anual desarrollada en Washington, D.C., el 14 de octubre de 1985.

NOTA: Los reglamentos anteriores no se aplican a las ofrendas. Los feligreses harán su decisión acerca de a dónde deben ir sus ofrendas. ;Los Editores:En los números de enero, febrero, marzo, abril y mayo de 1993 de laRevista Adventistase encuentra un extenso desarrollo de este tema en el Espíritu de Profecía.

Nosotros, los delegados al Congreso de la Asociación General de 2010, en Atlanta, Georgia, EE.UU., reconocemos con gratitud la permanente contribucióna la Iglesia Adventista del Séptimo Día que se halla en los escritos y el ministerio de Elena G. de White. Somos testigos de cómo la iglesia ha sido bendecida y guiada por Dios mediante el consejo inspirado de su mensajera.; Sus consejos exaltan la Biblia como la Palabra de Dios, exaltan a Jesús como Creador y Redentor del mundo, y alientan a una vida de servicio y sacrificio.; Su ministerio ha ayudado directamente en la preservación de la unidad de laiglesia y a su expansión global.

El don de profecía, como los demás dones espirituales, está para lograr unidad, equipar el pueblo de Dios para la obra del ministerio, edificar el cuerpo de Cristo, protegerlo de ser engañado por falsas doctrinas e impulsar el crecimiento espiritual individual y colectivo (Efesios 4:11-15). Reconocemos en Elena G. de White el don de profecía y afirmamos que cuando este don es valorado y su instrucción atendida, la iglesia prospera.

Consecuentemente, expresamos nuestra gratitud a Dios por este don de su gracia en el ministerio profético de Elena G. de White. Exhortamos a los adventistas del séptimo día en todas partes a estudiar con oración sus mensajes y a beneficiarse con la inspiración y la instrucción que se encuentran allí. Animamos a los docentes y administradores de nuestras instituciones y a los dirigentes de nuestras entidades de cuidado de la salud y casas editorasa repasar sus consejos para sus respectivas áreas de servicio. Instamos a los pastores a utilizar estos escritos en la preparación de sus sermones y en suplanificación con los miembros para la misión de sus iglesias. Exhortamos a los administradores de todos los niveles a ejercer su influencia en afirmar laimportancia de estos escritos para la iglesia y a continuar con los esfuerzos; para hacer que estos escritos estén al alcance de los miembros de iglesia a uncosto accesible. Y afirmamos nuestro compromiso a “creer en sus profetas” (2 Crónicas 20:20), para que podamos prosperar en el cumplimiento de nuestramisión al mundo y de esa manera apresurar la venida de Jesús.

Esta declaración fue aprobada y la resolución votada en el Congreso de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día realizado en Atlanta, Georgia, EE.UU., del 24 de junio al 3 de julio de 2010.

Dinámica eclesial (Dinámica y funcionamiento de la Iglesia)

VOTADO, aprobar y remitir a cada División y a la Unión anexada el documento Asuntos estratégicos para la Iglesia Adventista del Séptimo día, como sigue:

Asuntos estratégicos para la Iglesia Adventista del Séptimo Día

“La misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día es proclamar a todos los pueblos el evangelio eterno en el contexto del mensaje de los tres; ángeles de Apocalipsis 14:6-12,; guiándolos a aceptar a Jesús como Salvador personal y a unirse con su iglesia, y nutrirlos en preparación para su pronto; regreso” (Reglamento de la Asociación General, A 05). Esta Declaración de Misión es el fundamento sobre el cual está establecido lo siguiente: El ideal de Cristo para su iglesia es que ésta refleje la destreza de su Constructor, porque él fue quien dijo: “Yo edificaré mi iglesia”. Cristo también afirmó que él desea presentarla a su Padre como una iglesia perfecta, sin mancha ni arruga. Este ideal será alcanzado en la medida en que los miembros respondan al amor de Cristo manifestado en la cruz, se sometan humildemente al señorío de Cristo como está expuesto en las Sagradas Escrituras, y dependan completamente del poder y la dirección del Espíritu Santo en ellos.La Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, en respuesta a la misión de Cristo, está colocando énfasis en tres asuntos estratégicos:

Calidad de vida, Unidad y Crecimiento. Es nuestro deseo profundo que en la formación de una comunidad de fe, cada persona experimente un compromiso incondicional con Cristo. Este compromiso da como resultado una experiencia personal gozosa y amante, participación activa en la vida de la iglesia y servicio compasivo a la comunidad más extendida en el mundo. Los dirigentes de la Asociación General diseñarán y llevarán a cabo su servicio al campo mundial de tal manera que el señorío de Jesucristo encuentre expresión en la Iglesia Adventista del Séptimo Día por medio de:

1. Calidad de vida personal y eclesial demostrada por:

a. Feligreses cuya vida demuestre e ilustre el gozo de la salvación, la restauración y la anticipación del mundo venidero. b. Grupos semanales de estudio de la Biblia para todas; las edades con un currículum organizacional apropiado.c. Adoración semanal corporativa cada sábado. d. Desarrollo de una vida de oración personal, familiar y en grupos.e. Entrenamiento regular para discipular, testificar e involucrarse en actividades de la iglesia local.f. Conocimiento de, y participación en, la obra mundial de la iglesia. g. Nutrición de los feligreses de todas las edades de acuerdo con sus diversas necesidades, y conducción de los miembros para que descubran sus dones espirituales. h. Adventistas que son, además de que se los perciba así, ciudadanos modelo en la comunidad y cuyos valores de vida mental, física y espiritual estén asociados con la compasión y el servicio.

2. Unidad de la iglesia demostrada por:

a. Cohesión doctrinal: que resulta de que, guiada por el Espíritu, la iglesia mundial aprueba doctrinas fundamentales basadas en la Biblia y centradas en Cristo.b. Unión de los creyentes: experimentada por la creación y la preservación de una comunidad que abarca diversidad cultural y étnica. c. Cohesión organizacional: percibida en una identidad distintiva de la iglesia local y global, que surge del sistema de estructura y organización aprobado por la iglesia mundial.

3. Crecimiento de la iglesia demostrado por:

a. Feligreses que tienen una rica experiencia espiritual, que han descubierto sus dones espirituales y se han comprometido a testificar activamente. b. Índices crecientes de ingreso y retención de miembros en las iglesias locales. c. Un impacto positivo de la presencia adventista dentro de la comunidad. d. El número de iglesias establecidas en áreas no penetradas. e. La transmisión del legado y la misión de la iglesia a la próxima generación.

Votado por la Junta Directiva de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en su reunión de Primavera, en abril de 2002.

Para agregar o revisar la “Declaración de creencias fundamentales” es imperativo involucrar en el proceso a la iglesia mundial tanto como sea posible. Toda sugerencia debería partir de una preocupación seria por el bienestar de la iglesia mundial y su mensaje y misión, debe estar fundamentada en la Biblia e informada por los escritos de Elena de White. Considerando la importancia y la necesidad de involucrar a la iglesia mundial en el proceso de realizar adiciones a, o revisiones de, la “Declaración de creencias fundamentales”, cualquier sugerencia de posibles cambios debería llegar a la oficina del presidente de la Asociación General no más tarde que dos (2) años antes de un Congreso de la Asociación General.;; Si la percepción de la necesidad de realizar adiciones o revisiones de la “Declaración de creencias fundamentales” se inicia en el campo mundial, el asunto deberá ser discutido cuidadosamente en cada nivel administrativo. En la evaluación del cambio propuesto el cuerpo gobernante en cada nivel deberá establecer un proceso apropiado para la evaluación, buscando que haya una amplia participación. Como resultado del proceso en cada nivel, el cuerpo gobernante recomendará el cambio propuesto al siguiente nivel administrativo o abandonará toda consideración posterior del mismo. De este modo la recomendación de cambios en la “Declaración de creencias fundamentales” arribará a la Asociación General. Una vez que las sugerencias llegan a la Asociación General, o si las sugerencias se originaran en la Asociación General, ésta designará una comisión ad hoc para coordinar el proceso y facilitar el diálogo. La Asociación General utilizará el siguiente procedimiento para buscarel consenso de la iglesia mundial en favor o en contra del cambio propuesto:1. La Asociación General coordinará y facilitará el proceso de discusión a través de la presidencia y los miembros de la comisión ad hoc.2. Se enviará a las divisiones un borrador preliminar aprobado por la Reunión de Primavera o el Concilio Anual, para dar lugar a reacciones y comentarios. Este borrador debería ser discutido en el ámbito de las uniones y las asociaciones/misiones, e impreso en los periódicos locales de la iglesia. 3. Se involucrará a los departamentos de teología y religión y los seminarios. 4. La Comisión del Instituto de Investigación Bíblica y otras comisiones pertinentes discutirán el borrador. 5. El borrador se publicará en la Revista Adventista, la revista Ministerio Adventista y se lo colocará en Internet para dar lugar a comentarios y reacciones de los miembros de la; iglesia. 6. La comisión ad hoc de la Asociación General recibirá todas las sugerencias de los campos mundiales y preparará la copia final a ser sometida al Concilio Anual para su discusión, antes de que sea colocada en la agenda del Congreso de la Asociación General. 7. Solamente un Congreso de la Asociación General puede aprobar adiciones o revisiones de la “Declaración de creencias fundamentales” de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Esta declaración fue votada por el 58º Congreso de la Asociación General, realizado en St. Louis, Missouri, EE.UU., el 3 de julio de 2005.

Informe

VOTADO, 1. Aceptar el Informe de la Comisión de Estrategias de Comunicación como un documento de estudio;; 2. Solicitar a las divisiones que pongan el documento a revisión y eleven un informe a la Asociación General con recomendaciones antes de la Reunión de Primavera* de 1995;; 3. Remitir a la Reunión de Primavera* de 1995 para acciones ulteriores el Informe de la Comisión de Estrategias de Comunicación que dice lo siguiente: El informe de la Comisión de Estrategias de Comunicación (COECO) brinda estrategias que tratarán varios temas significativos que afectan a la iglesia en cuanto a la comunicación interna y externa.

TRASFONDOEn el Concilio Anual de 1992 se tomaron medidas para hacer frente a las preocupaciones y problemas que afectan a la iglesia Mundial para ser comunicadas, bajo la dirección del Presidente de la Asociación General, a todos los niveles de la iglesia a través de medios de prensa establecidos. Propuso el uso más amplio de los medios electrónicos, y recomendó que las administraciones le den prioridad a su uso. Los objetivos de esta propuesta de comunicación en el ámbito mundial incluyen mantener la unidad de creencia y misión, alimentar la vida espiritual de los miembros, brindar información sobre la posición de la iglesia sobre problemáticas públicas y contrarrestar elementos disgregadores. El propósito de la Comisión de Estrategias de Comunicación no es repetir el trabajo de la comisión anterior; sino buscar reforzar, complementar y fortalecer sus propuestas. En el Concilio Anual de 1993 se tomaron medidas adicionales y se identificó a la Comunicación como uno de los seis problemas centrales que necesitan ser tratados por la iglesia. La Comisión de Estrategias de Comunicación, en parte, fue una respuesta directa a las medidas de 1993. El informe de la comisión se refiere a la necesidad de “preparar una estrategia que le dé dirección a la comunicación dentro y fuera de la iglesia” (Medida del Concilio Anual 250-93G, “Informe de la Comisión de Evaluación Mundial y Recomendaciones para la Planificación Estratégica”, Folleto del Concilio Anual 1993, p. 28).El informe siguiente tiene dos partes principales: una estrategia propuesta, y otras medidas que incluyen varios tipos de implementaciones que debieran mejorar la activación y la efectividad de la estrategia.

DECLARACIÓN ESTRATÉGICA Y FUNDAMENTOSSe recomienda:

  1. Adoptar lo siguiente como declaración estratégica general para regular la comunicación interna y externa de la iglesia: Los adventistas comunicarán esperanza al centrarse en la calidad de vida que es completa en Cristo. El resumen de toda la comunicación de Dios acerca de sí mismo es que “Dios es amor” (1 Juan 4:16). Este amor inunda el corazón humano y crea esperanza (Rom. 5:2). Dios, que es el fundamento de la esperanza, comunica gozo y paz a la iglesia y a sus miembros, por lo que la esperanza se desborda hacia el mundo (Rom. 15:13). Sólo en Cristo es que somos completos (Col. 2:10). La Iglesia Adventista del Séptimo Día espera siempre con la vista fija en la “bendita esperanza”. La iglesia cree que Dios le brinda un mensaje de esperanza a la humanidad que mejora la calidad de vida espiritual, mental, física y social. Por lo tanto, los adventistas comunicarán este mensaje de esperanza con urgencia e insistencia crecientes, con el fin de cambiar la vida aquí y ahora, y ofrecer la plenitud de vida que sólo viene por medio de la fe en Jesucristo. Elena de White insta repetidamente a la iglesia a desplegar su mensaje y misión en forma tal que atienda las necesidades del cuerpo, la mente y el espíritu. En un mundo en decadencia, de enfermedad y duda, hemos de comunicar el plan original de Dios para la raza, el cual atiende las necesidades de la persona toda.La iglesia ya posee una ventaja considerable de cómo la ve el público.; Muchos, en todos los países, perciben a la iglesia como una fuente preferencial para asegurarse una mejor calidad de vida. Puesto que la iglesia percibe esto, y lo aumenta por medio de una estrategia cohesiva y deliberada, los adventistas también serán percibidos como los mayordomos de una esperanza que va mucho más allá de las expectativas terrenales. La prueba más efectiva de toda comunicación es: ¿Demuestra amor y produce esperanza?; El propósito de la iglesia es crear una visión de comunicación designada para cumplir el gran mandamiento: “Amarás al Señor; tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y a; tu prójimo como a ti mismo”. En dicha comunicación se puede ofrecer una calidad de vida que brinde esperanza para el mundo presente y futuro.
  2. Solicitar a cada entidad de la iglesia que desarrolle su comunicación, tanto interna como externa, dentro de esta estrategia. La elección real de las palabras utilizadas en iniciativas de comunicación puede depender de si la iniciativa está dirigida para consumo interno o externo, el ambiente cultural y social en el que la iglesia pueda estar actuando y la entidad que crea la iniciativa.; Dentro de esta estrategia las entidades eclesiásticas pueden consignar positivamente la mejor forma de comunicar usando palabras, lemas y modelos de pensamiento que sean atractivos en esa cultura.; Para que esta estrategia tenga un impacto global se deben acordar prioridades en concepto y planificación. Por lo tanto, propone que la Asociación General trabaje con las divisiones en la formulación de planes para implementar; la estrategia.
  3. Incorporar los siguientes principios orientadores:
  4. La congregación local: Hacer de la congregación local el principal centro de comunicación interna.

La membresía mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día está consistentemente organizada en iglesias locales. Estas comunidades eclesiásticas locales sirven como base para todas las tareas esenciales asociadas con el desarrollo de la fe y la práctica. El propósito de la comunicación es crear comunidades de fe. La iglesia local se organiza, en el plan de Dios, para la predicación del evangelio y la educación de los creyentes. Estas dos tareas unen a los miembros individuales en comunidades, y crean la necesidad de la comunicación.El crecimiento rápido y diverso de la iglesia crea desafíos y oportunidades especiales para la comunicación, que la iglesia debe atender en el ámbito de la congregación local. El desarrollo de la esperanza y de una persona integral son partes esenciales de la comunicación interna, y éstas se brindan mejor dentro de la comunidad eclesiástica local.

1) La iglesia es responsable de:

  1. a) Examinar y, cuando fuere necesario, adaptar sus sistemas de comunicación interna para que el flujo de información sea hacia la congregaciónlocal.b) Hacer que la información esencial esté disponible a través de las congregaciones locales para que cada miembro de iglesia pueda estar informado y educado.c) Incluir la provisión de materiales mínimos de educación en idioma apropiado como uno de los criterios de registrar un país, área o grupo de personas cuando son penetrados.d) Comunicar esperanza a sus miembros centrándose en la calidad de vida que puede ser suya si están completos en Cristo. e) Comunicar amor a sus miembros con el fin de que la esperanza pueda redundar en una testificación efectiva.

2) Implementación

  1. a) Que cada División/Unión revise sus sistemas de comunicación dentro de la iglesia y prepare recomendaciones para la Junta Directiva de la División sobre los sistemas apropiados y factibles para sus necesidades. Los informes de las medidas tomadas y de los sistemas implementados han de ser remitidos al vicepresidente de la Asociación; General asignado a Comunicación. b) Que haya al menos una comunicación mensual a cada congregación de la Asociación/Misión que brinde educación, conexión con la misión y el mensaje de la iglesia, e información sobre el progreso y los desafíos.c) Que se incluya lo siguiente dentro de los materiales mínimos de educación disponibles para cada adventista:

(1) Cómo aceptar a Cristo.(2) Cómo vivir como cristiano adventista.(3) Cómo ser parte de la vida de la congregación y de la sociedad.(4) Las creencias fundamentales de la iglesia.

La preparación de estos materiales es responsabilidad de la Asociación Ministerial obrando conjuntamente con publicadoras denominacionales. Nota: En congregaciones con creyentes analfabetos, los materiales mínimos se pondrán a disposición en formatos comprensibles a través del líder espiritual asignado a la congregación.

3) Beneficios proyectados

  1. a) Sistemas capaces de comunicarse efectiva y rápidamente dentro de la iglesia.b) Cada miembro provisto de educación, conexión con el mensaje y la misión de la iglesia, e información sobre el progreso y los desafíos.c) Una presencia informada de testificación adventista en la que la iglesia pueda desarrollar y expandir su misión.d) Miembros de quienes fluya amor y esperanza al demostrar la calidad de vida que crea la integridad en Cristo.
  2. Comunicadores eficaces: Capacitar a las congregaciones y miembros de iglesia para ser comunicadores eficaces en el contexto de sus comunidades.

1) La iglesia es responsable de:

  1. a) Incluir los siguientes cuatro elementos en la comunicación interna, cada uno en un ambiente contextualizado:

(1) Equipar: capacitar y comisionar discípulos.(2) Informar: información esencial sobre la iglesia.(3) Educar: sistema básico de creencias.(4) Inspirar: con ejemplos de otros.

  1. b) Brindar toda comunicación interna en forma tal que sea sensible a las diversas necesidades de género, edad, raza, idioma, etnia y cultura.c) Establecer iniciativas administrativas para que la entrega de la información a las congregaciones se realice en tiempo y forma. d) Compartir información de manera imparcial, honesta y responsable.

2) Implementación

  1. a) Un programa de capacitación designado para equipar, informar, educar e inspirar, desarrollado por el departamento de Comunicación en consulta con la administración.b) Métodos de comunicación: pueden incluir uno o más de lo siguiente: multimedios, presentación personal, arte escénico, partes musicales, dramatización improvisada y publicaciones.c) Búsqueda agresiva de tecnología de la comunicación con el objetivo de desarrollar sistemas de entrega que puedan mantenerse. Estos sistemas han de ser identificados y evaluados a través del departamento de Comunicación.

3) Beneficios proyectados

  1. a) Congregaciones y miembros de iglesia capaces de comunicarse eficientemente entre sí, con otras entidades eclesiásticas y con sus comunidades.b) Comunicación que pueda ser recibida positivamente por todo el espectro de miembros.c) Entrega eficiente de la comunicación.d) Confianza en el liderazgo y mejor comprensión de los problemas y desafíos que afectan a la iglesia y a su misión.
  2. Calidad de vida: La Iglesia Adventista del Séptimo Día ha de convertirse en la fuente preferida para el desarrollo integral de la persona.

1) La iglesia es responsable de:

  1. a) Relacionar la verdad bíblica con las necesidades actuales de una forma teológicamente correcta y experimentalmente satisfactoria.b) Comunicar la seguridad de la calidad de vida que se puede encontrar por medio de una comprensión de la provisión divina para el desarrollo integral de la persona (físico, mental, espiritual y social). c) Mejorar la efectividad de la comunicación, haciéndola sensible a las necesidades de la comunidad abordada, y permitiendo que la gente acepte la comunicación de manera que satisfaga su situación y contexto. d) Idear iniciativas de costo efectivas y ministerios que incluyan la capacidad de autosostenerse.

2) Implementación

  1. a) Toda actividad de servicio a la comunidad debe ser sensible a tres bloques básicos de la evangelización: 1) relevancia para el oyente; 2) disposición del oyente hacia la verdad; y 3) permiso del oyente para compartir el evangelio cristiano.b) Solicitar a los ministerios y las instituciones que creen instrumentos para autoevaluarse, y solicitar a los usuarios que los evalúen en su efectividad para comunicar una calidad de vida que halla su plenitud en la esperanza que da Dios en Jesucristo. c) Solicitar a los ministerios que escuchen metódicamente las preocupaciones de los que no son miembros en cuanto a problemas sobre de la calidad de vida al menos una vez por año.d) Utilizar los resultados del punto c) de arriba para crear iniciativas de alcance comunitario. Estas iniciativas debieran confirmar a la congregación que organiza el evento y debieran guiar a los interesados a optar por la calidad de vida adventista. e) Servir a la persona integral: espiritualmente, con convincentes oportunidades evangelizadoras y de adoración; mentalmente, con educación de calidad; físicamente, con información y programas; y socialmente, a través de la participación en la iglesia y de eventos comunitarios.f) Diseñar recursos que permitan que los ministerios y las instituciones usen información de usuarios individuales o grupales para estructurar materiales específicamente aplicables a esos usuarios individuales o grupales.g) Crear instrumentos para informar y ev aluar, que midan si la Iglesia Adventista del Séptimo Día es el recurso elegido por la calidad de vida y el desarrollo integral de la persona, junto con la información que se recoge habitualmente.

3) Beneficios proyectados

  1. a) Ministerios que comuniquen el evangelio en forma tal que; respondan a las necesidades del momento y que creen esperanza en Cristo.b) Instituciones que brinden un desarrollo integral de la persona y que comuniquen esperanza.c) Una conciencia pública de la Iglesia Adventista del Séptimo Día como el recurso predilecto para el desarrollo integral de la persona. d) Materiales ministeriales para que utilicen las congregaciones con el fin de satisfacer las necesidades individuales o grupales con los recursos de la iglesia.e) Ministerios y recursos que utilizan las personas y que tienen la capacidad de autosostenerse.
  2. Percepción de la imagen: Mejorar la percepción pública de la Iglesia Adventista del Séptimo Día y de sus miembros.

1) La iglesia es responsable de:

  1. a) Crear y mantener iniciativas que muestren a los adventistas como contribuyentes creíbles para la calidad de vida de las personas y de la comunidad.b) Involucrar a todas las entidades, de la congregación local y de la Asociación General, a todas las instituciones de las escuelas y clínicas locales para especializarse en instituciones educativas, de salud, de publicaciones y otras, para mejorar la percepción pública de la iglesia, de acuerdo con los principios delineados en la estrategia de comunicación.c) Hacer de la comunicación de la esperanza, que se centra en la calidad de vida que es completa en Cristo, un concepto clave en las iniciativas de la comunicación pública.

2) Implementación

  1. a) Desarrollar en todos los niveles, bajo la dirección del departamento de Comunicación, un activo plan intencional para tener parte en la comunidad con participación y reconocimiento de las entidades de la iglesia y de sus miembros individuales. b) La creación de una red de noticias internacional adventista, bajo la dirección del departamento de Comunicación, para brindar noticias e información a las principales agencias de noticias mundiales y a las agencias de prensa de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Las noticias describirán actividades eclesiásticas internacionales, incluyendo las que mejoran la calidad de vida. c) El desarrollo y la adopción de un paquete de identidad colectiva, incluyendo logotipo y letreros, bajo la dirección del departamento de Comunicación, para ser usado por la iglesia en el ámbito mundial. d) El establecimiento de un programa de acreditación por parte del departamento de Comunicación para ser usado en la evaluación de imagen de las congregaciones locales en sus comunidades locales. Las cualidades clave incluyen aspecto de la iglesia, hospitalidad de la congregación e interacción comunitaria. e) La institución de un programa variado de relaciones mediáticas y de control de las crisis para abordar las necesidades de información de los medios masivos en todos los niveles de la iglesia, con énfasis en cómo los adventistas contribuyen a la calidad de vida de sus comunidades. f) La inclusión de relaciones públicas básicas y de capacitación en comunicación masiva en todo curso formal teológico y pastoral, y en programas de educación continua para pastores.g) Los comunicadores y pastores de las iglesias locales recibirán capacitación similar para saber evaluar y aprovechar las oportunidades locales de comunicación. Todos estos programas han de erigirse sobre la base de la estrategia de comunicación de la iglesia. h) El desarrollo y la implementación de programas de concienciación de imagen de cinco y diez años por parte de cada División que aborde necesidades particulares de su División.i) La provisión de oportunidades para comunicarse, por medio de una variedad de estilos de camaradería y adoración, para satisfacer las necesidades de las diversas comunidades, así como reconocemos el valor del lenguaje y de la diversidad étnica dentro de la iglesia.

3) Beneficios proyectados

  1. a) La percepción pública de la iglesia cada vez más enfocada; hacia el cumplimiento de la comisión evangélica en forma tal que mejore la vida del individuo y de la comunidad.b) Trabajo de la iglesia en conjunto para mejorar la aceptación pública al llevar a cabo su misión. c) Cohesión y consistencia en la percepción de imagen.
  2. Divisiones y uniones

Debido a la amplia gama de diferentes tecnologías necesarias para comunicarse con las congregaciones locales, la diferente percepción pública de la iglesia en los países de las divisiones, y la necesidad de utilizar plataformas y planteamientos de comunicación adaptados a diferentes contextos en el que actúa la iglesia, debe haber continuación para el desarrollo de la estrategia en el ámbito de División y de Unión. Recomendado:

  1. Solicitar a cada División que utilice el proceso participativo desarrollado para los “seis problemas centrales” con el fin de implementar y desarrollar la estrategia de comunicación, y brindar informes acerca de las iniciativas de la estrategia para ser revisada por el Concilio de Estrategias de Comunicación.b. Solicitar a las comisiones de las divisiones/uniones que implementen; la estrategia de comunicación en el territorio de la División y que establezcan objetivos mensurables; para la revisión y la valoración de las iniciativas de comunicación.
  2. Instituciones que utilizan medios masivos para llegar a la comunidad (incluyendo centros de medios y casas editoras)

Recomendado: Solicitar a las instituciones que utilizan medios masivos para llegar a la comunidad (incluyendo centros de medios y casas editoras) que:a. Implementen en el mundo la estrategia de comunicación creando programas consistentes con la Declaración Estratégica.b. Acepten el papel clave para comunicarse con las audiencias no cristianas y seculares.

  1. Ciclo de planificación 1994-1997
  2. Recomendado: Adoptar el siguiente ciclo de planificación para 1994-1997

1) Acciones administrativas

  1. a) Concilio anual 1994: Distribución de la Estrategia como documento de estudio a los líderes de la iglesia.b) Juntas de División para fines del año 1994: Explicación y presentación preliminar del documento de estudio en las juntas de fin deaño de las divisiones.c) Juntas de Primavera* de 1995: Análisis y acción que recomienden la estrategia ante el Congreso de la Asociación General y el Concilio Anual 1995.d) Juntas de División de mitad de año en 1995: Presentación de la estrategia en las juntas de División de mitad de año. e) Congreso de la Asociación General: Análisis y adopción de la estrategia central en el Congreso de la Asociación General.f) Concilio Anual 1995: Acción final acerca del plan detallado.g) Juntas de División para fines del año 1995: Adopción e implementación de la estrategia por parte de las juntas de fin de año de las divisiones.
  2. Implementación de los planes - La implementación de la estrategia requiere:

1) La distribución de la estrategia.2) Capacitación para comprender el uso de la estrategia.3) Investigación básica para establecer medidas para la evaluación y la medición.4) Utilización de la estrategia como prueba.5) Contextualización de la estrategia para regiones y actividades específicas.6) Adopción de la estrategia como norma para la comunicación. Si bien esto puede llevar un período de varios años, pueden obtenerse resultados mensurables tempranos en estas áreas para el ciclo de implementación.

  1. Recomendado:

1) Solicitar al Concilio de Comunicación recientemente establecido que su prioridad número uno sea el desarrollo de un plan de implementación de tres, cinco y diez años.2) Adoptar el siguiente plan de implementación de tres años como plan interino hasta que se defina el plan formal. Este plan interino habrá de coordinarse con los calendarios eclesiásticos más amplios. (El trabajo de coordinación será responsabilidad del vicepresidente consejero del departamento de Comunicación y del director de Comunicación con la ayuda del asistente del Presidente para la planificación).

  1. a) 1995

(1) Tercer trimestre: Desarrollo de un currículum de capacitación para entender y utilizar la estrategia; provisiones presupuestarias hechas para los presupuestos de 1996 para la implementación de la estrategia.(2) Cuarto trimestre: Investigación básica realizada en 100 mercados designados, siendo al menos el 40% de los objetivos en áreas donde la iglesia tiene poca o ninguna actividad. La investigación básica incluirá 10 preguntas comunes a todas las divisiones.

  1. b) 1996

(1) Primer trimestre: Comienzo de una revisión estratégica de un año de duración por parte de instituciones, departamentos y divisiones mundiales sobre cómo contextualizar y adoptar el plan a situaciones locales; el desarrollo de los planes de acción para la implementación comenzará el primer trimestre de 1997.(2) Segundo trimestre: Informes iniciales recibidos de todas las divisiones mundiales de un Plan de Control de las Crisis, incluyendo cuatro componentes comunes:

(a) Protocolos escritos del control de las crisis.(b) Portavoz nombrado.(c) Cadena de mando en una crisis.(d) Estrategias para respuestas anticipadas ante una crisis.

(3) Tercer trimestre: Informes iniciales recibidos de todas las divisiones mundiales con los resultados de la estrategia en el área de evangelización, incluyendo tres componentes comunes:

(a) Investigación básica previa a un esfuerzo de evangelización.(b) Resumen de cómo se utilizó la estrategia en el esfuerzo de evangelización.(c) Investigación posterior al esfuerzo de evangelización para medir y evaluar los resultados.

(4) Cuarto trimestre: Informes iniciales recibidos de todaslas divisiones mundiales con la actividad de identificación pública, incluyendo tres componentes comunes:

(a) Investigación básica en mercados designados.(b) Tres por ciento de mejoramiento de la imagen pública en mercados con una presencia establecida de adventistas.(c) Cinco por ciento de mejoramiento de la imagen pública en mercados sin presencia adventista.

(5) Informe ante el Concilio Anual 1996 de tres iniciativas de prueba:

(a) Manejo de las crisis.(b) Evangelización.(c) Identidad pública.(6) Registro de planes de implementación regionales para 1997.

  1. c) 1997

(1) Primer trimestre: Lanzamiento de la implementación regional contexualizada, que tendrá continuación a lo largo de todo 1997.(2) Segundo trimestre: Informe ante el Concilio de Primavera* de 1997 por parte de las divisiones mundiales y de las instituciones eclesiásticas para el lanzamiento de la implementación.(3) Tercer trimestre: Inspección de las iniciativas de la estrategia por parte del Concilio de Comunicación.(4) Cuarto trimestre: Informe ante el Concilio Anual 1997 del progreso de las iniciativas regionales.

  1. d) 1998

Primer trimestre: Revisión y evaluación de las iniciativas regionales por parte de cada región.

  1. Concilio de Estrategias de Comunicación a. Recomendado: Nombrar un Concilio de Estrategias de Comunicación para la Asociación General como sigue:

1) Miembros:Presidente, Vicepresidente asignado a Comunicación Secretario, Director del departamento de Comunicación Además del presidente y del secretario, quince personas que representen varias funciones y habilidades de comunicación incluyendo las siguientes: Una persona de cada DivisiónLíder del departamento de ComunicaciónRedactoresRelaciones Públicas y Libertad ReligiosaMinisterios de emisión radialRelaciones públicas institucionalesLaicos especialistas en comunicación2) Términos de referencia

  1. a) Implementar el tema de comunicar “esperanza centrándose en la calidad de vida que es completa en Cristo”.b) Recomendar planes de acción a departamentos, divisiones o instituciones para ayudarlos a crear comunicación que sea coherente y consistente con la estrategia.c) Informar a las divisiones u otras entidades acerca de ideas específicas que la División y las otras entidades puedan utilizar para resolver problemas que las divisiones hayan presentado ante el concilio en la junta anual.d) Identificar y diseminar iniciativas de comunicación creativa de las divisiones e instituciones.e) Identificar individuos que puedan ayudar al concilio a desarrollar planes e ideas para recomendar.f) Establecer prioridades en el desarrollo de iniciativas de comunicación estratégica.g) Establecer costos para proyectos e iniciativas recomendados para su implementación.h) Recibir y revisar informes de las divisiones acerca del desarrollo de la estrategia de comunicación.

3) Fundamento administrativo

  1. a) Constituido por la Comisión Administrativa de la Asociación General e informado a ella.b) Informe para la Comisión de Presupuesto y Planeamiento Estratégico de la Asociación General.c) Las reuniones se alternarán anualmente entre Maryland, EE.UU., y las ubicaciones de las divisiones mundiales. La Asociación General cubrirá los gastos de viaje.; Otras recomendaciones de la Comisión:
  2. Estructura de Comunicación para la Asociación General a. Recomendado:

1) Organizar la comunicación en el ámbito de la Asociación; General con el fin de que sea parte de la tarea del Presidente bajo la dirección de un vicepresidente de la Asociación General asignado a comunicación (ver diagrama adjunto). 2) Definir el papel del vicepresidente general asignado a comunicación como sigue:

  1. a) Responsable ante el Presidente de la Asociación General del programa total de comunicación interna y externa de la Asociación General.b) Presidente de la Junta del Centro de Medios Adventista y de la Radio Mundial Adventista.c) Consejero de presidencia del departamento de Comunicación. d) Consejero de presidencia de la Oficina de Conciencia deMisión.

3) Asignar autoridad para hablar al público en general y a los medios en nombre de la Asociación General como sigue:

  1. a) El o los portavoces de la iglesia serán cuidadosamente seleccionados por la administración, y desempeñarán funciones designadas por la administración utilizando los criterios siguientes para la selección y la función:

(1) El portavoz generalmente no será miembro de la administración. (2) El portavoz tendrá acceso a la administración.(3) El portavoz estará muy familiarizado con el tema en cuestión.(4) El portavoz trabajará estrictamente en conjunto con el grupo de coordinación.

  1. b) Se crearán grupos de recursos para establecer bases de datos útiles para la iglesia en el desarrollo de novedades mediáticas que traten temas de interés para la iglesia y sus audiencias.

4) Establecer un sistema de comunicaciones para la Asociación General que les permita al Presidente de la Asociación General, al vicepresidente asignado a comunicación y al Director de Comunicación ser parte del proceso de consulta para determinar el contenido, el momento y la forma de emisión de la información, si tiene importancia local o internacional, si es para consumo interno o externo de la iglesia.

  1. Funciones departamentales a. Recomendado:

1) Solicitar a la Asociación General que realice un estudio más profundo de cómo pueden coordinarse las funciones de los departamentos de Relaciones Públicas y Libertad Religiosa, que se relacionan estrechamente con las del departamento de Comunicación. 2) Solicitar a la Asociación General que establezca una estructura con el fin de que las publicaciones de la iglesia también puedan ser coordinadas dentro de la estrategia de comunicación.

  1. Escuelas y cursos bíblicos por correspondencia a. Recomendado: Nombrar responsables de las escuelas y los cursos bíblicos por correspondencia al departamento de Ministerios Personales.
  2. Recursos estratégicos a. Recomendado:

1) Crear una lista de profesionales adventistas con capacitación y experiencia particulares en el área de facilitar cambios colectivos. Contratar los servicios de una o más de estas personas para que trabajen con el Concilio de Estrategias de Comunicación para evaluar la estrategia y crear la estructura necesaria para lograr el producto colectivo deseado y el cambio necesario para alcanzar los objetivos estratégicos. 2) Implementar grupos de recursos para establecer bases de datos útiles para la iglesia en el desarrollo de novedades mediáticas que traten temas de interés para la iglesia y sus audiencias.

* Léase otoñoen países del hemisferio sur.

Este informe fue elaborado por la Comisión de Estrategias de Comunicación y presentado el 10 de octubre de 1994 en las oficinas de la Asociación General, y fue aceptado por el Congreso de la Asociación General realizado en Utrecht, Holanda, del 29 de junio al 8 de julio de 1995.

Perspectiva y análisis

Introducción

La Iglesia Adventista del Séptimo Día y sus diversas organizaciones, en su preocupación acerca de la competencia y la rivalidad, desean clarificar su posición y recomendar ciertas orientaciones para las actividades que puedan incluir elementos de competición. Estas propuestas están dirigidas a orientar y guiar a los feligreses en forma individual, a las iglesias, asociaciones e instituciones de la iglesia desde la perspectiva de la Biblia y del Espíritude Profecía.;

El plan de Dios

1) Un camino mejor. El ideal es la cooperación y la unidad en la iglesia de Dios, como lo ilustra 1 Corintios 12:12-31, donde los diversos miembros que conforman la iglesia, simbolizados por las partes del cuerpo, trabajanjuntos para el bien de todo el ser. Esto es cooperación con simpatía; no hay rivalidad.2) El plan divino para su obra. “La edificación del carácter es la obra más importante que jamás haya sido confiada a los seres humanos, y nunca antes ha sido su estudio diligente tan importante como ahora... Nunca antes se hallaron los jóvenes frente a peligros tan grandes como los que tienen que arrostrar hoy... En el plan de vida de Dios hay un lugar para cada ser humano. Cada uno debe perfeccionar hasta lo sumo sus talentos, y la fidelidad con que lo haga, sean éstos pocos o muchos, le da derecho a recibir honor. En el plan de Dios no tiene cabida la rivalidad egoísta” ;(La educación, pp. 225, 226).;

Un enfoque equilibrado de la vida

Los adventistas creen que el hombre es un ser integral cuyas necesidades físicas, mentales, espirituales y sociales están entretejidas y son interdependientes. Están preocupados por el desarrollo total de todo individuo, sintiendo que cada persona necesita ejercicio físico planificado, consecuente y adecuado. Para satisfacer esta necesidad, a comienzos del siglo XX, las instituciones adventistas, generalmente ubicadas en zonas rurales, ofrecían abundantes oportunidades para hacer ejercicio físico.; Hoy las instituciones operan en ambientes cada vez más atestados, con oportunidades menguantes para el trabajo útil como medio de recreación. Además de este cambio de una sociedad rural a una urbana, las ocupacionesque demandan actividad física han disminuido, las tensiones han aumentado, y el tiempo libre está crecientemente ocupado por entretenimientos sedentarios tales como la radio, la televisión y las películas. Con el fin de compensar estos cambios, las instituciones educativas, las iglesias y otras instituciones deben estimular un enfoque cuidadosamente equilibrado de las actividades físicas.En la situación de cualquier iglesia o colegio que involucre actividades físicas, los resultados pueden ser benéficos si predominan los siguientes ideales: cooperatividad, utilidad, abnegación, un espíritu cordial, jugar por placer en lugar del deseo de ganar, y observar el espíritu de las reglas y no sólo la letra de ellas. “La recreación, cuando responde a su nombre, re-creación, tiende a fortalecer y reparar” (La educación, p. 207). No fomentará el egoísmo, la rivalidad, la hostilidad, las luchas, el amor por el dominio, el amor por los placeres o una excitación malsana. Un liderazgo efectivo se responsabilizará por lograr estos objetivos.

Propósitos y metas de las actividades eclesiásticas

Todos los programas y las actividades de la iglesia deben contribuir al desarrollo de un carácter cristiano y a un testimonio efectivo. Fomentarán el logro de los siguientes aspectos:

1) El pleno desarrollo del amor cristiano y la consideración abnegada por los demás (1 Cor. 13).

2) El respeto y el compañerismo mutuo entre los creyentes, como lo ilustra la figura del cuerpo de la iglesia como una unidad (1 Cor. 12).

3) La exclusión de la rivalidad egoísta, y el desarrollo de una experiencia superior en emprendimientos cooperativos.

4) El desarrollo de un cuerpo, una mente y un espíritu saludables.

5) La promoción y puesta en práctica de relaciones sociales sanas.

6) La inspiración y orientación hacia una adoración a Dios aceptable.

7) El estímulo en cada persona para buscar lo más elevado y lo mejor que pueda lograr en toda actividad digna.

8) La movilización de los inmensos recursos humanos de la iglesia para la salvación de las almas.Debe rechazarse cualquier actividad que tienda a malograr estos objetivos básicos.

Situaciones específicas

En armonía con las declaraciones de propósito anteriores, se recomienda lo siguiente para minimizar el uso de competencias donde haya rivalidad como herramienta motivadora dentro de la iglesia:

1) No estimular la exposición a actividades comerciales altamente competitivas.

2) Buscar actividades alternativas que satisfagan a los participantes y que eviten la competitividad malsana.

3) Con el fin de desarrollar incentivos para la acción y la participación individual y el progreso personal en la obra de la iglesia, el programa se estructurará de modo que las personas procuren alcanzar una norma de realizacionesmás bien que un sistema que involucre rivalidad entre personas, iglesias o instituciones.

4) Aunque se reconozcan los esfuerzos o los logros de los individuos o de los grupos, es importante que se haga de manera que se dé la gloria a Dios por el éxito obtenido más bien que estimular la glorificación de los individuos.

5) Se deberán preparar programas y actividades que proporcionen algún nivel de éxito para cada individuo, ayudándole a conservar la individualidad, la identidad, la personalidad y la dependencia constante de Dios. Cadaparticipante deberá recibir cierto grado de reconocimiento. Un reconocimiento tal evitará la extravagancia y las diferencias extremas.

6) Al reconocer las realizaciones, se considerará la manera en que quien las hizo pueda mejorar su eficiencia y efectividad en la obra de Dios.

7) Los informes estadísticos con respecto al crecimiento de la feligresía o de los asuntos financieros deben usarse con el fin de estimular las buenas obras y no como herramientas para expresar actitudes de rivalidad creadassólo para mejorar la eficiencia de las organizaciones.

8) El sistema de evaluación con notas en las instituciones educativas debe reflejar el crecimiento y el desarrollo personal del alumno individual, y su dominio de los requisitos esenciales en cada disciplina, en vez de indicarla posición relativa que tiene entre sus compañeros.

9) Cualquier actividad que se limite al éxito potencial de unos pocos será:

  1. a) interrumpida, o
  2. b) limitada a combinaciones temporarias en un ambiente de recreación, o
  3. c) usada como una herramienta necesaria para ayudar a identificar las habilidades básicas requeridas para entrar en una profesión específica (por ejemplo, tests de aptitudes o requisitos de ingreso a instituciones de desarrollo profesional).

10) La construcción y expansión de edificios para las iglesias y las instituciones educativas tendrán el propósito de satisfacer una necesidad y una función, con la debida consideración por el buen gusto, las demandas estéticas y la sencillez de la hermosura arquitectónica. Todo intento de erigir edificios que superen o rivalicen con edificios de una institución o asociación hermana, se considerará como incompatible con los ideales adventistas.; “No debemos fiar en el reconocimiento del mundo ni en la distinción que nos pueda dar. No debemos tampoco tratar de rivalizar, en cuanto a dimensiones y esplendor, con las instituciones del mundo... sino cultivando un espíritu manso y humilde como el de Cristo” (Joyas de los testimonios, t. 3, p. 122).

11) Siendo que la rivalidad y muchas actitudes egoístas pueden originarse en el hogar, es imperativo que los padres cultiven en sus hijos las actitudes que evitarán, en el futuro de ellos, la rivalidad egoísta.;

Actividades patrocinadas por la iglesia con elementos de competición

Las normas establecidas para las realizaciones, y las presiones que resultan de ellas, no deben confundirse con la rivalidad destructiva. En todas las áreas de la actividad de la iglesia se reconoce que puede haber normas de realizaciones establecidas por las organizaciones y las comisiones controladoras. Las orientaciones dadas más arriba se aplicarán a todas las actividades y programas de la iglesia, las asociaciones y las instituciones, tales como:

1) Campañas

2) Concursos: concursos realizados en los colegios, concursos de oratoria, de Conquistadores, de conocimientos bíblicos, debates

3) Recreación, incluyendo programas atléticos

4) Sistemas de calificaciones 1

5) Becas, honores académicos

6) Luchas por ocupar cargos

7) Diseño, estilo y dimensiones de los edificios

8) Alcanzar los blancos de la iglesia.;

Control de los programas motivadores

Siendo que un liderazgo sabio es esencial para poner en acción y controlar los programas motivadores, son oportunas las siguientes observaciones:1) Liderazgo.Al seleccionar líderes para los programas de la iglesia, se enfatizarán las siguientes cualidades:a) Espiritualidad, dedicación, experiencia y capacidad organizativa.b) La capacidad de obtener el respeto de los estudiantes y de otros dirigentes, y mantener una autoridad y disciplina adecuada.c) Dedicación al propósito y las metas afirmadas en esta declaración. d) La capacidad de desafiar e inspirar a los participantes para tomar parte con entusiasmo en el logro de las metas propuestas.e) El conocimiento acerca de las actividades en las que están involucrados, y de las implicaciones de ellas: físicas, ;mentales, espirituales y sociales.2) Salvaguardias y controles. La experiencia ha demostrado la necesidad de establecer salvaguardias y controles apropiados en las actividades de la iglesia.La puesta en práctica de ellos incluye lo siguiente:a) Obtener y usar equipos e instalaciones aceptables con todas las precauciones de seguridad adecuadas.b) Hacer planes para el transporte de grupos de la iglesia bajo la conducción y dirección de adultos responsables.c) Respetar el sábado, absteniéndose de viajar en relación con actividades seculares y, en lo posible, con actividades religiosas.d) Contratar un seguro amplio para la protección de los participantes y del equipo, incluyendo el medio de transporte.e) Proteger la salud y la seguridad de los grupos en viajes, absteniéndose, hasta donde sea posible, de viajar de noche, de comer a horarios irregulares y de hospedaje incómodo.;

Actividades físicas y recreativas organizadas

1) Objetivos de las actividades físicas.a) Mejorar el desarrollo físico y las funciones corporales del participante.b) Desarrollar el control neuromuscular del individuo en los movimientos fundamentales, la mecánica general del cuerpo y las habilidades básicas que armonicen con los principios presentados en esta declaración.c) Eliminar los defectos de las personas que pueden ser corregidos, y mejorar la condición física general de ella, hasta donde éstos puedan ser influenciados por un programa de ejercicios adecuadamente diseñado.d) Lograr el desarrollo mental e intelectual mediante el uso de estrategias, hacer decisiones bajo presión y la organización del pensamiento necesarios para operar con éxito.e) Lograr el desarrollo del carácter por medio de la disciplina propia, la confianza propia, el control emocional, el respeto por los derechos de los demás y una conducta moral y ética basada en los ideales cristianos.f) Proporcionar experiencias físicas adecuadas, y reconocer los logros alcanzados que contribuirán al fortalecimiento de la personalidad, la estabilidad emocional y las relaciones sociales cooperativas.g) Desarrollar las cualidades espirituales y las características sociales que conforman un buen ciudadano con moral y ética cristianas para guiarlo en las relaciones humanas.h) Desarrollar habilidades recreativas que tengan una función beneficiosa, como ser actividades para el tiempo libre a lo largo de la vida. i) Desarrollar habilidades de seguridad y de defensa propia que aumentarán la capacidad para protegerse y ayudar a otros en las actividades diarias y en las emergencias. Debe evitarse el adiestramiento en las artes marciales y las actividades físicas que enfatizan la agresividad y la competitividad.j) Desarrollar la percepción de los valores estéticos inherentes en las actividades físicas y recreativas.k) Promover el amor por la naturaleza y el aire libre, y reconocer la contribución que cada uno puede hacer para vivir una vida más feliz y abundante.l) Ayudar a desarrollar una filosofía de la vida que incluya las actitudes y prácticas apropiadas con respecto al cuidado del cuerpo de cada uno. Actividades como las siguientes han promovido el enfoque equilibrado del desarrollo físico, mental, espiritual y social, y pueden seguir promoviéndose.# Recreación al aire libre y actividades en la naturaleza como la natación,el ciclismo, la colección de rocas, inmersiones con escafandra autónoma, exploración de cavernas, y otras actividades recreativas.# Ocupaciones recreativas como la cerámica, la lapidación o corte de rocas semipreciosas, la mecánica de automóviles, la agricultura, trabajos en madera, trabajos en cuero, escultura y fotografía.# Programas “intramuros” formalmente organizados y adecuadamente dirigidos, que involucren la participación como miembros de equipos y a todos aquellos que deseen tomar parte en ellos.;

Actividades “intramuros” y recreativas

“Intramuros” significa “dentro de los muros”, y tales actividades están limitadas a las personas en cada iglesia, escuela o institución específica.Cuando se las conduce adecuadamente, desarrollarán el carácter, beneficiarán el físico y establecerán relaciones grupales sanas. Para asegurar que se obtengan beneficios saludables derivados de un programa intramuros deactividades recreativas, se recomiendan los siguientes objetivos:

1) Se debe establecer una comisión de líderes representativos y algunos participantes para hacer los planes y controlar las actividades recreativas organizadas en una iglesia, escuela o institución.

2) Los directores de las actividades físicas deben darse cuenta de la necesidad que tienen los participantes de un programa equilibrado que incluya recreaciones que no sean sólo deportes.

3) Se debe establecer una clasificación de los participantes basados en factores tales como el tamaño físico, la edad y las habilidades, y se debe hacer provisión para incluir a todos los que deseen participar.

4) Se debe cuidar de proveer el equipo y las instalaciones adecuados, en bien de la salud y la seguridad.

5) Un requisito de las actividades físicas organizadas debe ser la orientación de participantes y espectadores en cuanto a la filosofía y los objetivos afirmados en esta declaración.

6) Se deben evitar los excesos en las reacciones de los equipos y los espectadores, y debe haber oficiales bien calificados para asegurar un espíritu sano en la participación.

7) Los participantes en los equipos deben rotarse periódicamente con el fin de disminuir la rivalidad.

Deportes intercolegiales

La Iglesia Adventista del Séptimo Día se opone a las ligas intercolegiales (conocidas generalmente como atletismo interuniversitario) en su sistema educativo. Las razones principales para ello son:

1) Los riesgos inherentes que resultan de la rivalidad en la competencia, y que tienen el potencial de ser exagerados en eventos entre organizaciones; y

2) El tiempo, el personal y las finanzas que se les dedican, los cuales generalmente no están en proporción con el número de personas que pueden participar.

Conclusiones

1) Los cristianos deben actuar con los motivos más elevados en su búsqueda de excelencia atlética.

2) Los juegos amistosos ocasionales, que involucran instituciones en reuniones sociales conjuntas, no son clasificadas como atletismo intramuros o interescolares.

3) Todas las personas tienen talentos: algunos más, otros menos. Dios espera la fidelidad en el servicio sin tomar en cuenta los talentos o la paga (Mat. 20:1-16). Aun cuando Dios distribuye los talentos en forma diferente, él espera que las personas desarrollen los que tienen hasta lo mejor de sus habilidades; y se les darán responsabilidades en armonía con su fidelidad. La Biblia nos recuerda: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís” (Col. 3:23).2

Esta declaración fue aprobada y votada por la Junta Directiva de la Asociación General en el Concilio Anual realizado en Nairobi, Kenia, el 7 de octubre de 1988.

Referencias:

1 Se reconoce que en muchos sistemas educativos la promoción de un nivel de educación a otro se basa en las notas obtenidas en exámenes competitivos. Los exámenes de admisión a las escuelas profesionales o de posgrado, necesarios en la preparación para ciertas vocaciones, permiten que ingresen los que alcanzan excelencia por sobre sus compañeros, o que hayan obtenido notas altas en las clases. También el éxito en muchas vocaciones en las que participa mucha gente puede lograrse sólo por actuar en un nivel más alto que los demás. Siendo que algunos aspectos de la competencia son inherentes a la vida moderna, el cristiano genuino minimizará los tales todo lo que pueda. Se espera que las orientaciones aquí presentadas sean útiles para eliminar la rivalidad egoísta o la competencia malsana que tanto daño hace en el desarrollo de un carácter cristiano.

2 Los Editores:Un análisis más detallado de este mismo documento puede verse en la Revista Adventista de febrero de 1989.

Declaración de la responsabilidad espiritual de la familia de la fe

La historia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día está llena de ejemplos de personas e instituciones que han sido, y son, testigos vibrantes de su fe. Debido a su apasionado compromiso con su Señor, y al profundo aprecio por su ilimitado amor, todos tienen el mismo blanco: compartir las Buenas Nuevas con los demás. El texto bíblico clave que los motivó, texto que inflama a los adventistas en todas partes, conocido como la Comisión Evangélica, el mandato del mismo Señor, está registrado en Mateo 28:19 y 20, y dice: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Otras versiones, como la Nácar- Colunga, traducen: “Id, pues; enseñad a todas la gentes...” Esta orden del mismo Señor es sencilla, hermosa y cautivante, y es para todos sus seguidores, sean miembros, pastores o administradores: Id...; enseñad... bautizad... haced discípulos.

Este principio es la chispa de encendido de la misión de la iglesia y establece la norma para toda evaluación, y toda medición, del éxito. Afecta a todos, cualesquiera sean sus responsabilidades, sean laicos u obreros abarca todos los aspectos de la vida de la iglesia, desde la iglesia local hasta la Asociación General; y alcanza a las escuelas, colegios y universidades, casas editoras, instituciones de salud y organizaciones de alimentos saludables. Este compromiso está implícito, incorporado, como encapsulado, en los votos bautismales, en las declaraciones de misión, en las metas y objetivos, y en los reglamentos y estatutos de la iglesia: “Para dar testimonio de su amante salvación”, “para ayudar en la proclamación del evangelio eterno”, “para proveer el pan de vida a las multitudes” y para “fortalecerlos en su preparación para su pronto retorno”. La cuádruple orden de ir... enseñar... bautizar... hacer discípulos resuena en todos los lugares donde los adventistas trabajan o se reúnen. A medida que la iglesia crece en tamaño y complejidad, más y más feligreses, pastores y administradores se han hecho serias preguntas acerca de cómo la iglesia está cumpliendo la Comisión Evangélica. Las ruedas y los engranajes de la iglesia, ¿producen apenas productos y servicios que, aunque están sobre el promedio, no pueden fácil y rápidamente distinguirse de sus contrapartidas seculares? ¿O está la iglesia asegurándose de que sus productos y servicios básicos revelen al mundo el camino hacia la vida eterna? Nada debe ser excluido de estas preguntas, no importa si se trata de los servicios de adoración de la iglesia local o de los programas y productos de los campos e instituciones de la iglesia. Ha llegado el tiempo para que la iglesia como un todo se pregunte y responda las difíciles cuestiones sobre cómo está relacionándose con el principio guiador de la Comisión Evangélica. ¿Cómo puede ese principio guiador ser una realidad en las vidas de los feligreses, los pastores y las congregaciones? ¿Cómo pueden ellos medir su progreso en el cumplimiento de; este mandato? ¿Cómo pueden las universidades de la iglesia, los colegios secundarios y superiores, las fábricas de alimentos, las clínicas, las institucionesmédicas de alta complejidad, las casas editoras y los centros de comunicaciones cumplir su responsabilidad tomando como base la Comisión Evangélica?Este desafío requiere una aproximación franca y analítica para determinar dónde está la iglesia en relación con el mandato del Señor. No es suficiente medir el éxito por las normas seculares, ni es suficiente darles prioridad a esos estándares. El compromiso total para con Dios incluye, esencialmente, la aceptación total de los principios del cristianismo tal como están bosquejados en la Biblia y en el Espíritu de Profecía. Las congregaciones, las instituciones, los obreros y los feligreses pueden fácilmente encontrar satisfacción en alcanzar blancos, reunir recursos, completar edificios, equilibrar presupuestos, obtener o renovar acreditaciones y, sin embargo, dejar de cumplir su responsabilidad ante Dios con respecto a la Comisión Evangélica. La primera y constante prioridad de la iglesia debe ser esta orden del Señor: Id... enseñad... bautizad... haced discípulos.Aunque la Comisión Evangélica no cambia, su cumplimiento se demuestra en diferentes formas, por ejemplo: Un pastor trabaja en un contexto diferente del de un profesor en el aula, o del de un médico o un administrador de institución. Pero, se trate de un rol personal o institucional, cada uno es responsable ante el mandato de Dios. Entre los grandes beneficios que se derivan cuando se evalúa la efectividad del cumplimiento de esta misión, está la creciente confianza que se desarrolla cuando cada feligrés, cada pastor, cada administrador y cada institución de la iglesia toma en cuenta esta prioridad y le presta la debida atención. La familia de Dios reconoce que cada persona es individualmente responsable ante Dios. Al mismo tiempo, los creyentes son amonestados a examinarse a sí mismos (ver 2 Cor. 13:5). Así como un proceso de evaluación espiritual tiene su lugar en la vida personal, así también y seguramente tiene su lugar en la vida organizacional. Una evaluación espiritual, aunque es apropiada, es también un asunto muy delicado,; porque los humanos vemos sólo en parte. El marco de referencia terrenal siempre está limitado a lo que es visible y al breve período que rodea al presente. A pesar de eso, podemos ganar mucho mediante una evaluación cuidadosa y meditada de nuestra vida personal y de la vida organizacional. Es posible descubrir e identificar varios principios que pueden guiarnos en tal evaluación y, aunque cualquier intento será incompleto, las siguientes áreas de evaluación específica nos ayudarán a concientizarnos de la responsabilidad que tenemos para con Dios y para con la misión, que es, precisamente, una parte integral de la relación y el compromiso del cristiano con él. La siguiente lista no agota todas las áreas que necesitan atención, pero los principios bosquejados aquí se aplican también a otras personas, organizaciones e instituciones.

Qué implica “Compromiso total con Dios” para cada feligrés individualmente

A cada adventista del séptimo día, sea obrero o laico, se le promete el don del Espíritu Santo que le permitirá crecer espiritualmente en la gracia del Señor y le dará poder para desarrollar y usar los dones espirituales en el testimonio y el servicio. La presencia del Espíritu Santo en la vida del creyente se demuestra al:
● Mantener un hogar cristiano en el que las normas y los principios de Cristo se enseñan y se ejemplifican.
● Vivir una vida que se goza en la certeza de la salvación, impulsada por el Espíritu Santo para dar un testimonio personal efectivo a los demás, y que desarrolla con Cristo un carácter amable, consecuente con la voluntad; de Dios revelada en su Palabra.
● Usar los dones espirituales que Dios ha dado a cada uno.
● Dedicar el tiempo, los dones espirituales y los recursos, con oración y en forma sistemática, para proclamar el evangelio y, ya sea individualmente o como parte de la familia de la iglesia, llegar a ser la sal y luz del Señor al compartir su amor en la vida de familia y en el servicio a la comunidad, motivado siempre por el sentido del pronto regreso del Señor y por su mandato de predicar su evangelio tanto en el hogar como fuera de él.
● Participar en un plan sistemático de crecimiento espiritual y evaluación de la forma en que uno camina con Dios, formando parejas de socios espirituales mutuamente responsables, cuyo principal objetivo sea el de ayudarse unos a otros con oraciones.

Qué implica “Compromiso total con Dios” para un pastor de iglesia

Un pastor adventista del séptimo día, llamado y capacitado por el Espíritu Santo, e impulsado por el amor a las almas, dirige a los pecadores hacia Cristo como Creador y Redentor y les enseña cómo compartir su fe y llegar a ser discípulos eficaces. Comparte regularmente una dieta espiritual equilibrada y fresca, resultado de su comunión con Dios y con su Palabra. El pastor muestra la gracia salvadora y el poder transformador del evangelio al:
● Empeñarse en que su familia sea un modelo de lo que el Señor espera del matrimonio y la familia.
● Predicar sermones basados en la Biblia, sermones cristocéntricos, que alimenten a los miembros y apoyen a la iglesia mundial, enseñándoles las creencias fundamentales con un sentido de urgencia basado en la comprensión adventista de las profecías tal como las enseña la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
● Invitar a todos a someterse al poder transformador del Espíritu Santo con el fin de que el evangelio pueda ser manifestado en la vida compasiva del creyente dirigido por la fe.
● Conducir a la iglesia local en una vigorosa actividad evangelizadora que dé como resultado no sólo un incremento de la hermandad, sino también el establecimiento de nuevas congregaciones, manteniendo, sin embargo, un fuerte apoyo tanto a la obra local como a la obra mundial de la iglesia.
● Dar evidencias de un ministerio eficaz al aumentar numéricamente la feligresía y al crecer en experiencia espiritual y en la adoración, apresurando así el regreso del Señor.
● Priorizar el crecimiento espiritual personal y la eficacia en la misión al participar regularmente en procesos de evaluación de los resultados espirituales. La División desarrollará un modelo de evaluación para ser aplicado en cada Unión/Asociación/Misión, que incluya un módulo de autoevaluación, como también aspectos que se refieran a la responsabilidad del pastor para con la(s) congregación(es) y hacia la Organización mundial de; la iglesia.

Qué implica “Compromiso total con Dios” para una iglesia local

Una congregación adventista del séptimo día actúa creativamente y con un sentido de autocrítica, como una comunidad que testifica y edifica, facilitando la proclamación del evangelio, tanto a nivel local, como nacional y aun global. Una congregación tal vive en el mundo como “el cuerpo de Cristo”, mostrando la misma preocupación y acción positiva para con aquellos con quienes entra en contacto, como la que mostraba el Señor en su ministerio terrenal, al:
● Demostrar una absoluta seguridad en la gracia salvadora de Cristo y un compromiso con las enseñanzas distintivas de su Palabra.
● Comprender y aceptar su papel como; parte de un movimiento final que tiene la responsabilidad de propagar el evangelio a nivel local, nacional y global.
● Desarrollar planes estratégicos para compartir las Buenas Nuevas en su comunidad, con el objeto de asegurarse que las personas comprendan cómo puede Jesús cambiar sus vidas y prepararlas para su pronta venida, y al ayudar a establecer nuevas congregaciones.
● Edificar la vida de los feligreses y sus familias con el fin de que crezcan espiritualmente y prosigan confiadamente en la misión y en las verdades expresadas por medio de la iglesia remanente.
● Reconocer el privilegio de ser una congregación adventista del séptimo día y su correspondiente responsabilidad para con la familia mundial de Iglesias Adventistas, tal como está bosquejada en el Manual de la iglesia al aceptar e implementar planes amplios que permitan la difusión del evangelio en contextos cada vez más abarcantes; y al participar en el sistema organizativo, financiero y representativo de la iglesia, destinado a facilitar la acción misionera mundial.
● Participar en un plan de evaluación que lleve a la congregación a descubrir cuáles son sus puntos fuertes y sus puntos débiles, y cuáles son los avances hechos en su misión de enseñar, bautizar y hacer discípulos. El plan de evaluación será normalmente un programa de autoevaluación realizado anualmente por toda la congregación en pleno; aunque periódicamente deberá incluir una evaluación de la participación en, y la responsabilidad para con, la Organización más amplia a la que pertenece. Cada División ayudará en el desarrollo del proceso de evaluación, en consulta con las uniones y las asociaciones/misiones locales, para ser usado dentro de su territorio.

Qué implica “Compromiso total con Dios” para los colegios primarios y secundarios

Un colegio de nivel primario o secundario crea un clima que nutre a los alumnos mental, física, social y espiritualmente, e instila en ellos confianza en la pertinencia, el papel, el mensaje y la misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Los colegios proveen excelencia en la educación adventista al:
● Desarrollar, para la institución, un plan maestro espiritual abarcante y un currículo para todas las materias que, además de la excelencia académica, apoyen la visión mundial de los adventistas e integren la fe con la enseñanza.
● Emplear a profesores adventistas, totalmente comprometidos y profesionalmentecompetentes, que integren la fe con el conocimiento al nu-trir a sus alumnos para que sean buenos ciudadanos y miembros de iglesia.
● Trabajar con los padres y las congregaciones locales para asegurar quecada alumno conozca las demandas de Cristo y tenga la oportunidad de decidirseen favor de él y ser bautizado.
● Transmitir a los alumnos una comprensión de la razón bíblica de laexistencia del pueblo de Dios en los últimos días, y de cómo pueden participaren el cumplimiento de la misión de la iglesia.
● Involucrar al personal y a los alumnos en actividades de extensión delevangelio en formas que sean apropiadas a la edad de ellos, planificandooportunidades para la testificación en la comunidad.
● Participar sistemáticamente en un proceso de evaluación espiritualdesarrollado por la División, y puesto en práctica por las uniones/asociaciones/misiones, que proporcione informes anuales para presentar a la juntadirectiva de la institución y a los delegados al congreso del campo local.

Qué implica “Compromiso total con Dios” para las instituciones superiores

y las universidades

Una institución superior o universidad adventista del séptimo día ofrecea los jóvenes adventistas y a otros jóvenes de las localidades circundantesque deseen tener la oportunidad de estudiar en un ambiente adventista,una educación de nivel terciario y/o de posgrado académicamente sólida,demostrada al:
● Desarrollar un plan maestro espiritual amplio, propuesto por el personalde la institución y aprobado por su junta directiva, que identifique lasverdades y los valores espirituales, tanto de conocimiento como de relación, que la institución se ha comprometido a compartir con sus alumnos; e indique en qué oportunidades de un período determinado, y mediante qué medios, serán transmitidos esos valores.
● Mantener un ambiente, tanto en el aula como en todo el campus, que asegure oportunidades tanto para la instrucción académica como para encuentros evangélicos, con el objeto de producir graduados que sean reconocidos por la iglesia y por la sociedad por la excelencia académica y espiritual de sus vidas; hombres y mujeres que sean bien equilibrados mental, espiritual y socialmente; hombres y mujeres que amen a su Señor, que mantengan en alto las normas divinas en su vida diaria, que ayuden a formar congregaciones locales sólidas y prósperas, y que actúen como la sal y la luz de sus comunidades, sean laicos u obreros.
● Afirmar inequívocamente en el aula, y en la vida diaria del campus,; las creencias, las prácticas y la visión mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, compartiendo el gozo del evangelio, demostrando confianza en el papel divinamente establecido para el movimiento adventista y en su continua significación dentro del plan de Dios para estos últimos días, facilitando las actividades para que los profesores, el personal y los alumnos puedan testificar y realizar servicio cristiano; y estimular a profesores y empleados a; vivir un estilo de vida consecuente que se manifieste por medio de relaciones positivas y formativas con los estudiantes;
● Emplear a profesores adventistas, totalmente comprometidos y profesionalmente competentes, que sean activos en su iglesia local y que integren la fe y el conocimiento en el contexto de la formación de sus alumnos para que lleguen a ser miembros productivos tanto de la sociedad como de la iglesia del Señor, y que interactúen con los padres de los alumnos y otras personas interesadas en la educación, con el fin de comprender y poner en práctica las elevadas expectativas académicas y espirituales que tiene este programa;; educativo al servicio de la juventud.
● Evaluar el cumplimiento de los objetivos bosquejados en el plan maestro espiritual mediante un programa de evaluación amplio, preparado por el mismo personal docente, y aprobado por la junta directiva respectiva, diseñado en forma suficientemente específica para que permita evaluar cada aspecto de la vida en el campus; que sirva para guiar a la administración de la institución educacional superior o universidad a tomar las medidas afirmativas o correctivas que sean necesarias, que sirvan de base para los informes anuales acerca de la salud espiritual de la institución presentados a la junta directiva y a los delegados al congreso del campo local.
● Someter el plan maestro propuesto para el área espiritual, y su programa de evaluación, a un panel internacional de educadores altamente calificados, nombrado por la Asociación General, el que a su vez, entregará a la junta directiva de la institución educacional superior o universidad la evaluación escrita del plan maestro en el área espiritual y de su programa de evaluación.

Qué implica “Compromiso total con Dios” para los hospitales y otras instituciones médicas

Un hospital o institución médica adventista ofrece, en la comunidad donde sirve, atención de la salud de la más alta calidad, dirigida a la persona total, desarrollando un plan amplio de evaluación espiritual que incluya:
● Crear una atmósfera positiva, bien planificada, que se concentre en lapresencia sanadora del Señor.
● Desarrollar un equipo de médicos y enfermeros profesionalmente competentes, orientados hacia la misión, y que sean compasivos; que ministren con sensibilidad a los pacientes desde el contexto de su fe cristiana como también de las creencias distintivas de los adventistas.
● Asegurarse de que todos los que estén dentro de la esfera de influencia de la institución perciban que las instalaciones para el cuidado de la salud son parte de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, para lo cual la institución deberá desarrollar programas de orientación para el personal, y de testificación a la comunidad, que representen positivamente tanto al hospital como a la iglesia ante las personas a quienes sirve la institución.
● Estimular con sensibilidad las inquietudes espirituales de los pacientes y responder a ellas en forma sistemática.
● Aplicar los recursos financieros y humanos que sean posibles para participar en la misión local, nacional y global de la iglesia en las áreas del cuidado de la salud y educación para la salud.
● Demostrar responsabilidad en el cumplimiento de la misión mediante la participación, por lo menos una vez cada tres años, de un proceso amplio de evaluación, desarrollado, planificado y supervisado por la junta directiva de la División, para evaluar el progreso en la obtención de resultados misionales específicos y mensurables.8

Qué implica “Compromiso total con Dios” para las instituciones de comunicación masiva: Casas editoras, centros de comunicaciones, Servicios Educacionales Hogar y Salud, y estaciones de radio

Las instituciones de comunicación masiva adventistas proporcionan productos de calidad que refuerzan la misión de la iglesia y el compromiso de sus miembros con dicha misión al:
● Estimular iniciativas y al distribuir sólo aquellos productos que contribuyan a la proclamación del evangelio y a la formación de los feligreses, dentro del contexto del mensaje; del tiempo del fin.
● Planificar y apoyar actividades evangelizadoras que puedan llevar a contactos personales, involucrando a las congregaciones locales, donde sea posible.
● Usar la tecnología y los medios de comunicación dentro de las posibilidades de los recursos financieros disponibles, de modo tal que dichos recursos sean maximizados para el cumplimiento de la misión de la iglesia.
● Coordinar iniciativas con otras entidades de la iglesia para asegurar; una adecuada interacción entre ellas, con el objeto de apoyar los programas y proyectos relacionados.
● Asignar personal, en la medida de las posibilidades, para ayudar a los pastores y a las congregaciones en los programas de seguimiento de las personas alcanzadas, y para operar un sistema de retroalimentación para desarrollar o modificar productos.
● Establecer, bajo la dirección de las juntas administradoras correspondientes, revisiones periódicas de los materiales y programas, tanto para los feligreses como para el público en general, con el fin de proporcionar a las administraciones un análisis de la eficacia en el logro de las metas misioneras; asegurar la armonía de dichos materiales con las creencias y prácticas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día; y preparar informes para presentar a cada reunión regular de los cuerpos legales correspondientes y a las juntas directivas.

Qué implica “Compromiso total con Dios” para las industrias de alimentos saludables

Una fábrica de alimentos adventista desarrolla productos que contribuyen; positivamente a la salud, y que, además, proporcionan recursos que ayudan a proclamar el mensaje del evangelio en estos últimos días, al:
● Fabricar y vender únicamente aquellos productos que sean consistentes con los principios divinos de la dieta y la salud.
● Adiestrar personal para informar al público acerca de las prácticas de vida saludable, y ayudar a la iglesia a desarrollar una mejor salud entre los feligreses.
● Proveer alimentos vegetarianos de bajo costo para los países en desarrollo.
● Implementar programas mediante los cuales, quienes hayan recibido la influencia del mensaje de salud, puedan recibir información adicional; acerca de la iglesia.
● Incluir en el presupuesto financiero ayuda para la misión de la iglesia; sobre la base que la División haya establecido.
● Evaluar periódicamente los logros obtenidos en términos de eficiencia, retorno de las inversiones, y contribución a la misión de la iglesia, con base en un sistema administrado por la junta directiva de la industria y aprobado por la junta directiva de la División, en consulta con la Asociación Internacional de Alimentos Saludables.

Qué implica “Compromiso total con Dios” para una unión o un campo local Una unión o campo local de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, con un liderazgo que tenga una relación personal con Jesús y esté sometida a la conducción del Espíritu Santo, motiva a los feligreses, pastores, profesores y todos los demás obreros denominacionales a presentar a sus vecinos y a sus comunidades la verdad salvadora para estos días finales, supervisando y estableciendo prioridades en sus planes, iniciativas y finanzas, para dar el primer lugar a un testimonio continuo en favor de la ganancia de almas y su edificación espiritual, al:
● Identificar y promover los objetivos espirituales, tanto de evangelización como de crecimiento, de la unión, la asociación o la misión y, median- te un proceso de planificación estratégica y financiera, involucrar la participación colectiva de sus miembros y organizaciones.
● Demostrar, mediante el ejemplo personal de los líderes, que la iglesia continúa sin vacilaciones llevando adelante su papel divinamente asignado como testigo a este mundo necesitado y moribundo.
● Alimentar espiritualmente y apoyar a los pastores, a los miembros y a las congregaciones, con el fin de que puedan crecer como discípulos y experimentar con diversas formas de cumplir con la Comisión Evangélica.
● Ejercer el liderazgo administrativo de las instituciones y entidades bajo su dirección, con el fin de asegurar que la misión de la iglesia se mantenga claramente en foco, y de desarrollar y poner en práctica iniciativas para establecer nuevas congregaciones en comunidades y regiones donde sean necesarias.
● Asegurar que las provisiones presupuestarias para las actividades evangelizadoras locales, nacionales y globales, sean cuidadosamente balanceadas en relación con los recursos destinados para el alimento espiritual de los creyentes, y que se le dé a ambos la más alta prioridad.
● Cooperar con la División en el desarrollo y la puesta en práctica de procesos de evaluación, revisados por una comisión designada por la Asociación General, mediante la; cual los miembros, los pastores, las congregaciones, las instituciones, las asociaciones y misiones y las uniones puedan graficar su compromiso y eficacia al llevar adelante la Comisión Evangélica, informando los resultados a las respectivas juntas y congresos.

Qué implica “Compromiso total con Dios” para la Asociación General y las Divisiones

La Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día y sus divisiones mundiales, con un cuerpo de líderes que tienen una relación personal con Jesús y que se someten a la dirección del Espíritu Santo, proporciona la dirección general y global para la vida espiritual y la misión de la iglesia, desarrolla planes y reglamentos estratégicos, genera iniciativas y programas, y asigna recursos financieros y humanos en formas que demuestran la urgencia en completar la misión de la iglesia y la subordinación al mandato de ir... enseñar... bautizar... hacer discípulos, al:
● Dar prioridad, en los concilios anuales y de primavera de la AsociaciónGeneral y en las juntas directivas de la División, al desarrollo de la vida espiritual de una iglesia en crecimiento con la clara misión de predicar el evangelio eterno, en el tiempo del fin, y llevar el mensaje de los tres ángeles a todo el mundo.
● Nombrar pequeñas comisiones con representación internacional, según se vea necesario, para evaluar y hacer recomendaciones a las juntas apropiadas con respecto a la evaluación de los programas que se están desarrollando.
● Asegurar que las administraciones y juntas directivas de las instituciones bajo su dirección establezcan procesos de rendición de cuentas en el área espiritual, que den evidencia de su dedicación a la misión en estos días finales de la iglesia, y que demuestren su efectividad en lograrla.
● Exigir que las iniciativas y actividades de alcance limitado, aunque tengan algún mérito en sí mismas, estén realmente subordinadas a las metas más amplias y coordinadas de la misión de la iglesia, disponiendo el desembolso de los presupuestos con el propósito de promover la promulgación del evangelio a todo el mundo.
● Asegurar que la misión de la iglesia sea claramente comprendida y puesta en práctica mediante procesos de evaluación para ver el progreso en el cumplimiento de los objetivos misionales, que involucran tanto el desarrollo de los feligreses como las actividades evangelizadoras.
● Desarrollar un plan maestro espiritual y un programa de evaluación, “monitorados” por una comisión nombrada, en cada nivel, por la junta directiva de la Asociación General/División con el fin de evaluar la eficacia de la Asociación General/División en relación con la misión de la iglesia, y asistiendo a todas las organizaciones de la iglesia e instituciones en la evaluación de su plan maestro espiritual y en sus programas de evaluación. Realmente, el mandato espiritual es sencillo: Id... enseñad... bautizad... haced discípulos. Los feligreses responsables en la Iglesia Adventista del Séptimo Día y todos los obreros de la iglesia deben recordar que cada uno tendrá que rendir cuentas ante Dios en relación con este mandato. Algún día, en el gran tribunal, el Señor preguntará: “¿Qué has hecho, apoyado en mi gracia, con tus dones, tus talentos y con las oportunidades que te di?” Como lo hizo hace dos mil años, el Señor manda a su iglesia hoy: “Por tanto id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo,; y del Espíritu Santo”.;Id... enseñad... bautizad... haced discípulos. El compromiso total con Dios exige el cumplimiento de esta comisión, que sigue siendo la base de la única y verdadera medida del éxito.

Este documento fue discutido y votado por la Junta Directiva de la Asociación General en las sesiones del Concilio Anual realizado en San José, Costa Rica, entre el 1º y el 10 de octubre de 1996.

Considerando que la creencia en una creación literal en seis días está indisolublemente ligada con la autoridad de las Escrituras; y Considerando que tal creencia se entrelaza con otras doctrinas de las Escrituras, incluyendo el sábado y la expiación; y considerando que los adventistas comprendemos nuestra misión, como está indicada en Apocalipsis 14:6 y 7, que incluye un llamado al mundo para que adore a Dios como el Creador, Nosotros, como Miembros de la Junta Ejecutiva de la Asociación General reunidos en el Concilio Anual de 2004, declaramos lo siguiente como nuestra respuesta al documento “Una afirmación de la creación”, sometido por las Conferencias Internacionales de Fe y Ciencia:

  1. Endosamos sólidamente la afirmación que presenta este documento acerca de la posición histórica y bíblica de nuestra creencia en una creación literal, reciente, hecha en seis días. 2. Instamos a que este documento, acompañado con esta respuesta, sea diseminado ampliamente en la Iglesia Adventista del Séptimo Día de todo el mundo, usando todos los canales disponibles de comunicación y en losprincipales idiomas de la feligresía mundial.3. Reafirmamos la comprensión adventista de la historicidad de Génesis 1 al 11: que los siete días del registro de la creación fueron días literales de 24 horas, las cuales formaron una semana idéntica en duración a la que ahora experimentamos como una semana; y que el diluvio fue de naturaleza global.4. Invitamos a todas las juntas directivas y a los educadores de las instituciones adventistas en todos los niveles que sigan sosteniendo y defendiendo la posición de la Iglesia Adventista en cuanto a los orígenes. Nosotros, junto con los padres adventistas, esperamos que los estudiantes reciban una exposición científicamente rigurosa, completa y equilibrada, y una afirmación de nuestra creencia histórica en una creación literal, reciente, en seis días; a la vez, que sean educados para comprender y evaluar filosofías rivales de los orígenes que dominan la discusión científica en el mundo contemporáneo.5. Instamos a los dirigentes de la iglesia en todo el mundo a que busquen medios para educar a los feligreses, especialmente a los jóvenes que asisten a instituciones educativas no adventistas, en los problemas involucradosen la doctrina de la creación. 6. Invitamos a todos los miembros de la familia mundial de adventistas a proclamar y enseñar la comprensión que tiene la Iglesia Adventista de la doctrina bíblica de la creación, viviendo a la luz de ella, regocijándonos en nuestra condición de hijos e hijas de Dios y alabando a nuestro Señor Jesucristo, nuestro Creador y Redentor.

Este documento fue aceptado y votado por la Junta Ejecutiva de la Asociación General de la Iglesia ;Adventista del Séptimo Día en el Concilio Anual desarrollado en Silver Spring, Maryland, el 13 de octubre de 2004.

Nuestra misión

La misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día es proclamar a todas las personas el evangelio eterno del amor de Dios, en el contexto de los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6-12, tal como está revelado en la vida, muerte, resurrección y ministerio sumo sacerdotal de Jesucristo, invitándolas a aceptar a Jesús como su Señor y Salvador personal, y a unirse a su iglesia remanente; y nutrir y educar a los creyentes como discípulos, en preparación para su pronto regreso. ;

Nuestro método

Llevamos adelante esta misión, bajo la dirección del Espíritu Santo, a través de:1) El ministerio de la predicación.Aceptando la comisión de Cristo (Mat. 28:18-20), proclamamos a todo el mundo el mensaje de un Dios amante, revelado más plenamente en el ministerio reconciliador y la muerte expiatoria de su Hijo. Reconociendo que la Biblia es la revelación infalible de la voluntad de Dios, anunciamos su mensaje completo, incluyendo el segundo advenimiento de Cristo y la autoridad permanente de su Ley de los Diez Mandamientos con su recordatorio del séptimo día, sábado, como día de reposo.2) El ministerio de la enseñanza. Reconociendo que el desarrollo de la mente y el carácter es esencial dentro del plan redentor de Dios, promovemos el desarrollo de una comprensión madura de Dios y de una relación con él, con su Palabra y con el universo creado.3) El ministerio de la sanidad. Afirmando el énfasis bíblico sobre el bienestar integral de la persona, damos prioridad a la preservación de la salud y la curación del enfermo, y, a través de nuestro ministerio a los pobres y oprimidos, cooperamos con el Creador en su compasiva obra de restauración.;

Nuestra visión

En armonía con las grandes profecías de las Escrituras, entendemos que el clímax del plan de Dios es restaurar toda su creación a la completa armonía con su perfecta voluntad y justicia.

Esta declaración fue aprobada y votada por la Junta Directiva de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en el Concilio de Primavera realizado en Silver Spring, Maryland, en abril de 1993, y enmendada en el Concilio Anual llevado a cabo en Silver Spring, Maryland, el 10 de octubre de 2004.

Introducción

Los miembros, las entidades y las instituciones adventistas están ubicados; en casi cada sistema político y legal del mundo. De tiempo en tiempo; los miembros y los administradores de la iglesia buscan consejo acerca de cómo los cristianos deberían responder a los pedidos o a las demandas que hacen los empleados, los gremios y los gobiernos. En vista de la gran variedad de situaciones políticas, legales y culturales, es imposible ofrecer recomendaciones específicas que se apliquen por igual en cada lugar. Sin embargo, los principios bíblicos y los valores espirituales proporcionan un fundamento común.La historia de las relaciones empleadores-empleados es testigo de los excesos y las limitaciones a los cuales están inclinadas las instituciones y organizaciones humanas. La industrialización de las sociedades introdujo cambios importantes en la organización, la administración y la realización del trabajo. Las fraternidades o asociaciones de personas del mismo oficio dieron lugar a los gremios que llegaron a ser los agentes para las negociaciones colectivas de los empleados. Las relaciones entre los gremios y los empleadores han variado de la condición de adversarios a la de colaboradores. Hoy en día, el ambiente de la plaza de trabajo recibe la influencia de numerosas fuerzas: los sistemas políticos, la legislación y los reglamentos de los oficios, la economía, la tecnología, los gremios y las organizaciones profesionales. Estos factores cumplen funciones desde las regulaciones de laindustria, las licencias profesionales y la definición de trabajo, hasta la defensa y representación de los empleados, la codificación de las mejores prácticas y el escrutinio de la conducta ética. La multiplicidad de las organizaciones y funciones desafía las generalizaciones. Por tanto, es importante identificar y reiterar principios y valores generales, que provean al cristiano una base para tratar con los problemas específicos en el lugar de trabajo. El concepto adventista de las relaciones empleadores-empleados se basa; en las enseñanzas y las narraciones de la Biblia, especialmente las que tratan con la creación, el pecado y sus efectos sobre las personas y las comunidades, la salvación provista a través de Jesucristo, y la restauración última de la armonía y el orden perfecto en el universo. Las Escrituras afirman y equilibran el valor de los individuos con la importancia y el bien de la sociedad como un todo. El consejo de Elena de White acerca de las relaciones empleadores-empleados está basado en situaciones históricas de su tiempo, y una percepción profética con respecto a las condiciones sociales y económicas del futuro. Ella dio advertencias severas acerca de las prácticas de los gremios de sus días. Fue una ardiente protectora contra las incursiones sobre la conciencia de las personas o la intrusión de barreras para la misión de la iglesia. Algunos afirmarían que la situación es considerablemente diferente en nuestros días. Hasta el punto en que las cosas son diferentes, se necesita un discernimiento cuidadoso para identificar y aplicar los principios sobre los cuales se apoyaban sus consejos.

Principios y valores

  1. Los seres humanos, aunque corrompidos por el pecado, todavía llevan la semejanza de Dios (Gén. 1:26, 27). Por ello, todos deben ser tratados con respeto y justicia. La libertad para ejercer juicios morales y éticos es un ingrediente esencial en la dignidad de la persona humana. 2. Para un cristiano, el señorío de Jesucristo satura su vida entera: sus actitudes, actos y relaciones (Isa. 8:13; Mat. 6:24; Hech. 5:29; Col. 3:23, 24). Otras fuentes de autoridad en la vida están subordinadas a la autoridad de Cristo, y, a menos que sean complementarios de ella, no son sanas ni confiables. El Espíritu de Profecía avala esta posición: “El mundo no ha de ser nuestro criterio. Permitan que el Señor obre; permitan que la voz de él sea oída” (Testimonios para los ministros, p. 463). “ ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo’. Estas palabras resumen todo el deber del hombre. Significan la consagración del ser entero –cuerpo, alma y espíritu– al servicio de Dios. ¿De qué modo puede el hombre obedecer estas palabras, y al mismo tiempo comprometerse a apoyar aquello que priva a sus prójimos de la libertad de acción? ¿Y de qué manera puede el hombre obedecer estas palabras, y formar combinaciones que roben a las clases más pobres las ventajas que con justicia les pertenecen, impidiéndoles comprar y vender, excepto bajo ciertas condiciones?” (Carta 26, 1903). 3. El entorno del lugar de trabajo debería caracterizarse por una atmósfera de servicio y respeto mutuos. Las relaciones de oposición entre empleador y empleados, generadas por sospechas, intereses propios y rivalidad, niegan dignidad a las personas e ignoran los intereses y necesidades mayores de la sociedad (Sant. 5:1-6). 4. El lugar de trabajo no debería deshumanizar a las personas. Los empleados deben tener acceso a un proceso de consultas y discusión genuinas; en asuntos que afectan su trabajo y la conducción de la empresa o industria que emplea sus talentos y pericia (1 Rey. 12:6, 7; Mar. 10:42-45; Fil.2:3-8).5. Los cristianos debieran abstenerse de la violencia, la coerción, o cualquier método incompatible con los ideales cristianos, como instrumentos para el logro de metas sociales o económicas. Tampoco debe el cristiano dar su apoyo a organizaciones o empleadores que recurran a tales acciones (2Cor. 6:14-18; 10:3).6. Los empleadores adventistas deberían apoyar y demostrar con hechos la libertad de conciencia, los salarios y las condiciones de trabajo justos, la igualdad de oportunidades, y la justicia y equidad para todos (Luc. 10:27). 7. La autonomía y la integridad espirituales para las entidades de la iglesia incluyen la libertad de sostener y mantener las doctrinas y las prácticas religiosas básicas, tales como la observancia del sábado, la libertad para establecer reglamentos en armonía con los objetivos de la iglesia, y la libertad de emplear sólo a quienes apoyan las enseñanzas y los objetivos de la iglesia. 8. Con el fin de cumplir su misión divina, la Iglesia Adventista del Séptimo Día se abstiene de alinearse con organizaciones políticas o respaldarlas.; Por tanto, se anima a los feligreses a conservar y proteger su propia libertad e independencia frente a las alianzas que puedan comprometer las virtudes y los valores cristianos. “Debemos emplear ahora todas las capacidades que se nos han confiado para dar el gran mensaje al mundo. En la obra que nos incumbe debemos conservar nuestra personalidad. No debemos unirnos a sociedades secretas ni sindicatos. Debemos permanecer libres delante de Dios y esperar; de Jesús las instrucciones que necesitamos. Todos nuestros movimientos deben realizarse comprendiendo la importancia de la obra que debemos hacer para Dios” (Testimonios selectos, t. 5, p. 44 [Testimonios para la iglesia, t. 7, p. 84]).9. Los adventistas reconocen la necesidad de gobiernos, y por lo tanto procuran ser ciudadanos que apoyan la ley y el orden. Las situaciones legales y sociales varían grandemente en diferentes partes del mundo. Las libertades civiles y religiosas no existen del mismo modo en todo el mundo. Por estas razones, las divisiones de la Asociación General pueden aprobar reglamentos más específicos, que reflejen los principios espirituales aquí afirmados,; a la luz de las realidades y prácticas legales, políticas o culturales en sus áreas. Se anima a todos a obtener amplio consejo, de modo que se mantengan decisiones basadas en principios que preserven la integridad del testimonio y la misión de la iglesia. (Ejemplos actuales de declaraciones aprobadas por las divisiones incluyen el reglamento HR 30 de la División Nor- teamericana, y la declaración “Los adventistas y los gremios”, aprobada por la Junta Directiva de la División del Pacífico Sur el 22 de mayo de 2003.)

Estas orientaciones fueron aprobadas durante el Concilio Anual de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día llevado a cabo en Silver Spring, Maryland, el 14 de octubre de 2003.

Nuestra misión

La misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día es proclamar el evangelio eterno a todas las personas, en el contexto de los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6- 2, llevándolas a aceptar a Jesús como su Salvador personal, y animándolas a unirse a su iglesia y prepararse para el pronto regreso de Cristo. Dentro del panorama de esta misión, la oficina de la Asociación General existe para conducir a la iglesia a dar un testimonio mundial del reino de Dios, para la formación de discípulos de Jesucristo.

Nuestra responsabilidad

Los empleados de la Asociación General creen que:
● Somos responsables, primero, ante Dios, nuestro Creador. Las acciones individuales y colectivas deben reflejar su carácter y exhibir su amor.
● Somos responsables ante las comunidades en las que trabajamos y vivimos, y también ante la comunidad mundial. Aceptamos el desafío de ser personas ejemplares y ciudadanos sociales. Sostenemos buenas obras y obras de beneficencia. Estimulamos el mejoramiento cívico, una mejor calidad de vida, seguridad, salud y educación para todos.
● Somos responsables ante los demás feligreses. Aceptamos la responsabilidad por decisiones sólidas de liderazgo y una mayordomía apropiada.
● Somos responsables mutuamente dentro del complejo de oficinas. Cada persona merece ser tratada con dignidad y respeto; que su rol y su contribución sean apreciados y afirmados; que actúen en un ambiente sano de trabajo; que experimenten una atmósfera de desafío, comunicación abierta y satisfacción.

Nuestros valores

  • Valoramos la Biblia como la principal referencia de la dirección y de las cualidades de la vida.
    ● Valoramos la excelencia en todo lo que hacemos.
    ● Valoramos la conducta moral y ética en todo momento y en todas las relaciones.
    ● Valoramos la creatividad e innovación en la realización de nuestra misión.
    ● Valoramos la honestidad, la integridad y el coraje como los fundamentos de nuestras acciones.
    ● Valoramos la confianza puesta en nosotros por los colegas y por la feligresía mundial.
    ● Valoramos a las personas como hijos de Dios, y por lo tanto, hermanos y hermanas de una misma familia.

Responsabilidades éticas como empleador y ciudadano corporativo

Al proseguir su misión, y mientras mantiene sus responsabilidades y adhesión a sus valores, la Asociación General opera bajo las siguientes orientaciones éticas:
Igualdad de oportunidades para el empleo. La Asociación General seguirá procedimientos para asegurar la igualdad de oportunidades para el empleo, la remuneración y los ascensos sobre la base de capacidades y realización de los trabajos, siempre dentro del marco de las leyes que permiten que la feligresía denominacional sea una condición de empleo, y sujetos a las reglas denominacionales en los cargos que requieren ordenación ministerial.
Equidad, imparcialidad y no discriminación. La Asociación General tratará a todas las personas y grupos con justicia amante. No practicará ni pasará por alto la discriminación con respecto a la raza, el origen nacional, el género, la edad, el estado civil, la condición de veterano o la incapacidad, siempre que no impida la realización de las funciones esenciales para el trabajo.
Cumplimiento de las leyes establecidas. La Asociación General llevará adelante sus actividades cumpliendo con las leyes establecidas, siempre que éstas no estén en; contradicción con la voluntad expresa de Dios.
Lealtad y cumplimiento de las obligaciones contractuales. La Asociación General cumplirá los compromisos que ha tomado por los canales autorizados. Donde surjan malos entendidos con respecto a cualquiera de esos compromisos, la Asociación General participará, con los grupos involucrados, en procedimientos para encontrar solución a esos conflictos dentro de la organización antes de buscar la ayuda de la comunidad más amplia.
Atmósfera de seguridad y alegría. La Asociación General está comprometida; en proveer un ambiente de trabajo que ofrezca seguridad física y estabilidad. También procurará estimular y promover una felicidad genuina mediante la percepción de que cada empleado es valioso y cada tarea, no importa cuán rutinaria o silenciosa sea, es un servicio para Dios. La Asociación General seguirá integrando la adoración, el trabajo y la celebración de una manera que reconozca la integridad en la vida y las relaciones.
Respeto por la dignidad y la individualidad humanas. La Asociación General afirma y respeta la cualidad única de cada empleado. Reconoce que el valor de la persona sobrepasa el valor de su contribución a la organización. Cree que la armonía comunitaria y los objetivos corporativos son reforzados antes que comprometidos por un amplio mosaico de personalidades, talentos, habilidades y puntos de vista dedicados a honrar a Jesucristo. La Asociación General procurará que las comunicaciones sean oportunas, veraces, abiertas, cándidas y bondadosas.

Responsabilidades éticas como empleados

Reconocemos que el recibir un empleo en la Iglesia Adventista del Séptimo Día implica un compromiso con la misión de la organización, y la aceptación de sus responsabilidades y valores. Afirmamos que la relación empleador-empleado crece dentro de una reciprocidad de consideración mutua. Nuestro servicio razonable como empleados incluye las siguientes responsabilidades éticas:
Una vida consecuente con el mensaje y la misión de la iglesia. Mientras estemos empleados por la Asociación General viviremos de una manera consecuente con las creencias y los valores de la iglesia. Sostendremos, en palabras y conducta, las enseñanzas y los principios sostenidos y propuestos por la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
El respeto por los bienes pertenecientes a la iglesia. Respetaremos las; propiedades de nuestra organización, incluyendo cualquier propiedad intelectual que se desarrolle en el curso de nuestro empleo. Usaremos la propiedad, las instalaciones y los recursos exclusivamente para el beneficio de nuestra organización, a menos que se nos permita hacerlo o cuando se hagan arreglos para una compensación financiera por ellos.
Respeto por los colegas. Respetaremos y apoyaremos a nuestros compañeros de empleo. Nos abstendremos de avergonzar intencionalmente, o de faltar el respeto o acosar. Evitaremos toda conducta que pueda ser considerada como sexualmente inapropiada. Cuidaremos la intimidad y la seguridad de los demás.
Eficiencia y atención en el trabajo. Las horas de trabajo serán destinadas a realizar las tareas que nos son asignadas. No usaremos el tiempo de nuestro empleador para asuntos personales o para el progreso de nuestros intereses que no estén relacionados con el trabajo que nos asignaron nuestros supervisores. No perjudicaremos a nuestro empleador entrando en otro empleo o en actividades que disminuyan nuestras acciones para la Asociación General mientras estemos en nuestro puesto. Aspiraremos a una; mayor eficiencia y a la reducción de pérdidas de tiempo, esfuerzo y recursos.
Integridad personal en asuntos financieros. No nos ocuparemos de robos o malversaciones de ninguna clase, incluyendo el mal uso de cuentas de gastos, falsificación de informes de horas, o a la mala aplicación de recursos por los cuales somos responsables.
Abstención de influencias inapropiadas. Reconocemos que el dar o recibir regalos empresarios puede fácilmente resultar en consideraciones ulteriores en nuestro trabajo o relaciones de empleo. Por lo tanto, recibir regalos, pagos u honorarios como incentivos o recompensas por una acción determinada es inaceptable. No ofreceremos regalos, favores, pagos u otras formas de recompensa directa o indirectamente a cambio de ganancias o acciones; específicas.
Mantenimiento de un ambiente ético en el lugar de trabajo. Aceptamos la obligación de mantener normas éticas en la vida personal y en el lugar de trabajo. Creemos que es nuestra responsabilidad personal informar, mediante los canales confidenciales establecidos, cualquier comportamiento que sea inapropiado o que socave el ambiente ético en el complejo de las oficinas. Debemos ser tenidos por responsables frente a nuestros supervisores y colegas por una conducta profesional que represente los valores morales y éticos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Este documento fue aprobado por la Junta Directiva de la Asociación General en la sesión del Concilio Anual realizado en Silver Spring, Maryland, EE.UU., el 29 de setiembre de 1999. El prefacio del documento incluye la recomendación de que las divisiones mundiales adopten esta declaración para ser usada en los territorios de su jurisdicción.

Documento 1:

Declaración sobre libertad y responsabilidad teológica y académica

La iglesia y sus instituciones

La libertad para el pastor/obrero, de aquí en adelante referido como obrero, se basa en la premisa teológica de que Dios valora la libertad, y quesin ella no puede haber amor, verdad o justicia. El amor pide que el afecto y la dedicación se den sin restricciones; la aceptación de la verdad requiereun examen dispuesto y la recepción de las evidencias y los argumentos; la justicia demanda el respeto por los derechos personales y la libertad. Lapresencia de estos elementos dentro de la iglesia alimenta el espíritu de unidad por el cual Jesús oró (Juan 17:21-23; Sal. 133). Los adventistas han derivado su concepto distintivo del mundo del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento. Creen que la verdad bíblica y lalibertad de conciencia son asuntos vitales en el gran conflicto entre el bien y el mal. Por su misma naturaleza, el mal depende, para mantenerse, del engaño y la falsedad, y a veces de la fuerza. La verdad prospera mejor en un clima de libertad, persuasión y un sincero deseo de hacer la voluntad deDios (Juan 7:17; Sal. 111:10). En consecuencia, es consistente con la práctica administrativa adventista el reconocer el privilegio del obrero de estudiar la Biblia por sí mismo con el fin de examinarlo todo (1 Tes. 5:21). Sería inconsecuente para la iglesia predicar que la verdad y la libertad no pueden existir la una sin la otra, y luego negar a sus obreros el derecho de investigar libremente todas las afirmaciones de la verdad. Por lo tanto, esto significa que la iglesia no pondrá obstáculos a la búsqueda de la verdad, sino que animará a sus obreros y feligreses a ocuparse en el estudio serio de las Escrituras y a apreciar la luz espiritual que ellas revelan (Sal. 119:130).

Aunque el obrero es libre para seguir sus estudios, no debe suponer que su perspectiva personal y limitada no necesite las percepciones y la influencia de la iglesia a la que sirve. Lo que él piensa que es la verdad, la comunidad mayor de los creyentes puede considerar que es un error. Y se invita a los obreros y a los miembros a estar en armonía sobre los puntos esenciales para “que no haya entre vosotros divisiones” (1 Cor. 1:10).

La libertad para el cristiano individual surge de pertenecer a la comunidad de Cristo. Ninguno está libre en el sentido bíblico si no está en relación con Dios y los demás. Por lo tanto, el estudio de la comunidad afirma y confirma la verdad teológica. Una persona puede estimular a la comunidad a estudiar un tema, pero sólo el pueblo de Dios y la iglesia como un todo pueden decidir qué es la verdad o qué no es la verdad a la luz de las Escrituras.Ningún miembro u obrero puede servir como un intérprete infalible para ningún otro.; Por cuanto muchas veces surgen dentro de la misma iglesia enseñanzas engañosas, perjudiciales para el bienestar de las almas (Hech. 20:29-31; 2 Ped. 2:1), la única seguridad para ella es no recibir ni fomentar una doctrina o una interpretación nuevas sin primero someterla al juicio de hermanos de experiencia, porque “en la multitud de consejeros hay seguridad” (Prov. 11:14).

Aun una vislumbre genuina de una verdad descubierta por un obrero puede no ser aceptable para el cuerpo de la iglesia cuando se la expone porprimera vez. Si tal enseñanza es divisiva, no debería ser enseñada ni predicada hasta ser evaluada de la manera descrita más arriba. Los apóstoles mismos proporcionan un ejemplo de este enfoque (Hech. 15:2, 6; Gál. 2:2). Sería un uso irresponsable de la libertad de un obrero insistir en un punto devista que ponga en peligro la unidad del cuerpo de la iglesia, que es tanto una parte de la verdad en sí misma así como lo son las declaraciones de doctrina formuladas (Fil. 1:27; Rom. 15:5, 6).;

Además, los obreros deberían distinguir entre las doctrinas que no pueden ser comprometidas sin destruir el evangelio en el marco de los mensajesde los tres ángeles, y otras creencias diferentes que no son sostenidas por la iglesia. Un ejemplo de esta distinción puede verse en la decisión delConcilio de Jerusalén (Hech. 15). La preocupación del apóstol Pablo era establecer la verdad de la libertad cristiana en el evangelio para los gentiles.Una vez que el principio fue aceptado por la iglesia, estaba dispuesto a hacer concesiones en asuntos menores (Rom. 14:5-13) por amor a la unidad.Permitir que un principio o una verdad nuevos se trasladen a la vida diaria; e la iglesia muestra respeto por la integridad del cuerpo de Cristo.Pero, ¿dónde debe trazarse la línea entre libertad y responsabilidad? Se espera que una persona que entra al servicio de la iglesia asuma el privilegiode representar la causa de Dios de una manera responsable y honorable.;; Se espera que exponga la Palabra de Dios a conciencia y con preocupacióncristiana por el bienestar eterno de las personas que están a su cuidado.; Tal privilegio excluye la promoción de conceptos teológicos contrarios a la posición aceptada por la iglesia.;; Si un obrero viola esta confianza, la iglesia debe actuar para mantener su propio carácter (Hech. 20:28-31), por cuanto la comunidad de la fe puede dividirse por la promulgación de conceptos doctrinales divergentes. En consecuencia, los privilegios del obrero estarán en peligro. Esto es así porque el obrero, estando al servicio de la iglesia, es responsable por la conservación del orden y la unidad (Mar. 3:24, 25; Efe. 4:1-3; 1 Ped. 5:1-5)

Con el fin de conservar el progreso genuino en la comprensión espiritual (2 Ped. 3:18), la iglesia hará arreglos para que una comisión competenteexamine los conceptos divergentes de un obrero, si él cree que constituye nueva luz. Escuchar las alternativas siempre ayudará para que la verdadavance. La alternativa fortalecerá y ampliará la verdad, o quedará expuesta como falsa, confirmando con ello la posición presente. Por lo tanto, para asegurar la equidad y una evaluación madura, los administradores correspondientes seguirán las siguientes orientaciones al tratar con un obrero que alega que tiene conceptos doctrinales conflictivos.

Documento 2:

Libertad académica en las instituciones de educación superior de los Adventistas del Séptimo Día

Toda enseñanza y todo aprendizaje debe ocurrir dentro del marco de una visión de la naturaleza de la realidad, del hombre, del conocimiento yde los valores. Las raíces de la universidad cristiana se encuentran en un principio que ha sido el fundamento del largo desarrollo de toda instituciónde educación superior: la creencia de que la mejor educación es la que se obtiene cuando el crecimiento intelectual se realiza dentro de un ambienteen el que los conceptos basados en la Biblia son centrales para las metas; de la educación. Este es el blanco de la educación adventista.En un colegio superior o universidad adventista, como en cualquier otra institución de educación superior, el principio de la libertad académica ha sido central en el establecimiento de esas metas. Este principio refleja la creencia en la libertad como un derecho esencial en una sociedad democrática,pero con un enfoque particular en una comunidad académica. Esto garantiza que los profesores y los estudiantes podrán llevar adelante las funcionesde aprendizaje, de investigación y de enseñanza con un mínimo de restricciones. Se aplica a los temas dentro de la especialidad profesional del profesor, dentro de los cuales hay una necesidad especial de libertad para buscar la verdad. También se aplica a la atmósfera de indagaciones necesaria en una comunidad académica si el aprendizaje ha de ser honesto y cabal.

Para un colegio superior o universidad de la iglesia, la libertad académica tiene una importancia adicional. Es más importante de lo que es en unainstitución secular, y no menos, porque es esencial para el bienestar de la iglesia misma. Esto pone la responsabilidad sobre el profesor cristiano detener disciplina propia, ser responsable y maduro, a investigar, enseñar y publicar dentro del área de su competencia académica, sin limitaciones externas, pero con la debida consideración del carácter y las metas de la institución que le proporciona la credencial, y con una preocupación por el bienestar espiritual e intelectual de sus estudiantes. Por ello, los colegios superiores y universidades adventistas sustentan los principios de libertad académica, generalmente considerados importantes en la educación superior. Estos principios permiten la búsqueda disciplinada y creativa de la verdad. También reconocen que las libertades nunca son absolutas, y que implican responsabilidades proporcionales.

Los siguientes principios de libertad académica se establecen dentro del contexto de la responsabilidad, con atención especial a las limitaciones necesarias por causa de las metas religiosas de una institución cristiana.

Libertades

1) Libertad de expresión. Aunque el derecho de tener una opinión privada es una parte de la herencia humana como criaturas de Dios, al aceptarempleo en un colegio superior/universidad adventista el profesor reconoce ciertos límites a la expresión de sus conceptos personales.; Como miembro de una profesión erudita, debe reconocer que el público juzgará su profesión por las declaraciones que haga. Por lo tanto, será exacto, respetuoso de las opiniones de otros y ejercerá una restricción apropiada.; Dejará en claro cuándo no habla en nombre de la institución. Al expresar conceptos particulares recordará su efecto sobre la reputación y las metas de la institución.

2) Libertad de investigación. El erudito cristiano realizará sus investigaciones dentro del contexto de su fe, y desde la perspectiva de la ética cristiana.Es libre para hacer investigación responsable con el respeto apropiado de la seguridad pública y la decencia.

3) Libertad de enseñanza. El profesor realizará sus actividades profesionales y presentará los contenidos de sus materias dentro del concepto delmundo descritos en el párrafo inicial de este documento. Como especialista dentro de una disciplina específica, le corresponde la libertad en el aulapara analizar su materia con honestidad. Sin embargo, no introducirá en su enseñanza temas controvertidos que no tengan relación con su tema. La libertad académica es libertad para buscar el conocimiento y la verdad en el área de la especialidad de cada uno. No le da licencia para expresar opiniones controvertidas sobre temas fuera de su especialidad, ni la protege de ser tenida por responsable de su enseñanza.

Responsabilidades compartidas

Del mismo modo que la necesidad de libertad académica tiene una significación especial en una institución de la iglesia, las limitaciones aplicadasa esa libertad reflejan las preocupaciones de dicha institución. La primera responsabilidad del profesor y de los líderes de la institución y de la iglesia es buscar y diseminar la verdad. La segunda responsabilidad es la obligación de profesores y líderes de la institución y de la iglesia a tomar consejo juntos cuando los resultados de las investigaciones tengan algo que ver con el mensaje y la misión de la iglesia. El verdadero erudito, humilde en su búsqueda de la verdad, no rehusará escuchar los hallazgos y el consejo de otros. Reconocerá que los otros también han descubierto y están descubriendo la verdad. Aprenderá de ellos y buscará activamente el consejo de ellos con respecto a la expresión de sus conceptos que no estén en armonía con los que generalmente se enseñan en su iglesia, porque su preocupación es la armonía dentro de la comunidad de la iglesia.

Por otro lado, se espera que los líderes de la iglesia fomenten una atmósfera de cordialidad cristiana dentro de la cual el erudito no se sentirá amenazado si lo que encuentra difiere de los conceptos mantenidos tradicionalmente.; Siendo que el desarrollo dinámico de la iglesia depende del estudio continuo de eruditos consagrados, el presidente, la junta directiva y los dirigentes de la iglesia protegerán al erudito, no sólo por su propio valor, sino también por la causa de la verdad y del bienestar de la iglesia.; La posición doctrinal histórica de la iglesia ha sido definida por la Asociación General en Congreso, y se ha publicado en el Seventh-day Adventist Yearbook[Anuario de los Adventistas del Séptimo Día] bajo el título“Creencias fundamentales”. Se espera que un profesor, en una de las instituciones educativas de la iglesia, no enseñará como verdad lo que es contrario a dichas creencias fundamentales. La verdad, recordará, no es sólo el producto del crisol de la controversia; también produce perturbaciones.

El erudito consagrado ejercerá discreción al presentar conceptos que podrían amenazar la unidad de la iglesia y la efectividad de la acción de la iglesia. Aparte de las creencias fundamentales pueden existir hallazgos e interpretaciones en las que ocurran diferencias de opinión dentro de la iglesia,pero que no afectan la relación de la persona con ella ni con su mensaje. Al expresar tales diferencias, un profesor será justo en su presentación y mostrará claramente su lealtad a la iglesia. Intentará diferenciar entre hipótesis y hechos, y entre temas periféricos y centrales.; Cuando surgen preguntas que tratan de asuntos de libertad académica, cada universidad o colegio superior debe tener procedimientos claramente establecidos para seguir en caso de tales dudas. Estos procedimientos deben incluir el examen por sus colegas, un proceso de apelación, y un examen del tema por la junta directiva o el directorio. Se debe tener el máximo cuidado para que las decisiones sean justas y equitativas, y que protejan tanto los derechos del profesor como la integridad de la institución. La; protección de ambos no es sólo un asunto de justicia, sino que en un campus universitario o de colegio superior también es un asunto de crear y proteger; la colegialidad. También es una protección contra lo que es disociador, lo servil y lo fraudulento.

Puesta en práctica

Se recomienda que la administración presente las declaraciones sobre Libertad Académica al cuerpo docente de cada colegio superior/universidady al directorio, con el fin de ser usado como la base para la preparación de la declaración de libertad académica de cada institución.

Este documento fue aprobado y votado por la Junta Directiva de la Asociación General en la sesión del Concilio Anual realizado en Washington, D.C., el 11 de octubre de 1987.

Orientaciones para evaluar conceptos divergentes y para disciplinar a los disidentes: iglesias, asociaciones, instituciones primarias o secundarias, einstituciones no académicas.

La iglesia se reserva el derecho de emplear sólo a aquellas personas que creen personalmente en las doctrinas de la iglesia resumidas en el documento“Creencias fundamentales de los Adventistas del Séptimo Día” (1980), y se comprometen a sostenerlas. Estas personas reciben de las respectivas organizaciones eclesiásticas credenciales especiales que los identifican como obreros permanente de la iglesia. Como miembros de la iglesia, los empleados siguen sujetos a las condiciones de feligresía como están presentados en el Manual de la iglesia.Este documento también se relaciona con el empleo de personal que trabaja por un salario.

Se entiende que la disciplina que se aplica a un obrero de la iglesia que persiste en propagar conceptos doctrinales que difieren de los de la iglesiano constituye una violación de su libertad, sino más bien una protección necesaria de la integridad e identidad de la iglesia. Hay derechos eclesiásticos corporativos así como hay libertades individuales. Los privilegios de los obreros no incluyen la licencia para expresar conceptos que puedan dañar o destruir la comunidad misma que los sostiene.;; A pesar de un cuidadoso proceso de examen y selección, todavía puede haber ocasiones en que los conceptos teológicos de un obrero lleguen a un análisis crítico. Si es necesario un examen tal, se recomienda el siguiente proceso:

1) Consulta privada entre el presidente/director y el obrero.

La consulta debe ser hecha con un espíritu de conciliación que dé a cada obrero la oportunidad de expresar libremente sus convicciones de manera honesta y abierta. Si esta conversación preliminar indica que la persona sustenta conceptos doctrinales que divergen de la teología adventista aceptada, y no está dispuesto a abstenerse de su difusión, el presidente enviará el tema a la junta directiva o a la comisión administrativa de la asociación o de la institución, la que hará arreglos para que una comisión selecta repase la situación con el obrero.

En ocasión de la consulta entre el presidente/director y el obrero, la percepción que tenga el presidente acerca del punto en cuestión determinarálas opciones administrativas que se seguirán.

  1. a) Si el obrero voluntariamente inicia una consulta e informa al presidente acerca de sus dudas teológicas, y si su actitud está abierta para recibir consejo sin un deseo de promulgar sus dudas y conceptos, se recomienda el siguiente plan de acción:

(1) Que el obrero siga actuando en su puesto y presente un informe escrito de su posición antes de completar seis meses. (2) Si durante ese período el asunto es resuelto satisfactoriamente, no será necesario tomar ninguna medida. (3) Si el asunto no queda resuelto, la junta directiva o la comisión administrativa de la asociación/ institución en la que trabaja el obrero hará los arreglos para que se presente ante una comisión examinadora (ver más abajo para los detalles acerca de su constitución y funciones).

  1. b) Si el obrero promueve activamente sus opiniones doctrinales divergentes, y su presidente/director se ve obligado a iniciar consultas, se recomiendan los siguientes pasos:

(1) El obrero, a discreción de la junta directiva/comisión administrativa de la asociación/institución, permanecerá en su puesto con instrucciones expresas de abstenerse de hacer presentaciones públicas o privadas de sus conceptos, o se le dará una licencia administrativa durante el período de las consultas.(2) La junta directiva/comisión administrativa de la asociación/institución en la que el obrero está empleado hará los arreglos para una presentación ante la comisión examinadora (ver más abajo por los detalles de su composición y funciones).

2) La comisión examinadora: su composición y funciones.

  1. a) La comisión examinadora, incluyendo algunos colegas elegidos por la junta directiva/comisión administrativa de la asociación, con la participación de la organización inmediata superior, indicará el camino a seguir y evaluará el tema doctrinal.b) El obrero presentará por escrito a la comisión examinadora los conceptos doctrinales antes de la reunión. En ocasión del examen, el obrero estará a disposición de la comisión para las consultas necesarias.c) La comisión examinadora realizará su tarea con seriedad de propósito, honestidad completa y equidad cuidadosa. Después de la determinación; cuidadosa de los puntos que constituyen el problema, dará un detallado informe escrito del análisis y de las; recomendaciones a la junta directiva/comisión administrativa de la asociación/institución. Si dentro de la comisión no se alcanza un acuerdo, se dará también un informe de la minoría. d) Si la comisión examinadora encuentra que los puntos de vista del obrero son compatibles con las creencias fundamentales de la iglesia, no será necesario hacer nada más. Sin embargo, si la posición teológica del obrero discrepa con la doctrina adventista, la comisión examinadora analizará sus conclusiones con el obrero y le aconsejará:

(1) Volver a estudiar su posición teológica con la esperanza de que esto le ayudará a eliminar su divergencia teológica.(2) Abstenerse de promulgar sus conceptos doctrinales divergentes.

  1. e) Si el obrero es incapaz de reconciliar sus conceptos teológicos con la posición denominacional, y además se siente impulsado por su conciencia a defender sus conceptos, tanto privadamente como en público, la comisión examinadora recomendará a la junta directiva/comisión administrativa que se le retire la credencial. f) Si el obrero ha descubierto una posición nueva que es aceptada como válida por la comisión examinadora, sus conceptos serán estudiados por los dirigentes de la unión (o en el caso de una institución de la división/Asociación; general, por los oficiales de la división/Asociación General) y, con las recomendaciones adecuadas, será referido al Instituto de Investigación Bíblica de la Asociación General para su definición final.

3) Provisiones para una apelación.

  1. a) El obrero que disiente del informe, puede apelar a una comisión de apelación de siete miembros designada por la junta directiva (o la junta de la división en el caso de una institución de división/Asociación General), y presentarse ante ella. Esta comisión será dirigida por el presidente de la unión o la persona que él designe, e incluirá al secretario ministerial de la unión, dos representantes designados por la junta directiva de la división/Asociación General, el presidente/director de la asociación/institución, y dos de los colegas del obrero elegidos de entre cinco nombres sugeridos por el obrero.b) Cualquier recomendación de la comisión de apelación de la unión/división será referida a la junta directiva de la unión/división. Losoficiales de la unión/división, por medio del presidente, notificarán al obrero de su decisión colectiva. c) Cualquier recomendación de la junta directiva de la unión/división será referida a la junta directiva de la asociación/institución para la decisión final acerca del empleo del obrero. d) El obrero puede hacer una última apelación a la junta directiva de la división en la cual reside. La decisión de la división será final y se le comunicará a la junta directiva de la institución/asociación empleadora del obrero.e) Durante el período de la presentación, el examen y la apelación, el obrero se abstendrá de presentar en público los temas en discusión.

Orientaciones

Las marcas registradas de la iglesia tales como “Adventistas del Séptimo Día”, “Adventista” y “Ministerio” sólo pueden ser usadas en relación con los ministerios denominacionales y actividades no comerciales de grupos laicos y profesionales autorizados. El uso de estas marcas será controlado por la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día por medio de la Comisión de Marcas Registradas. Las marcas de la iglesia no se usarán de ninguna manera que ponga en peligro la condición de exención de impuestos de la iglesia.

Procedimiento

1) Entidades existentes. Las entidades de la iglesia que pertenecen a la iglesia y que están incluidas en el Seventh-day Adventist Yearbook [Anuario; de la Iglesia Adventista del Séptimo Día], en ocasión de la adopción de este reglamento y procedimiento, pueden usar las marcas registradas en sus nombres y ministerios. 2) Entidades administrativas denominacionales nuevas. Las entidades administrativas nuevas, tales como misiones, asociaciones, uniones y divisiones que hayan sido aprobadas por la Junta Directiva de la Asociación General, pueden usar las marcas registradas en sus nombres y ministerios. 3) Instituciones denominacionales nuevas. Cuando instituciones nuevas solicitan la condición de ser denominacional (ver NAD C47), la comisión del plan de jubilación referirá todas las solicitudes de instituciones que usan una de las marcas registradas a la Comisión de Marcas de la Asociación General para su autorización, y antes de que la solicitud sea aprobada por la Comisión del Plan de Jubilaciones. 4) Iglesias locales. Las iglesias y grupos locales pueden usar las marcas registradas en sus ministerios, una vez que su situación haya sido aprobada por la asociación o misión local. 5) Grupos de laicos. Los grupos profesionales y de laicos que deseen usar una de las marcas, deben solicitar por escrito el permiso al secretario de la Comisión de Marcas Registradas de la Asociación General. Los artículos de la constitución y los reglamentos de tales grupos deben indicar que son independientes de la iglesia, y que no son sus agentes. Después de recibir la información escrita de la aprobación de la Asociación General, tales grupos pueden usar las marcas exclusivamente para propósitos no comerciales. 6) Revocación de los permisos. Cuando hay alguna causa, la Comisión dela Asociación General puede revocar el permiso de usar las marcas registradas a cualquier entidad denominacional o grupo de laicos. “Cuando hay; una causa” incluye conflictos con los objetivos y las doctrinas de la iglesia como lo determina la Asociación General, y el uso comercial por grupos que no son de la iglesia, pero no se limita a ellos.

Procedimiento interno de la Comisión de Marcas Registradas de los adventistas

1) Solicitud de uso de una marca registrada de la iglesia. a) La Comisión de Marcas considera el pedido. b) Si la Comisión de Marcas la aprueba, envía el pedido a los administradores para su consideración. c) Si los administradores lo aprueban, la Comisión de Marcas Registradas notifica de ello a la Corporación de la Asociación General.d) La Comisión de Marcas Registradas envía un informe escrito con la aprobación a los solicitantes.2) Evaluación del uso no autorizado de las marcas registradas de la iglesia. a) La Comisión de Marcas evalúa el problema junto con la Oficina Legal General y con los asesores legales de las marcas registradas. b) La Comisión de Marcas Registradas informa a los administradores. c) Si los administradores lo autorizan, la Oficina Legal General envía una carta conciliatoria enunciando el problema y ofreciendo la discusiónde soluciones posibles.d) Si la respuesta es negativa, la Comisión de Marcas y luego los administradores consideran el problema. Si los administradores lo autorizan, el consejo legal de marcas envía una carta cortés pidiendo que cesen y desistan de ese uso. e) Si el consejo legal de marcas registradas recibe una respuesta negativa, la Comisión de Marcas Registradas y los administradores reconsideran la situación para una posible acción legal u otra. 3) La renovación del permiso para usar una marca de la iglesia seguirá el mismo procedimiento básico descrito en la subsección b) de estos procedimientos internos. Sin embargo, la decisión final de la revocación debe ser votada por la Junta Directiva de la Asociación General. Se solicita que las divisiones fuera de la Norteamericana tomen acuerdos apropiados en armonía con estas orientaciones.

Estas orientaciones fueron adoptadas por la Junta Directiva de la Asociación General para ser insertadas n el Libro de Reglamentos eclesiástico-administrativos de la Asociación General y la División Norteamericana en la sesión del Concilio Anual realizada en Washington, D.C., el 11 de octubre de 1983.

Nuevo reglamento A 20

A 20 05 Fundamento – La misión de Dios para este mundo motiva e informa nuestra misión. Por esta razón, la misión es la sangre vital de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD). La misión está entretejida en nuestra identidad; la misión define quiénes somos y por qué existimos. Temprano en nuestro movimiento, tomamos la Gran Comisión (Mateo 28:18-20) como nuestro mandato divino motivado por la visión del evangelio eterno alcanzando a toda nación, tribu, lengua y pueblo (Apocalipsis 14:6-12). La genuina búsqueda de Dios en las religiones del mundo proporciona un sendero para la proclamación del evangelio.

Bajo la bendición del Señor, nuestra iglesia ha crecido, llegando a los más lejanos confines de la Tierra. Cuando comenzamos, nuestra misión nos colocó entre gente que tenía tradiciones cristianas. Hoy en día, en cambio, nuestra misión nos lleva a poblaciones que están enraizadas en otras religiones mundiales.

Más aún, en algunas áreas del mundo la conversión al cristianismo es mal vista o incluso corre el riesgo de amenazar la vida de las personas. La historia del cristianismo indica que prácticamente siempre éste ha sido el caso.; Al mismo tiempo, el espíritu de la época estimula la aceptación de todas las religiones del mundo como expresiones válidas del espíritu humano y desalienta los esfuerzos para persuadir a la gente a convertirse de una religión a otra. Algunos teólogos cristianos hasta arguyen que la tarea de las misiones es afirmar a la gente en su propia religión: hacer a los hindúes mejores hindúes, a los musulmanes mejores musulmanes, a los budistas mejores budistas, y así sucesivamente.

Entre los adventistas del séptimo día, uno encuentra una variedad de iniciativas y metodologías dirigidas a la gente de diferentes religiones y culturas. Si bien el interés por la misión es elogiable, la proliferación de enfoques hace más imperativo que la iglesia organizada articule simple y claramente la naturaleza de nuestra misión –en qué consiste y de qué manera la llevamos a cabo– firmemente fundada en la autoridad de las Escrituras.

Debemos encontrar nuestra hoja de ruta para la misión en las instrucciones y las acciones específicas de Jesús y los apóstoles como están registradas en las Escrituras. En su soberanía, el Señor toma iniciativas para revelarse a los hombres y mujeres a través de una variedad de medios. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento leemos acerca de personas fuera del círculo del pueble escogido que fueron seguidores de Dios: Melquisedec (Génesis 14:18-20), Jetro (Éxodo 18:1-27), Naamán (2 Reyes 5:1). Asimismo, el Nuevo Testamento nos habla de los magos (Mateo 2:1-12), de gentiles que eran “temerosos de Dios” (Hechos 13:43, 50; 16:14; 17:4, 17), y de otros que obedecieron la ley de Dios siguiendo a su conciencia (Romanos 2:14-16). Tales ejemplos, sin embargo, no proveen un modelo para la misión adventista del séptimo día; simplemente proporcionan loables ejemplos del obrar del Señor.

A 20 10 La misión – La misión adventista del séptimo día se centra en el amoroso don de Dios de que se Hijo sea el Salvador del mundo. Nosotros hemos de compartir estas buenas nuevas con toda la gente, diciéndole que “en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12), y que “todo aquel que en el cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). En su esencia, la misión es dar testimonio por medio de la palabra y la vida y con el poder del Espíritu Santo. Como el Señor le ordenó al Israel de antaño: “Vosotros sois mis testigos… y mi siervo que yo escogí” (Isaías 43:10), así el Señor Resucitado nos manda: “Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).

La misión adventista del séptimo día es abarcante en su esfera de acción. Comprende proclamar las buenas nuevas a todo el mundo (Mateo 24:14), hacer discípulos a todas las naciones yendo, bautizándolos y enseñándoles (Mateo 28:18-20), e invitándolos a entrar en la iglesia –la comunidad de creyentes de Jesús en el tiempo del fin, que adoran a Dios el Creador y Redentor (Apocalipsis 12:17; 14:6, 7).

Esta comunidad, la iglesia, es el cuerpo de Cristo (1 Corintios 12, Efesios 1:21, 22; 4:4-6). En esta confraternidad donde Jesús es confesado como Salvador y Señor, y donde las Escrituras proporcionan el fundamento para la instrucción, los miembros experimentan el poder transformador de la nueva vida en Cristo. Ellos se aman los unos a los otros (Juan 13:31, 32); están unidos, pese a las diferencias de raza, cultura, género y posición social (Efesios 2:12-14; Gálatas 3:28); y crecen en la gracia (2 Pedro 3:18). A su vez, salen a hacer discípulos entre otras personas, y prosiguen el ministerio de Jesús de compasión, ayuda y sanidad a todo el mundo (Mateo 10:7, 8).

Aunque otros cristianos también predican el evangelio, los adventistas del séptimo día entendemos que es nuestro llamamiento especial proclamar las buenas nuevas de salvación y la obediencia a los mandamientos de Dios. Esta proclamación sucede durante el tiempo del juicio de Dios y en la expectativadel pronto regreso de Jesús, poniendo fin al conflicto cósmico (Apocalipsis 14:6, 7; 20:9, 10).

La misión adventista del séptimo día, por consiguiente, incluye un proceso de proclamación que erige una comunidad de creyentes “que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Apocalipsis 14:12). Ellos viven vidas de servicio a los demás y aguardan fervientemente la secunda venida delSeñor.

A 20 15 Cumplimiento de la misión – Nuestra misión permanece inalterable doquiera nos encontremos en el mundo. De qué manera la cumplimos –cómo la emprendemos–, sin embargo, adopta una variedad de formas, que dependen de las diferencias culturales y de las condiciones sociales. Cumplir la misión donde prevalecen las religiones no cristianas a menudo impone modificaciones significativas al abordar la tarea. Encontramos diferencias culturales, otros escritos que son considerados sagrados, y a veces restricciones a la libertad religiosa.

  1. El ejemplo de los apóstoles – Las condiciones que enfrentan los adventistas del séptimo día al compartir el mensaje de Jesús con personas de otras religiones son en gran manera paralelas con las que encontraron los apóstoles. Cómo llevaron adelante la misión es instructivo para nosotros hoy. Los primeros cristianos enfrentaron un mundo con muchas deidades. Era asimismo un mundo peligroso, ya que los césares en Roma exigían crecientemente no sólo respeto sino adoración como si fueran divinos. No obstante arriesgaron todo lo que tenían, hasta su vida, y muchos la perdieron, en una entrega inquebrantable a su Salvador.

En este contexto, los apóstoles siempre exaltaron a Jesucristo como la única esperanza de la humanidad. No vacilaron en proclamar quién era él y qué había hecho. Anunciaron el perdón y la nueva vida únicamente por medio de él, y exhortaron a la gente en todos los lugares a arrepentirse en vista del juicio venidero y el regreso de Jesús (Hechos 2:38; 8:4; 1 Corintios 2:2). Y proclamaron que solamente una persona podía con razón ser adorada como Señor: Jesucristo. “Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre… y un Señor Jesucristo” (1 Corintios 8:5, 6).

Si bien modificaron su enfoque adecuándolo a la audiencia, jamás se desviaron de proclamar la singularidad de Jesús como la esperanza del mundo. Nunca sugirieron que habían venido a ayudar a sus oyentes a encontrar una experiencia espiritual más profunda dentro de sus propias religiones; por el contrario, los desafiaron a convertirse a la salvación provista en Cristo. Así, el apóstol Pablo en Atenas comenzó su discurso en el Areópago refiriéndose a los dioses que adoraba el pueblo, pero los condujo al mensaje de Jesús y la resurrección (Hechos 17:22-31).

  1. Escritos de otras religiones – Pablo hace referencias a escritos no bíblicos en su discurso en Atenas y en sus cartas (Hechos 17:38; 1 Corintios 15:33; Tito 1:12), pero le dio prioridad a las Escrituras (el Antiguo Testamento) en su proclamación e instrucción a las nuevas comunidades cristianas (Hechos 13:13-47; 2 Timoteo 3:16, 17; 4:2).

En la testificación adventista del séptimo día, los escritos de otras religiones pueden ser útiles para construir puentes al señalar elementos de verdad que hallan su más pleno y rico significado en la Biblia. Estos escritos deberían ser usados en un intento deliberado de introducir la Biblia ante las personas como la Palabra inspirada de Dios y ayudarles a transferir su lealtad a las Escrituras como la fuente de fe y práctica. Sin embargo, la nutrición y el crecimiento espiritual de los nuevos creyentes debe llevarse a cabo sobre la base de la Biblia y su autoridad exclusiva (véase “Orientaciones para empeñarse en la Misión Global”).

  1. Contextualización – Jesús, como nuestro modelo, fue el perfecto ejemplo de amor en sus relaciones con los demás. Nosotros, al imitarlo en nuestra misión, debemos abrir nuestros corazones en honesta y amorosa confraternidad. El apóstol Pablo describió cómo adaptó su forma de dirigirse a su audiencia: “Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número. Me he hecho a los judíos como judío, para ganar alos judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley. Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos” (1 Corintios 9:19-22). Los apóstoles no hicieron difícil que la gente aceptara el evangelio y su uniese a la confraternidad de la comunidad cristiana, si bien no vacilaron en declarar el pleno propósito de Dios para ellos (cf. Hechos 15:19; 20:20-24).

Del ejemplo de Pablo emerge la contextualización –el esfuerzo intencional y discriminado de comunicar el evangelio de un modo culturalmente significativo. Para la misión adventista del séptimo día, la contextualización debe ser fiel a las Escrituras, guiada por el Espíritu y relevante a la cultura local,recordando que todas las culturas son juzgadas por el evangelio. En tanto la IASD procura adaptar su forma de encarar la misión en un mundo muy diverso, el peligro del sincretismo –la mezcla de verdad y error en la religión– es un constante desafío. La contextualización debe efectuarse dentro de una ubicación cultural específica, cercana a donde vive la gente; es un proceso que debe involucrar a los dirigentes de la iglesia, a los teólogos, alos misiólogos, a los miembros locales y a los pastores.

  1. Apertura e identidad – Pablo procuró ser abierto y honesto en su presentación del evangelio: “Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios” (2 Corintios 4:2). Igualmente, nosotros debemos llevar a cabo nuestra misión, e identificarnos como adventistas del séptimo día, de una manera talque evite crear barreras formidables. En la búsqueda de encontrar conexiones con personas de otras religiones, el tema del conflicto cósmico, que se halla en diversas expresiones, puede ser un útil punto de partida. Otras áreas que pueden resultar de ayuda son la profecía, la modestia y sencillez, y la vida sana.
  2. Grupos de transición – En ciertas situaciones, la misión adventista del séptimo día puede incluir la formación de grupos de transición (por lo general denominados Grupos de Afinidad Especial) que conducen a las personas de una religión no cristiana a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Al formar tales grupos, debería seguirse un plan claro que enfatice el resultado final. Estos grupos deberían ser establecidos y nutridos solamente con el respaldo y la colaboración de la administración de la iglesia. Aunque algunas situaciones pueden requerir un período extenso de tiempo para completar la transición,los dirigentes de estos grupos deberían hacer todos los esfuerzos posibles para introducir a las personas en la feligresía de la Iglesia Adventista del Séptimo Día dentro de un tiempo deliberadamente planificado (véase también B 10 28 y B 10 30).

Todo ministerio o grupo que se forme con la intención de representar a la Iglesia Adventista del Séptimo Día en cualquier parte del mundo se esforzaráen promover la unidad tanto teológica como organizacional de la iglesia. Si bien puede dársele a la dimensión teológica el énfasis principal en la etapas iniciales del grupo, el dirigente del grupo debería guiar deliberadamente a sus miembros a sentirse identificados como adventistas del séptimo y conscientes de la organización de la iglesia, con una creciente participación en el estilo de vida, las prácticas y la misión de la iglesia.

  1. Bautismo e inclusión como miembros de iglesia – Los candidatos al bautismo han de confesar a Jesucristo como Salvador y Señor (Romanos 10:9), aceptar el mensaje y la misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día como se resume en las Creencias Fundamentales y comprender que se están uniendo a una confraternidad mundial que es leal a Dios y aguarda la segunda venida de Jesús.
  2. Oportunidades y necesidades – Hoy en día, por causa de la inmigración y otros factores, seguidores de las diversas religiones mundiales se encuentranen todo el mundo. En este nuevo contexto, los dirigentes en todas las divisiones del mundo deben desarrollar planes específicos para llevan el mensaje adventista del séptimo día a esta gente.

Para el cumplimiento de la misión globalmente, la iglesia necesita ayudar a la gente a desarrollar pericia en los escritos de otras religiones, junto con literatura y programas para preparar a los clérigos y a los miembros laicos para alcanzar a los adherentes a estas religiones. Los Centros de Estudios de

Misión Global deben desempeñar un papel principal, aunque no exclusivo, en estos esfuerzos.Globalmente, nuestros pastores y miembros laicos necesitan ser educados para aceptar a los nuevos creyentes provenientes de las religiones mundiales. Esto requerirá el desarrollo de competencia en los dirigentes, ancianos de iglesia, pastores, misioneros y obreros de avanzada. En la asignación de recursos humanos y financieros, las necesidades de la misión entre personas de otras religiones mundiales debería incluirse como parte del planeamiento estratégico.

  1. Donde la libertad está restringida – Nuestra misión a veces nos lleva a sociedades en las cuales la libertad religiosa está severamente restringida. Estas áreas del mundo no deben ser abandonadas; más bien, deben intentarse nuevos métodos para cumplir la misión. Éstos incluyen el enfoque del “fabricantede tiendas”, que consiste en que los individuos usan su profesión para sostenerse financieramente, por lo general en áreas misioneras desafiantes, con el objetivo de la evangelización cristiana. Otro enfoque es simplemente animar a los que provienen de tales países y se han convertido en adventistas del séptimo día en otra sociedad, a retornar a sus países de origen como embajadores de Cristo. Y aun donde la presencia humana no es posible, la testificación por medio de la radio, la televisión o Internet puede, como los altares que Abrahán dejaba detrás de sí en sus viajes (Génesis 12:7), ser usada por el Espíritu para conducir a hombres y mujeres a aceptar el mensaje adventista.

A 20 20 Conclusión – La misión de alcanzar a los seguidores de las religiones mundiales plantea desafíos sustanciales. No obstante, la misión misma permanece inalterable porque es la misión de Dios. Cualquier sea el enfoque que sigamos, su resultado final ha de ser conducir a hombres y mujeres a unirse a la feligresía de los que confiesan a Jesucristo como Salvador y Señor, abrazan las Creencias Fundamentales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, demostrando el poder transformador del Espíritu Santo y anhelando la pronta venida de Cristo. Han de identificarse con la Iglesia Adventista del Séptimo Día mundial en doctrina, valores de vida, esperanza y misión.

Dios, el Señor de la misión, es libre y soberano. Él puede intervenir, y lo hace, para revelarse en diversas maneras, atrayendo a la gente a sí mismo y motivándolos ante su majestad y soberanía. Pero ha encargado su misión a su iglesia (2 Corintios 5:18-21). Es una misión abarcante, pero es una misión singular. Él no ha establecido carriles paralelos o múltiples para que nosotros transitemos, lo que quiere decir que todos debemos comprometernos con las mismas creencias, y organizarnos y trabajar en armonía con la iglesia mundial.

Este documento normativo fue votado por la Junta Ejecutiva de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día en la sesión del Concilio Anual realizada en Silver Spring, Maryland, EE.UU., el 13 de octubre de 2009.

Los adventistas del séptimo día están comprometidos en la misión de comunicar a todos los pueblos el evangelio eterno del amor de Dios, guiándolos a aceptar a Jesús como Salvador y Señor personal, a unirse a su iglesia remanente y a prepararse para su pronto regreso. Esta misión es llevada a cabo mediante muchos y diversos métodos de predicación, enseñanza y sanidad. Una infraestructura de alcance mundial vincula a las iglesias locales como parte de una comunidad global de fe. La IASD ha establecido además numerosas instituciones educacionales, de publicaciones y de atención de la salud que desempeñan un papel vital en demostrar y comunicar el foco de la iglesia en la misión y testificación del evangelio por medio del servicio a los demás.Las iglesias e instituciones adventistas del séptimo día operan en diversos ambientes sociales, políticos y religiosos. El desenvolvimiento de la legislación nacional y local en muchas partes del mundo ha sido influenciado por la cosmovisión y los valores morales cristianos, o es compatible con ellos. Más recientemente, el interés por la política social está llegando a ser un factor dominante en la evolución de las leyes. Esto resulta en ambientes más bien nuevos, y a veces desafiantes, para la práctica y la defensa de las creencias y los valores cristianos históricos relacionados con la moral. Las situaciones actuales alrededor del mundo varían ampliamente, haciendo difícil diseñar una única respuesta global.

La legislación concerniente a las prácticas de empleo representa un área en la cual los valores y las creencias adventistas del séptimo día pueden enfrentar desafíos. Por ejemplo: las sociedades pueden establecer leyes que proporcionan nuevas definiciones del matrimonio o que protegen a una variedad de expresiones y conductas asociadas a la identidad de género.

Los adventistas del séptimo día creen que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer para toda la vida, en amoroso compañerismo,1 y que la Biblia no da lugar a la actividad o el estilo de vida homosexual.2 La iglesia no acepta la idea de matrimonios del mismo sexo ni consiente con las prácticaso la apología homosexuales. La aplicación y la práctica de estas creencias en culturas que adoptan otras normas para tales relaciones probablemente constituyan un punto central de controversia.

En muchos países la iglesia goza de libertad de expresión religiosa y de la oportunidad de ejercer prácticas preferenciales de empleo. Sin embargo, existen numerosas oficinas e instituciones en áreas donde, excepto para las funciones puramente eclesiásticas, las prácticas preferenciales de empleo no son permitidas. Se requiere sabiduría y discernimiento cuidadoso con el fin de que el testimonio de la iglesia no sea acallado por sus acciones ni de que la oportunidad de testificar se vea comprometido por suscitarse innecesaria oposición. Los siguientes principios están destinados a ayudar a los dirigentes de la iglesia a encarar tales situaciones, mientras continúan sosteniendo las creencias denominacionales en asuntos que atañen a la vida de la iglesia y al empleo.

Se RECOMIENDA: Aprobar los siguientes principios como una guía para las entidades e instituciones denominacionales que, de cuando en cuando, tienen que revisar y salvaguardar su aptitud para llevar a cabo la misión en medio de circunstancias sociales cambiantes. Estos principios deben ser sopesados colectivamente al decidir un curso de acción apropiado en situaciones en las cuales la iglesia o sus instituciones se encuentran en tensióncon las obligaciones impuestas por el estado.

  1. La capacidad para mantener la misión y la testificación. La misión, la testificación y la proclamación cristianas se llevan a cabo en un mundo caído, en medio de circunstancias que no siempre son favorables o neutrales.; En tales situaciones, la respuesta cristiana no es retirarse o abandonar la misión, sino hallar vías para testificar a pesar de las circunstancias. La; habilidad para testificar y llevar adelante la misión debería ser una consideración importante al determinar cómo responder en situaciones difíciles.;
  2. Demostración de buena ciudadanía. Los cristianos viven simultáneamente en dos comunidades, el estado secular y el reino de Dios, y tienen lealtades y obligaciones con ambas. Los cristianos deberían ser buenos ciudadanos en las dos comunidades. En situaciones en las cuales surge tensión entre las dos, el cristiano demostrará fidelidad a las convicciones de fe basadas en la Biblia. En todos los demás asuntos, al cristiano se le aconseja, por las enseñanzas de la Biblia misma, a aceptar y cumplir las obligaciones de la ciudadanía terrenal.
  3. Comprensión de que los límites existen y que no pueden ser quebrantados si se ha de mantener la misión. Los miembros de iglesia y las instituciones eclesiásticas están en el mundo pero no son “del mundo”. Esta constante realidad explica por qué la iglesia no siempre puede adecuarse a las costumbres prevalecientes en la sociedad. La fidelidad a su comprensión de las enseñanzas de la Biblia requerirá la determinación de límites más allá de los cuales la iglesia no puede ir y no irá. Hacerlo volvería contradictorios y sin sentido los esfuerzos en la misión. El curso particular de la experiencia a través de la cual una organización es llevada hasta ese punto variará de lugar en lugar. Cada situación necesita ser evaluada a la luz de sus circunstancias presentes.
  4. Adaptar las prácticas para cumplir con la legislación no modifica las posiciones denominacionales. Es totalmente probable que los modelos de respuesta de las diversas entidades diferirán en cierta medida antes de alcanzar el límite –el punto más allá del cual la iglesia estaría negando sus convicciones y abandonando su misión y testificación. La preocupación central en estas situaciones no es cuestionar o redefinir la posición de la iglesia sino encontrar un camino para verter esa posición en prácticas que salvaguarden la misión de la iglesia.
  5. Las normas de empleo deben ser revisadas periódicamente a la luz de los contextos locales. Se espera que todas las organizaciones empleadoras establezcan y revisen periódicamente las normas de empleo y en beneficio de los empleados, así como las reglas de conducta que se aplican al lugar de trabajo.
  6. La respuesta institucional es definida por las juntas de contralor o las comisiones ejecutivas. La Iglesia Adventista del Séptimo Día ejercerá su derecho a la libertad de religión y a las prácticas de empleo preferencial hasta el punto permitido por la ley. Cuando, según el juicio de la junta de fideicomisarios o la comisión de contralor de una organización, la aplicación de las leyes o la supresión de la libertad religiosa interfiere con la capacidad de la organización de proseguir y llevar a cabo su misión, la organización puede decidir buscar protección legal (ya sea iniciando una demanda o defendiéndose contra demandas entabladas por otra parte) y, en el caso de que fracase en obtenerla, reorganizas o discontinuar la operación.
  7. Consulta antes que acción unilateral. Una organización o institución adventista del séptimo día no actuará unilateralmente en tales asuntos. Su comisión ejecutiva o su junta buscará consejo de la administración de las organizaciones supervisoras (Asociación, Unión, División), o de la administración de la Asociación General en el caso de instituciones de la Asociación General, antes de decidir la naturaleza de su respuesta a la legislación que exige a la organización prácticas consideradas en conflicto con sus creencias y valores.
  8. Consejo antes de entrar en litigio. En situaciones donde una entidad denominacional contempla litigar, o donde una entidad debe defenderse de una demanda relacionada con la orientación y expresión sexual del empleado, la administración de la entidad procurará consejo de la Oficina de Asesoramiento de la Asociación General antes de iniciar o responder una litigación.

1 Véase: “Afirmación del matrimonio”, aprobada por la Junta Administrativa de la Asociación General el 23 de abril de 1996 (p. 83 de este libro).2 Véase: “La homosexualidad”, aprobada por Junta Ejecutiva de la Asociación General el 3 de octubre de 1999, y “Respuesta a las uniones del mismo sexo: Una reafirmación del matrimonio cristiano”, votada por la Junta Administrativa de la Asociación General el 9 de marzo de 2004 (pp. 71 y 105 en esta obra).

Este documento fue votado durante la sesión del Concilio Anual de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día realizada en Silver Spring, Maryland, EE.UU., el 15 de octubre de 2007.

Dios ha entretejido la música en la trama misma de su creación. Por ejemplo, cuando hizo todas las cosas, “alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios” (Job 38:7). El libro del Apocalipsis describe el cielo como un lugar de alabanza incesante, que resuena con cánticos de adoración a Dios y al Cordero por parte de todos (Apoc. 4:9-11; 5:9-13; 7:10-12; 12:10-12; 14:1-3; 15:2-4; 19:1-8). Debido a que Dios hizo al ser humano a su imagen, compartimos el amor y el aprecio por la música con todos los seres creados. De hecho, la música puede tocarnos y conmovernos con un poder que va más allá de las palabras o cualquier otro tipo de comunicación.1 La mejor música, la más pura, eleva nuestro ser hasta la misma presencia de Dios, donde los ángeles y los seres no caídos lo adoran con cánticos.

Pero el pecado ha lanzado una plaga sobre la creación. La imagen divina ha sido desfigurada y casi borrada; en todos los aspectos, este mundo y los dones de Dios nos llegan con una mezcla de bien y de mal. La música no es moral ni espiritualmente neutra. Puede elevarnos hasta la experiencia humana más sublime, o puede ser usada por el príncipe del mal para rebajarnos y degradarnos, para despertar sensualidad, pasiones, desesperación, ira y odio.

La mensajera del Señor, Elena de White, continuamente nos anima a elevar nuestra perspectiva en cuanto a la música. Ella nos dice: “Cuando no se abusa de la música, ésta es una gran bendición; pero mal empleada, es una terrible maldición” (El hogar cristiano, p. 371).2 “Debidamente empleada es un precioso don de Dios, destinado a elevar los pensamientos hacia temas más nobles, y a inspirar y levantar el alma” (La educación, p. 167). En cuanto al poder del canto, ella escribe: “¡Cuán a menudo, para el alma oprimida y a punto de desesperar, la memoria recuerda alguna palabra de Dios – [por ejemplo,] el tema olvidado de algún canto de la infancia–, y las tentaciones pierden su poder, la vida adquiere nuevo significado y nuevo propósito, y se imparte valor y alegría a otras almas! [...] Como parte del servicio religioso, el canto no es menos importante que la oración. En realidad, más de un canto es una oración. [...] Al conducirnos nuestro Redentor al umbral de lo infinito, inundado con la gloria de Dios, podremos comprender los temas de alabanza y acción de gracias del coro celestial que rodea el trono, y al despertarse el eco del canto de los ángeles en nuestros hogares terrenales, los corazones serán acercados más a los cantores celestiales.

La comunión con el cielo empieza en la tierra. Aquí aprendemos la clave de su alabanza” (La educación, p. 168). Como adventistas creemos y predicamos que Jesús pronto vendrá otra vez. En nuestra proclamación mundial de los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6-12, llamamos a todos los pueblos a aceptar el evangelio eterno, a alabar a Dios el Creador y a prepararse para encontrarse con nuestro Señor en su pronto regreso.; Desafiamos a todos a elegir lo bueno y no lo malo, para que, diciendo NO “a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:12, 13). Creemos que el evangelio afecta todos los aspectos de la vida. Por eso sostenemos que, dado el vasto potencial de la música para el bien o el mal, no podemos ser indiferentes a ella. Aunque percibimos que los gustos en; música varían en gran manera de un individuo a otro, creemos que la Biblia y los escritos de Elena de White sugieren principios que pueden moldear nuestras elecciones.

Definiciones

“Música sacra”: También llamada “música religiosa”, es una expresión que se usa en este documento para designar a la música que se centraliza; en Dios, y en temas bíblicos y cristianos. En la mayoría de los casos, es música compuesta para ser utilizada en los cultos, las reuniones de evangelización o la devoción personal, y puede ser música vocal e instrumental. Sin; embargo, no toda música considerada sacra/religiosa puede ser aceptable para un adventista. La música sacra no debería evocar asociaciones seculares o invitar a la conformidad con normas mundanas de; pensamiento o comportamiento.

“Música secular”: Es la música compuesta para ambientes ajenos al servicio de culto o de devoción personal. Apela a los temas comunes de la vida y a las emociones básicas del ser humano. Proviene de nuestro ser interior, y expresa la reacción del espíritu humano ante la vida, el amor y el mundo en el que el Señor nos ha colocado. Puede elevar o degradar moralmente al ser humano. Aunque no está destinada a alabar a Dios, puede tener un lugar legítimo en la vida del cristiano. En su elección debería seguirse los principios presentados en este documento.

Principios guiadores para el cristiano

La música con la que se deleita el cristiano debería estar regulada por los siguientes principios: 1. Toda la música que el cristiano escuche, interprete o componga, ya sea sacra o secular, glorificará a Dios: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Cor. 10:31). Éste es el principio bíblico fundamental. Cualquier cosa que no pueda satisfacer esta norma elevada debilitará nuestra experiencia con el Señor. 2. Toda la música que el cristiano escuche, interprete o componga, ya sea sacra o secular, debería ser la más noble y la mejor: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Fil. 4:8). Como seguidores de Jesucristo que esperamos y anhelamos unirnos a los coros celestiales, consideramos; la vida en esta tierra como una preparación para, y un anticipo de, la vida en un cielo nuevo y una tierra nueva. De estos dos fundamentos –glorificar a Dios en todas las cosas, y elegir lo más noble y lo mejor– dependen los demás principios que se presentan a continuación para la selección musical por parte de los cristianos: 3. La música debe caracterizarse por ser de calidad, equilibrada, apropiada y auténtica. Fomentará nuestra sensibilidad espiritual, psicológica y social, y nuestro crecimiento intelectual. 4. Apelará tanto al intelecto como a las emociones, y tendrá un efecto positivo sobre el cuerpo. 5. La música revelará creatividad y estará compuesta con melodías de calidad. Cuando se utilice armonía,3ésta debe ser usada de una forma interesante y artística, con ritmos que la complementen. 6. La música vocal empleará letras que estimulen positivamente nuestras habilidades intelectuales, así como nuestras emociones y nuestra fuerza de voluntad. Las buenas letras son creativas, ricas en contenido y de buena composición. Se concentran en lo positivo y reflejan valores morales; educan y elevan; y se corresponden con una teología bíblica sólida. 7. Los elementos musicales y literarios deben obrar armoniosamente unidos para influir sobre el pensamiento y la conducta, en concordancia con los valores bíblicos.8. La música debe mantener un equilibrio prudente de los elementos espirituales, intelectuales y emocionales. 9. Debemos reconocer y aceptar la contribución de diferentes culturas en la adoración a Dios. Las formas y los instrumentos musicales varían en; gran manera dentro de la familia adventista mundial, y la música proveniente de una cultura puede sonar extraña para alguien de una cultura diferente. Hacer música adventista significa elegir lo mejor y, sobre todo, acercar- nos a nuestro Creador y Señor para glorificarlo.

Enfrentemos el desafío de tener una visión musical alternativa viable y, como parte de nuestro mensaje profético, hacer una contribución musical adventista distintiva como un testimonio al mundo respecto de un pueblo que espera el pronto regreso de Cristo.

Referencias:

1 “Es uno de los medios más eficaces para grabar en el corazón la verdad espiritual” (La educación,p. 168).

2 Ella también dice que “justamente antes de la terminación del tiempo de gracia [...] habrá vocerío acompañado de tambores, música y danza. El juicio de algunos seres racionales quedará confundido de tal manera que no podrán confiar en él para realizar decisiones correctas. Y a esto consideran como la actuación del Espíritu Santo. El Espíritu Santo nunca se manifiesta en esa forma, mediante ese ruido desconcertante. Esto constituye una invención de Satanás para ocultar sus ingeniosos métodos destinados a tornar ineficaz la pura, sincera, elevadora, ennoblecedora y santificadora; verdad para este tiempo” (Mensajes selectos, t. 2, p. 41).

3 Reconocemos que en algunas culturas la armonía no es tan importante como en otras culturas.

Estas orientaciones fueron aprobadas por la Junta Ejecutiva de la Asociación General en el Concilio Anual desarrollado en Silver Spring, Maryland, el 13 de octubre de 2004, y por la Junta Directiva Plenaria de la División Sudamericana realizada en Brasilia el 3 de mayo de 2005.

La Iglesia Adventista del Séptimo Día surgió en cumplimiento de la profecía con el objetivo de preparar a un pueblo para el regreso de Jesús.Fue escogida como un instrumento divino para proclamar a todo el mundo las buenas nuevas de salvación por la fe en el sacrificio de Cristo y laobediencia a sus mandamientos. La vida de quienes aceptan esa responsabilidad debe ser tan consagrada como su propio mensaje. Este principio se aplica, de manera especial, a losque, por medio de la música, tienen la misión de conducir a la iglesia de Dios en la adoración, la alabanza y la evangelización, ya que “la música sóloes aceptable para Dios cuando el corazón es consagrado, enternecido y santificado” (Elena de White, Carta 198, 1895). Es necesario recibir primeropara ofrecer después. Es necesario tener un compromiso personal con el mensaje para poder transmitirlo luego. Es necesario tener un encuentropersonal con Dios para entonces reconocer su santidad, y así desarrollar una sensibilidad musical adecuada.Ante esta realidad, los que producen, seleccionan o interpretan la música usada en la iglesia necesitan mucha comunión, sabiduría, orientación yapoyo. Deben tener una visión de la grandeza del ministerio que tienen en sus manos, y también el máximo cuidado al hacer sus elecciones. “No essuficiente entender los rudimentos del arte de cantar, sino que, junto con la comprensión y el conocimiento, debe haber tal conexión con el Cieloque los ángeles puedan cantar por intermedio de nosotros” (Mensajes selectos, t. 3, p. 383).La música es uno de los dones más grandes dados por Dios y, por eso mismo, es un elemento indispensable en el proceso de crecimiento cristiano.La música es uno de los grandes dones que Dios concedió al hombre, y uno de los elementos más importantes en un programa espiritual. Es unaavenida de comunicación con Dios, y “es uno de los medios más eficaces para grabar en el corazón la verdad espiritual” (La educación, p. 168).Ejerce influencia sobre asuntos de consecuencias eternas. Puede elevar o degradar, y ser empleada tanto para el bien como para el mal. “Tiene poder; para subyugar naturalezas rudas e incultas, para avivar el pensamiento y despertar simpatía, para promover la armonía en la acción, y desvanecer la; melancolía y los presentimientos que destruyen el valor y debilitan el esfuerzo” (La educación, p. 168).La música es uno de los elementos más importantes en cada actividad de la iglesia, y por eso debe ser usada siempre de manera edificadora. “El canto es uno de los medios más eficaces de impresionar el corazón con la verdad espiritual. A menudo, por las palabras del cántico sagrado, fueron abiertas; las fuentes del arrepentimiento y de la fe” (El evangelismo, p. 365).Las siguientes orientaciones son presentadas procurando el crecimiento del área de la música, de cada músico involucrado y de la iglesia como un todo. Complementan los principios presentados por la Asociación General, y deben guiar el uso de la música dentro de la Iglesia Adventista en Sudamérica. Su aceptación proporcionará elecciones sabias, el cumplimiento de la misión y la conquista de mejores resultados. Con el fin de identificar correctamente el papel de la música y de los músicos adventistas, toda la actividad musical de la iglesia deberá ser llamada

Ministerio de la Música.Los músicos adventistas tendrán una visión clara de su papel como ministros; y la iglesia, una visión distinta de la música, su objetivo y su mensaje como un ministerio.

  1. El músico
  2. Debe cultivar una vida de devoción, a la altura de un cristiano auténtico, basada en la práctica regular de la oración y la lectura de la Biblia.
  3. Necesita expresar su encuentro personal con Cristo por medio de la música.
  4. Debe, en consecuencia, tratar a la música como una oración o un sermón, preparándose espiritualmente para cada presentación (El evangelismo,pp. 371, 372).
  5. Debe representar correctamente los principios de la iglesia en su vida y reflejar el mensaje de la música que presenta, edita o compone.
  6. Debe estar en armonía con los principios de la iglesia, viviendo los principios de la mayordomía cristiana y siendo miembro activo de una iglesia local.
  7. Necesita desarrollar el arte, en todas sus actividades, como un ministerio. No resaltar su imagen personal, sino el mensaje que será transmitido.
  8. Cuida su apariencia personal, para reflejar el patrón de modestia y decencia presentado por la Biblia.
  9. Canta con entonación clara, pronunciación correcta y articulación distinta (Obreros evangélicos, p. 370).
  10. Evita todo lo que pueda apartar la atención del mensaje de la música, como gesticulación excesiva y extravagante, y orgullo en la presentación(El evangelismo, p. 365).
  11. Evita la amplificación exagerada, tanto vocal como instrumental, en sus presentaciones.
  12. Evita el uso de tonos estridentes, distorsiones vocales o instrumentales, así como también el estilo de los cantantes populares.
  13. Respeta el ambiente de la iglesia y las horas del sábado al vender sus materiales.
  14. Debe recibir orientación y apoyo espiritual por parte del liderazgo del Ministerio de la Música, los líderes de la iglesia y el pastor local.
  15. La música
  16. Glorifica a Dios y ayuda a los oyentes a adorarlo de manera aceptable.
  17. Debe ser compatible con el mensaje, manteniendo el equilibrio entre; el ritmo, la melodía y la armonía (1 Crón. 25:1, 6, 7).
  18. Debe armonizar la letra con la melodía, sin mezclar lo sagrado con lo profano.
  19. No sigue tendencias que abren la mente hacia pensamientos impuros, que llevan a comportamientos pecaminosos o que destruyen el aprecio por lo que es santo y puro. “La música secular o aquella que sea de naturaleza dudosa o cuestionable nunca debiera introducirse en nuestros cultos” (Manual de la iglesia, p. 74).
  20. No se deja guiar sólo por el gusto y la experiencia personales. Los hábitos y la cultura no son guías suficientes en la elección de la música. “En algunas de nuestras iglesias he escuchado solos que eran inapropiados para el servicio de culto en la casa de Dios. Las notas prolongadas y los sonidos peculiares, tan comunes en el canto de ópera, no agradan a los ángeles. Éstos se complacen en oír los sencillos cantos de alabanza expresados en un tono natural” (El evangelismo, p. 372).
  21. No debe rebajarse con el fin de obtener conversos, sino que debe elevar al pecador hacia Dios (El evangelismo, p. 105). Elena de White dice que se volverá a escuchar, justo antes de la terminación del tiempo de gracia, “[...] vocerío acompañado de tambores, música y danza. El juicio de algunos seres racionales quedará confundido de tal manera, que no podrán confiar; en él para realizar decisiones correctas. Y a eso consideran como la actuación del Espíritu Santo. El Espíritu Santo nunca se manifiesta en esa forma, mediante ese ruido desconcertante. Eso constituye una invención de Satanás para ocultar sus ingeniosos métodos destinados a tornar ineficaz la; pura, sincera, elevadora, ennoblecedora y santificadora verdad para este; tiempo” (Mensajes selectos, t. 2, p. 41).
  22. Provoca una reacción positiva y saludable en quienes la oyen.

III. La letra

  1. Debe ser de fácil comprensión y estar en armonía con las enseñanzas de la Biblia.
  2. Debe tener valor literario y teológico consistente. No usar letras livian as, vagas y sentimentales, que apelen sólo a las emociones.
  3. No debe ser superada por los arreglos o los instrumentos de acompañamiento.
  4. Debe mantener el equilibrio entre himnos dirigidos a Dios y cánticos que contienen peticiones, llamados, enseñanzas, testimonios, amonestacionesy ánimo (Col. 3:16; Efe. 5:19).
  5. No debe presentarse en otro idioma que no sea el local, para que pueda ser comprendida y los oyentes sean edificados.
  6. La alabanza de la congregación
  7. Debe ser más valorada, porque por medio de ella toda la iglesia participa. “No siempre unas pocas personas deben hacerse cargo del canto.Tan a menudo como sea posible, hay que hacer participar a toda la congregación” (Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 116). Los momentos de; alabanza de la congregación:a. Involucran la participación de todos en el culto. b. Armonizan el corazón del hombre con Dios. c. Ejercen una influencia unificadora del pueblo de Dios en un solo pensamiento.d. Dan oportunidad para expresar las emociones y los sentimientos personales.e. Fortalecen el carácter.f. Tienen gran valor educativo.g. Resaltan un buen principio de mayordomía, al desarrollar un talento dado por Dios.h. Dirigen al oyente hacia Cristo.
  8. No debe ser usada para llenar espacios vacíos, o un imprevisto. Debe estar incluida dentro de cualquier culto o programa, en un momento especial, valorando su importancia.
  9. No debe ser realizada de manera fría, automática o con falta de preparación. Los himnos que serán cantados y el mensaje que será expuesto deben estar unidos entre sí, fruto de la planificación y de la cuidadosa organización entre los líderes y el Ministerio de la Música (Joyas de los testimonios, t. 1, p. 458).
  10. Siempre y cuando sea posible, el ministro de la alabanza debe ocupar un lugar en la plataforma, como uno de los participantes en el culto de adoración.
  11. Deben ser estimulados grupos musicales que involucren a una buena cantidad de personas. “[...] Muy pocas veces convendrá que los cantos sean ofrecidos por unos pocos” (Consejos sobre la salud, p. 481).
  12. Debe haber cuidado especial para no usar músicas que apenas agraden a los sentidos, tengan conexión con lo carismático o den prioridad al ritmo.
  13. Los instrumentos
  14. Los instrumentistas de la iglesia siempre deben ser estimulados a participar de los cultos de adoración, con instrumentos en vivo. Hablando delcanto, Elena de White recomienda: “[...] Acompáñese entonces el canto con instrumentos musicales tocados con habilidad. No hemos de oponernos al empleo de instrumentos de música en nuestra obra” (El evangelismo, p. 370).
  15. Debe haber mucho cuidado al utilizar instrumentos asociados con la música popular y folclórica, o que necesiten amplificación exagerada. Cuando son mal utilizados, hacen competencia al mensaje de la música y lo debilitan.
  16. El uso de play-backs para números especiales debe ser alternativo. Deben ser usados de manera equilibrada, siempre en apoyo al canto de la congregación.
  17. Los instrumentos deben ocupar su papel de acompañamiento, dando prioridad al mensaje. “La voz humana que canta la música de Dios con un corazón lleno de gratitud y agradecimiento, es para él mucho más agradable que la melodía de todos los instrumentos musicales que han sido inventados por manos humanas” (El evangelismo, p. 369).
  18. Debe tener prioridad –antes que las orquestas, las bandas y otros grupos– la presentación de música que esté dentro de las recomendaciones de la iglesia y que edifique a los oyentes.
  19. Las producciones musicales
  20. Deben caracterizarse por resaltar nuestro mensaje distintivo.
  21. Los compositores, los arregladores, los productores y los directores deben dar prioridad, valorar y trabajar con músicos que estén comprometidos con los principios musicales de la iglesia.
  22. Las producciones musicales de las instituciones adventistas deben ser referencias de los valores musicales de la iglesia.
  23. Se debe prestar atención y cuidado especial a las producciones vendidas en locales de propiedad de la iglesia, para que reflejen nuestros valores musicales.
  24. La música presentada en las estaciones de radio y los canales de televisión que son propiedad de la iglesia, también debe reflejar nuestros valores musicales. Ella posee una gran influencia, forma la cultura musical de la iglesia, y llega a ser una referencia musical de la iglesia para los oyentes y los telespectadores.

VII. La educación musical

  1. Debe considerarse la posibilidad de apoyar a los niños en su entrenamiento musical, con el fin de preparar a futuros músicos que servirán en la iglesia. Este apoyo podrá ser dado por medio de maestros de música de la propia iglesia, o patrocinar clases de música para algún interesado.
  2. La música debe ser valorada y bien trabajada en los hogares cristianos. La instrucción y la formación de un gusto musical saludable debe comenzar temprano en la vida de los niños. Los padres deben conversar, orientar y ser un modelo positivo para sus hijos al escoger con sabiduría la música que será escuchada en casa.
  3. La educación adventista debe estimular a los alumnos en el aprendizaje de instrumentos musicales, lectura de partituras y canto vocal en coros o; grupos.
  4. En todas las instituciones educativas adventistas, las presentaciones musicales deben estar en armonía con las directrices de la iglesia. Esto se aplica tanto a los talentos locales como a artistas y grupos visitantes, y también al uso de los medios de comunicación para entretenimientos (películas y otros) patrocinados oficialmente por la institución.

VIII. La administración de la música en la iglesia

  1. Cada iglesia debe tener su comisión de música debidamente organizada y que mantenga reuniones regulares. La administración del Ministerio de la Música no debe estar en manos de una sola persona.
  2. Deben realizarse charlas, sermones, seminarios o festivales de alabanza que involucren a cantantes o grupos, y fortalezcan el compromiso con la iglesia y sus principios musicales.
  3. El liderazgo de la iglesia debe animar a sus miembros a desarrollar sus talentos musicales, al establecer un coro, un cuarteto, un grupo musical, una orquesta o fortalecer un talento individual.
  4. La iglesia debe, dentro de lo posible, tratar de adquirir algún instrumento musical propio para fortalecer la alabanza y la formación musical.
  5. La comisión directiva del Ministerio de la Música debe organizar y preparar música especial, y elegir un responsable de la alabanza de la congregación para todos los cultos de la iglesia.
  6. La salida o la recepción de grupos musicales o cantantes debe tener una recomendación oficial de la iglesia de la que son miembros. Esta actitud valora a los buenos músicos y da seguridad a la iglesia.
  7. La música no debe ser motivo de discusiones o actitudes radicales. La búsqueda del modelo divino debe ser guiada por el amor y la oración, y nopor la imposición.
  8. La música en la evangelización
  9. Toda presentación musical debe contener, siempre y cuando sea posible, un mensaje bíblico y un llamado u ofrecimiento de un curso bíblico a; quienes aún no estén bautizados, tratando de llevarlos a Jesús.
  10. Los grupos musicales y los cantantes deben buscar maneras de actuar directamente, y de forma sistemática, en las campañas misioneras y; evangelizadoras de la iglesia; o desarrollar sus propios proyectos para cumplir la misión.
  11. La música en el culto
  12. Dentro del culto y la adoración a Dios, la música debe ocupar un lugar tan especial como la oración y el mensaje de la Biblia. La música es un sacrificio de alabanza, un medio de promover el crecimiento espiritual, de glorificar a Dios y de dirigir al oyente hacia él. 2. El mensaje musical especial y la alabanza de la congregación deben estar en armonía con el mensaje bíblico que será presentado. Eso fortalece su impacto. 3. La música para el culto debe tener belleza, majestad y poder (Joyas de los testimonios, t. 1, p. 458).
  13. La música debe ser escogida de manera específica para cada ambiente, programa o culto de la iglesia. “Los que hacen del canto una parte del culto divino, deben elegir himnos con música apropiada para la ocasión, no de notas fúnebres, sino alegres, y, con todo, melodías solemnes” (El evangelismo, p. 370).
  14. El equipo de audio y vídeo
  15. Debe trabajar, en sociedad con el Ministerio de la Música, en la planificación y la organización del programa musical de la iglesia.
  16. Mantendrá los; principios presentados en este documento, especialmente; en lo que se refiere al uso de materiales sonoros y visuales en la adoración, la alabanza y la liturgia.
  17. Ofrecerá apoyo técnico a los cantantes, músicos, grupos vocales e instrumentales, antes y durante las presentaciones, con el objetivo de tener una buena calidad en la adoración y la alabanza.

XII. La música secular

  1. Los principios de elección musical deben servir tanto para la música “sacra” como para la “secular”. En ningún momento dejamos de ser hijos e hijas de Dios que tratan de glorificarlo en todas las cosas. Siempre escogeremos sólo lo mejor.
  2. La elección de la música “secular” debe estar caracterizada por un; equilibrio saludable en los elementos del ritmo, la melodía y la armonía, con una letra que exprese ideales de gran valor.
  3. Debe haber cuidado especial en la elección de la música en programas especiales dentro de la iglesia, tales como: ceremonias de matrimonio, cultos de acción de gracias, seminarios y otros.

Conclusiones

Vivimos en un momento difícil, en el que cada vez más las personas y las sociedades expresan sus sentimientos religiosos sin una clara orientación cristiana y bíblica. La música ha llegado a ser un asunto fundamental, que requiere discernimiento y decisión espirituales. En consecuencia, debemos formularnos las siguientes preguntas importantes mientras tratamos de hacer buenas elecciones musicales:

  1. La música que estamos escuchando o presentando, ¿tiene consistencia moral y teológica tanto en la letra como en la melodía?
  2. ¿Cuál es la intención que está detrás de esta música? ¿Transmite un mensaje positivo o negativo? ¿Glorifica a Dios (1 Cor. 10:31) y ofrece lo que es más noble y mejor (Fil. 4:8)?
  3. ¿Está la música comunicando su intención eficazmente? ¿Está el músico promoviendo una atmósfera de reverencia? La letra y la música, ¿dicen la misma cosa?
  4. ¿Estamos buscando la orientación del Espíritu Santo en la elección de la música religiosa y secular?

El consejo de Pablo es claro: “[...] Cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento” (1 Cor. 14:15). No hay duda de que la música es una expresión artística que toca los sentimientos. Esto nos lleva a evaluar, escoger y producir música de manera racional, teniendo en cuenta su poder, y tratando de cumplir el propósito de Dios para la edificación de la iglesia y la salvación del mundo.

No podemos olvidar que “la música es de origen divino. Hay gran poder en ella. Fue la música de la hueste angelical la que emocionó el corazón de los pastores en las llanuras de Belén y alcanzó el mundo entero. Es mediante la música como nuestras alabanzas se elevan hacia quien es la personificación de la pureza y la armonía. Es con música y con cantos de victoria como los redimidos entrarán finalmente en la recompensa eterna” (Mensajes selectos, t. 3, p. 382).

Estas orientaciones fueron aprobadas por la Junta Directiva Plenaria de la División Sudamericana, realizada en Brasilia, el 3 de mayo de 2005.

NOTA: Las siguientes orientaciones fueron elaboradas por la Comisión de Asuntos de Misión Global (ADCOM-S) y editadas por el Instituto de Investigaciones Bíblicas. Estas son las primeras de una serie de orientaciones presentadas para su aprobación a la Comisión Administrativa de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día en junio y julio de 2003. El propósito de estas orientaciones es que se utilicen, según sea apropiado, por administradores eclesiásticos, educadores y otros al proclamar el evangelio en ambientes predominantemente no cristianos. Cuando se aprueben nuevas orientaciones, serán agregadas a esta sección.

  1. El uso de la Biblia en Misión en relación con los “Escritos sagrados”

Al construir puentes con los no cristianos, el uso de sus “escritos sagrados” odría ser muy útil en el contacto inicial con el fin de mostrar sensibilidady guiar a las personas en las sendas que les son en cierta forma familiares.; Pueden contener elementos de verdad que encuentran su significadomás pleno y rico en el estilo de vida que se encuentra en la Biblia. Estos escritos debieran ser usados en un intento deliberado por presentarles la Biblia a las personas como la Palabra inspirada de Dios y para ayudarlos a transferir su fidelidad a los escritos bíblicos como su fuente de fe y práctica.Sin embargo, existen ciertos riesgos que están implicados en el uso de estos escritos. Las siguientes orientaciones contribuirán a evitar esos riesgos.

  1. La Biblia debiera ser reconocida como el instrumento de enseñanza y la fuente de autoridad que debe ser usada para guiar a una persona a Cristoy a una vida de fe en una sociedad donde es otra la religión dominante.b. La iglesia no debiera usar un lenguaje que pueda dar la impresión de que reconoce o acepta la naturaleza y la autoridad asignada a los “escritossagrados” por los seguidores de religiones no cristianas específicas. c. Quienes usan los “escritos sagrados” como se expone más arriba debieran elaborar o crear un plan que indique cómo se llevará a cabo la transferencia de fidelidad.d. La educación y el crecimiento espiritual de los nuevos creyentes en sociedades no cristianas se logrará sobre la base de la Biblia y su autoridadexclusiva.
  2. Estructuras organizacionales transicionales

De acuerdo con Mateo 28:18 al 20, la misión de la iglesia tiene tres componentes principales inseparables: 1) La misión debiera guiar a la gente a Jesús como su Salvador y Señor por medio de la conversión y el bautismo; 2) la misión es incorporar a una comunidad de creyentes, la iglesia, en un ambiente donde puedan crecer en la fe, el conocimiento y el gozo de una comunión universal de creyentes; y, 3) la misión es alimentar y capacitar a los miembros como discípulos activos que reconozcan y utilicen sus dones espirituales para ayudar a compartir el evangelio. La Iglesia Adventista del Séptimo Día ha sido fundada y organizada por el Señor para cumplir esa comisión evangélica. La naturaleza universal de la iglesia requiere la existencia de una estructura organizacional básica y común en todo el mundo que facilite el cumplimiento de su misión. Las condiciones políticas y religiosas en algunos países podrían dificultar o incluso imposibilitar el funcionamiento de la iglesia dentro de su estructura organizacional tradicional. Tal vez se necesite una estructura organizacional transicional. En tales casos, debieran emplearse las siguientesorientaciones para hacer frente a la situación:a. La estructura organizacional transicional sería justificable bajo una de las siguientes condiciones:

1) Cuando se necesiten probar nuevas iniciativas en la misión de alcanzar a pueblos resistentes o no alcanzados previamente;2) Cuando la obra y la organización regular de la iglesia no estén permitidas debido a circunstancias locales religiosas o políticas.

  1. Los líderes eclesiásticos de la División/Unión/Campo local donde se crean las estructuras organizacionales transicionales debieran determinar lanaturaleza de la organización transicional, y si es apropiado elegir un liderazgo local. Además, debieran definir la administración del diezmo y lasofrendas dentro de la organización transicional. c. Los obreros que prestan liderazgo en la organización transicional debieran estar comprometidos personalmente con la unidad doctrinal y la misiónde la Iglesia Adventista del Séptimo Día y de su organización eclesiástica mundial. d. Los nuevos conversos debieran, lo antes posible, ser conscientes del hecho de que pertenecen a una comunidad eclesiástica mundial en particular–la Iglesia Adventista del Séptimo Día–, y de que esta tiene un mensaje y una misión particulares para el mundo.e. Lo antes posible, la estructura organizacional transicional debiera ser reemplazada por el sistema organizacional regular de la iglesia.
  2. Creencias fundamentales y preparación para el bautismo

Las creencias fundamentales y los no cristianos La “Declaración de creencias fundamentales” es una expresión del mensaje eclesiástico en un lenguaje significativo para las comunidades cristianas. El desafío es determinar cómo hacer que esta declaración sea significativa para las sociedades donde los cristianos son minoría o no existen. La misión para los no cristianos despertará nuevos interrogantes que no están contemplados en las creencias fundamentales, y debieran brindarse respuestas bíblicas relevantes. Las siguientes sugerencias podrían ser de ayuda cuando se aborda este tema en particular: a. La forma en que se presenten las creencias fundamentales y el lenguaje usado para presentarlas debe ser cuidadosamente estudiado y seleccionadocon el fin de facilitar la comprensión del mensaje de la iglesia por parte de los no cristianos. Han de incentivarse la creación de estudios bíblicospreparados localmente y los instrumentos de enseñanza. b. La tarea recién descripta debiera hacerse en centros de estudios religiosos, con la ayuda de obreros de primera línea y en consulta con la comunidadeclesiástica, teólogos, “misiólogos” y administradores. c. Los directores de los centros de estudios religiosos debieran remitir las preguntas y preocupaciones locales no tratadas en las creencias fundamentales a la Oficina de Misión Global de la Asociación General para su estudio.

Orientaciones bautismales

Deben seguirse estas orientaciones secuenciales en la preparación de los nuevos conversos para el bautismo y la membresía de la Iglesia Adventistadel Séptimo Día: a. Un candidato debe dar clara evidencia de una experiencia personal de salvación por fe en Cristo y de una comprensión clara del mensaje adventista.b. Un candidato debe ser guiado por la comunidad local de creyentes hasta que la comunidad pueda testificar que el candidato ha alcanzado un conocimiento y una experiencia adecuados de la fe adventista. c. El voto bautismal, como se explica en el Manual de la iglesia, debe ser tomado como un resumen de las mínimas creencias y experiencias requeridaspara el bautismo.

  1. Formas de adoración

Dado que la Iglesia Adventista del Séptimo Día continúa entrando en contacto con muchas culturas diferentes de países no cristianos, el tema delas prácticas apropiadas de adoración se vuelve muy relevante. En esos lugares, es importante decidir qué es y qué no es aceptable en un servicio deadoración adventista. Convocar a las personas para adorar al único Dios verdadero desempeña un papel significativo en el mensaje y la misión de laiglesia. De hecho, en la escatología adventista el elemento central en la controversia final es el tema de la adoración y del verdadero objeto de culto.Debiéramos ser cuidadosos y prudentes al buscar formas de contextualizar la adoración adventista alrededor del mundo. En esta tarea debiéramos estar constantemente informados de los siguientes aspectos de la adoración adventista: a. Dios está en el centro mismo de la adoración como su objeto supremo. Cuando nos acercamos a Dios en adoración, entramos en contacto con la misma fuente de la vida, nuestro Creador, y con quien en un acto de gracia nos redimió por medio de la muerte sacrificial de su amado Hijo. Ningún ser humano debiera usurpar ese derecho divino. b. La adoración colectiva es el pueblo de Dios que entra en su presencia como el Cuerpo de Cristo en reverencia y humildad para honrarlo y rendirlehomenaje por medio de la adoración, la confesión, la oración, la acción de gracias y el canto. Los creyentes se reúnen para escuchar la Palabra, para el compañerismo, para la celebración de la Santa Cena, para servir a todos y estar equipados para la proclamación del evangelio. Nuestra fe es una invitación a la adoración sincera y muy participativa, donde la Palabra de Dios es central, la oración es ferviente, la música es sentida y la comunión en la fe es palpable. Estos elementos de adoración son indispensables en los servicios de adoración adventistas alrededor del mundo y debieran formar parte de cualquier intento de contextualizar el culto adventista. c. Somos criaturas complejas en las que la razón y la emoción desempeñan un papel significativo. La verdadera adoración se expresa a través delcuerpo, la mente, el espíritu y las emociones. La Iglesia Adventista requiere un equilibrio apropiado en la participación de estos aspectos de nuestrapersonalidad en la adoración. Es importante tener en cuenta que cualquier elemento del servicio de adoración que tiende a colocar al ser humano enel centro debe ser rechazado. El grado de participación del cuerpo en la adoración puede variar de una cultura a otra, pero todo lo que se realice debiera hacerse bajo disciplina y dominio propio, teniendo en cuenta que el aspecto central del servicio de adoración es la proclamación de la Palabra y su llamado a servir a Dios y a los demás. d. La adoración adventista debiera recurrir a la colección de tesoros de la teología adventista para proclamar con exuberancia y gozo la comunióny la unidad de creyentes en Cristo, y el gran tema del infinito amor de Dios como se ve en la creación, el plan de redención, la vida de Cristo, su obrasumo sacerdotal en el santuario celestial y su pronto regreso en gloria. e. La música debiera ser usada para alabarlo a él y no como un medio de sobreestimular las emociones que simplemente harán que los individuos“se sientan bien”. Por medio de ella, los adoradores debieran expresar sus sentimientos más profundos de gratitud y gozo al Señor en un espíritu desantidad y reverencia.; El culto adventista es para celebrar el poder creador y redentor de Dios. Si surge la necesidad de contextualizar la forma de adorar en una cultura particular, debieran seguirse las orientaciones provistas en el documentotitulado “Contextualización y sincretismo” que se desarrolla a continuación.

  1. Contextualización y sincretismo

La contextualización se define en este documento como el intento intencional y discriminatorio de comunicar el mensaje evangélico de una formaculturalmente significativa. La contextualización adventista está motivada por la seria responsabilidad de cumplir la comisión evangélica en un mundo muy diverso. Se basa en la autoridad de la Escritura y en la dirección del Espíritu y apunta a comunicar la verdad bíblica en una forma culturalmente relevante. En esa tarea, la contextualización debe ser fiel a la Escritura y significativa para la nueva cultura anfitriona, recordando que todas las culturas son juzgadas por el evangelio. La contextualización intencional del modo de comunicar nuestra fe y práctica es bíblica, legítima y necesaria. Sin ella, la iglesia enfrenta los peligros de la incomunicación y de los malos entendidos, de la falta de identidad y del sincretismo. Históricamente, la adaptación se dio alrededor del mundo como una parte crucial de la divulgación del mensaje de los tres ángeles a cada familia, nación, tribu y pueblo. Esto seguirá aconteciendo.

Puesto que la iglesia sigue entrando en más ámbitos no cristianos, la cuestión del sincretismo –la combinación de verdad religiosa y error– es undesafío y una amenaza constantes. Afecta a todas las partes del mundo y debe ser tomado en serio al explorar la práctica de la contextualización. Estetema se destaca por la comprensión adventista del gran conflicto entre el bien y el mal que explica el modo de operación de Satanás: distorsionar ycomprometer la verdad; no negándola, sino mezclando verdad y error, y de este modo le roba al evangelio su verdadero impacto y poder. En este contexto de peligro y distorsión potencial, es indispensable la contextualización crítica.

Dado que los efectos del pecado y la necesidad de salvación son comunes a toda la humanidad, hay verdades eternas que todas las culturas necesitan saber, que en algunos casos pueden ser comunicadas y experimentadas en formas diferentes, aunque equivalentes. La contextualización trata de apoyar todas las Creencias fundamentales y hacer que sean plenamente entendidas.

En la búsqueda de la mejor forma de contextualizar, mientras que al mismo tiempo se rechaza el sincretismo, deben seguirse ciertas orientaciones:a. Dado que la contextualización poco crítica es tan peligrosa como la falta de contextualización, no ha de realizarse a la distancia, sino dentro dela situación cultural específica. b. La contextualización es un proceso que debiera involucrar a líderes, teólogos, “misiólogos”, gente local y ministros de la iglesia mundial. Estosindividuos debieran tener una comprensión clara de los elementos centrales del panorama mundial de la Biblia con el fin de poder distinguir entrela verdad y el error. c. La inspección del elemento cultural específico necesitaría un análisis especialmente cuidadoso por parte de personas que estén culturalmente informadas del significado del elemento cultural particular en cuestión. d. El análisis de lo que dice toda la Escritura acerca del tema o de temas relacionados es indispensable. Las implicancias de las enseñanzas y losprincipios escriturales debieran ser meditados cuidadosamente e incluidos en las estrategias propuestas.e. En el contexto de la reflexión y la oración, las revelaciones bíblicas son normativas y deben ser aplicadas al elemento cultural específico en cuestión. El análisis puede llevar a uno de los siguientes resultados:

1) El elemento cultural particular es aceptado, porque es compatible con los principios escriturales; 2) El elemento cultural particular es modificado para hacerlo compatible con principios cristianos;3) El elemento cultural particular es rechazado, porque contradice los principios de la Escritura.

  1. El elemento cultural particular que fue aceptado o modificado es implementado cuidadosamente.g. Después de un período de prueba, tal vez sea necesario evaluar la decisión tomada y determinar si debiera discontinuarse, modificarse o retenerse.Al final, toda verdadera contextualización debe estar sujeta a la verdad bíblica y producir frutos para el reino de Dios. La unidad de la iglesia globalrequiere que nos expongamos constantemente ante los demás, con la cultura de los demás, y con las ideas de los demás para que seamos “plenamentecapaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura y de conocer el amor de Cristo” (Efe. 3:18).

Para evitar crear fricciones o malos entendidos en nuestras relaciones con otras iglesias y organizaciones religiosas cristianas, se ofrecen las siguientes orientaciones:

1) Reconocemos aquellas agencias que eleven a Cristo ante los hombres como parte del plan divino para la evangelización del mundo, y tenemos enalta estima a los hombres y las mujeres cristianos de otras comuniones que están ocupados en ganar almas para Cristo.

2) Cuando la obra fuera de nuestra división nos pone en contacto con otras sociedades cristianas y cuerpos religiosos, el espíritu de cortesía, franqueza y equidad cristianas debe prevalecer en todo momento.

3) Reconocemos que la verdadera religión está basada en la conciencia y la convicción. Por tanto, es nuestro propósito constante que ningún interés egoísta o ventaja temporal atraiga a alguna persona a nuestra comunión, y que ningún lazo retenga a algún miembro, excepto la creencia y la convicción de que de este modo se encuentra la verdadera conexión con Cristo. Si un cambio de convicción conduce a un miembro de nuestra iglesia a no seguir en armonía con la fe y la práctica adventistas, reconocemos no sólo su derecho sino también la responsabilidad de ese miembro de cambiar, sin oprobio, su afiliación religiosa de acuerdo con sus creencias. Esperamos que otros cuerpos religiosos respondan con el mismo espíritu de libertad religiosa.

4) Antes de admitir en la feligresía a los miembros de otras organizaciones religiosas, debe ejercerse cuidado para determinar si los candidatos están impulsados a cambiar su afiliación religiosa por su convicción religiosa o por consideración de su relación personal con Cristo.

5) Una persona bajo censura en otra organización religiosa, por una falta claramente establecida contra la moral o el carácter cristianos, no será considerado como aceptable para ser miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día hasta que haya evidencias de arrepentimiento y reforma.

6) La Iglesia del Adventista Séptimo Día es incapaz de limitar su misión a áreas geográficas por causa de su comprensión del mandato de la comisión evangélica. En la providencia de Dios y el desarrollo histórico de su obra en favor de los hombres, los cuerpos denominacionales y los movimientos religiosos han surgido, de tiempo en tiempo, para dar énfasis especial a diferentes fases de la verdad del evangelio. En el origen y surgimiento del pueblo adventista se nos entregó la carga de enfatizar el evangelio de la segunda venida de Cristo como un evento inminente, requiriendo la proclamación de las verdades bíblicas en el marco de los mensajes especiales de preparación descritos en la profecía bíblica, en especial Apocalipsis 14:6-12. Este mensaje nos ordena predicar el “evangelio eterno a toda nación, tribu, lengua y pueblo”, llevándolo a la atención de las personas en todas partes. Cualquier restricción que limite el testimonio a una región geográfica específica llega por lo tanto a ser una limitación de la comisión evangélica.; La Iglesia Adventista del Séptimo Día también reconoce los derechos de otros grupos religiosos a actuar sin restricciones geográficas.

Este es el texto del reglamento 075 del libro de Reglamentos eclesiástico-administrativos de la Asociación General.

La presencia muy real del mal en el mundo y la pecaminosidad de los seres; humanos, complicada por los rápidos cambios en la educación, laindustria, la tecnología y la economía, continúan confundiendo a nuestro planeta con cambios sociales masivos. Los individuos y las familias a menudo se sienten impotentes y víctimas de sistemas y circunstancias sobre los cuales perciben que no tienen control.

La Iglesia Adventista del Séptimo Día considera como una parte de su; misión el extender el ministerio de Cristo al mundo afectado por el sufrimiento. El ministerio de Jesús fue dar consuelo, poder, liberación y reconciliación. Junto con otros cristianos, somos una fuerza sanadora y estabilizadoraen tiempos de cambio. Cuando todo es turbulento a nuestro alrededor, la iglesia proporciona seguridad de que hay Uno que está por sobre todo el tumulto de este mundo, que no cambia, y cuyo propósito prevalecerá en última instancia. La iglesia sirve como un vigía en la sociedad y una comunidad que comparte poder, animando a las personas y a las familias a evaluar las condiciones que las rodean, sosteniendo lo que es bueno, y trascendiendo y alterando lo que es perjudicial.

Se dijo de los primeros cristianos: “Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá” (Hech. 17:6). El evangelio de Cristo es, en símismo, un agente de cambio. En el evangelio hay compasión por la fragilidad humana; y al mismo tiempo hay estímulo para formar relaciones perfectascon Dios y unos con otros, como fue el plan divino en la creación.; Creemos que, mediante el poder del Espíritu Santo, llegamos a ser nuevas criaturas (Efe. 4:22-24), salimos de la oscuridad a la luz (1 Ped. 2:9) y experimentamos ahora el poder transformador del mundo por venir (Heb. 6:5). La renovación espiritual satura a la sociedad así como la sal proporciona sabor y la luz ilumina la oscuridad. La presencia de personas espiritualmente renovadas en la comunidad puede hacer una obra que las iniciativas políticas y sociales solas no pueden realizar. Los cristianos que han experimentado el poder transformador de Cristo son pilares estabilizadores y fortalecedores de la sociedad, y conservan los valores que afirman la vida.; Actúan como agentes de cambio ante la decadencia moral. Su presencia activa en la comunidad proporciona esperanza, mientras las personas y las familias son ennoblecidas por principios cristianos, de modo que sus vidas y relaciones producen un impacto sobre quienes las rodean.

Esta declaración fue aprobada y votada por la Comisión Administrativa de la Asociación General (ADCOM), para ser publicada por la Oficina del presidente, Robert S. Folkenberg, en las sesiones

del Concilio Anual desarrollado en San José, Costa Rica, entre el 1° y el 10 de octubre de 1996.

La presencia de iglesias, oficinas e instituciones adventistas del séptimo día alrededor del mundo ha establecido un reconocimiento global de la Iglesia Adventista. La percepción pública concerniente a la familia mundial de los adventistas del séptimo día es influenciada por la vida de sus miembros, por las acciones de cada organización, por los servicios y programas identificados denominacionalmente y por el mantenimiento de un incentivo estético en todas las propiedades físicas. La IASD ha adoptado y registrado como una marca su nombre oficial y logotipo. Todas las organizaciones denominacionales anotadas en el Anuario Adventista del Séptimo Día en curso están autorizadas a utilizar, para propósitos no comerciales, las marcas registradas (“Adventistas del Séptimo Día”, “Adventista”, “ASD”, o cualquier otro derivado de ellas; véase AG BA 40 40) y el logotipo de la iglesia.

El uso apropiado del nombre y el logotipo de la iglesia es acompañado por la obligación de protegerlos del mal uso y de la tergiversación. Los adelantos tecnológicos han hecho posible que una entidad local de la iglesia exhiba una presencia global por medio de un sitio en la Red (web). Es de interés de la iglesia mundial proporcionar orientación sobre cómo la iglesia es descripta, y por consiguiente percibida, a través de un sitio de la Red. Se espera que todas las entidades denominacionales que deciden establecer presencia en la Red desarrollen sus sitios dentro del ámbito de las siguientes orientaciones. Las comisiones ejecutivas de las Divisiones pueden adoptar orientaciones adicionales respecto al contenido y la operación de los sitios de la Red dentro del territorio de la División.

  1. Únicamente las iglesias, organizaciones y entidades oficiales administradas por organizaciones que figuran en el Anuario Adventista del Séptimo Día están habilitadas para usar los símbolos de identidad corporativa de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (logotipo gráfico y texto), como se describen en el manual de normas de identidad corporativa de la iglesia.
  2. Los nombres identificatorios usados por entidades de la iglesia deben ser adquiridos y registrados en nombre de la entidad, o en nombre de otra entidad denominacional, tal como una Asociación, Unión o División, que ha autorizado el uso de su nombre identificatorio; y debe establecerse un plan negociado con el fin de preservar el nombre identificatorio para uso futuro por parte de la entidad.
  3. Todos los sitios de la Red denominacional deben exhibir las menciones y símbolos apropiados de marca registrada y derechos de propiedad intelectual.4. Las creencias y enseñanzas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día deben ser sostenidas en todos los sitios de la Red denominacional. Los materiales promocionales y la información proporcionada por medio de la Red deben ser consecuentes con las creencias y los valores éticos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
  4. El extenso acceso público a la Red requiere que la comunicación y la información originada en un sitio refleje la cortesía del discurso público. El mensaje de la iglesia puede ser comunicado de manera que reconozca una diversidad de puntos de vista, en tanto se eviten observaciones y caricaturas hostiles u ofensivas acerca de otras personas, grupos u organizaciones.
  5. Los sitios de la Red adventista del séptimo día deben respetar los derechos de propiedad intelectual cuando ponen audio, videos, fotografías, textos y cualquier otro contenido.
  6. Todos los sitios de la Red deben exhibir un aspecto profesional, incluyendo el diseño, la elección de los colores, los gráficos y la diagramación. Se recomienda verificar que los sitios de la Red se pueden utilizar antes de hacerlos públicos. Las Divisiones podrían identificar los sitios de Red o las plataformas de software preferidos con el fin de facilitar la conexión entre las entidades denominacionales y mantener la calidad técnica de los sitios de la Red denominacional.
  7. El lenguaje interno, la jerga, los acrónimos y las abreviaturas deben ser usados con cuidado en los sitios de la Red denominacional, siendo que están al alcance de todos los usuarios de Internet, muchos de los cuales tienen escasa comprensión de tales términos. El contenido de la Red debe ser revisado en su ortografía y gramática.
  8. La junta o la comisión ejecutiva de la entidad que tiene presencia en la Red es en última instancia responsable por el mantenimiento, el contenido y la operación del sitio. Por consiguiente, se espera que cada entidad establezca un sistema de monitoreo y supervisión, incluyendo la designación de personal al que se le confía la responsabilidad de regentear el sitio de la Red y su contenido. Debe ejercerse cuidado al seleccionar tipos de información que se vuelven disponibles al acceso global.
  9. En el contexto de la cultura de Internet, las páginas de la Red que incluyen información sensible al tiempo, deberían ser actualizadas sobre una base regular. Se recomienda establecer un sistema de monitoreo para medir visitantes originales o consultas a la página.
  10. Debe ejercerse cuidado cuando se seleccionan vínculos con otros sitos de la Red. La información desplegada en sitios de la Red vinculados a un sitio de una entidad denominacional debe sostener la misión, el mensaje y los valores de la iglesia. Debe obtenerse asesoramiento legal acerca de si una actividad comercial facilitada por el sitio de la Red pondrá en riesgo el estatus de la organización como una organización religiosa, sin fines de lucro.
    12. Las entidades denominacionales que patrocinan sitios de la Red son responsables de garantizar que la operación y el contenido del sitio estén de acuerdo con las leyes aplicables, incluyendo los requerimientos para la protección de la privacidad de los niños que puedan tener acceso al sitio de la Red o cuya fotografía pueda ser colocada en el sitio de la Red.
  11. Se recomienda una opción de realimentación para que los visitantes dejen preguntas y comentarios.

Estas orientaciones fueron votadas por la Junta Ejecutiva de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día en la sesión del Concilio Anual realizada en Silver Spring, Maryland, EE.UU., el 10 de octubre de 2006.

Los valores adventistas están enraizados en la revelación de Dios provista por la Biblia y la vida de Jesucristo. Nuestro sentido de identidad yde llamado derivan de una comprensión de las profecías bíblicas, especialmente de aquellas que hacen referencia al tiempo que precede inmediatamente al retorno de Jesús. Como consecuencia, todo en la vida pasa a ser una experiencia y demostración del involucramiento con Dios y con su reino. Nuestro sentido de misión está orientado por la percepción de que cada persona, independientemente de las circunstancias, es de infinito valor para Dios y, por tanto, merecedora de respeto y de dignidad. Mediante la gracia de Dios cada persona posee un don y es necesaria en las distintas actividades de la familia de la Iglesia Adventista. Nuestro respeto por la diversidad, individualidad y libertad se equilibra en consideración de la comunidad. Somos uno, una familia de fe mundial, comprometida en la representación del reino de Dios en el mundo a través de una conducta ética, una consideración mutua y un servicio amante.

Nuestra fidelidad a Dios comprende el compromiso y el apoyo a su cuerpo, la Iglesia Adventista.

Esta declaración fue votada por la Junta Ejecutiva de la Asociación General en el Concilio Anual realizado en Silver Spring, Maryland, EE.UU., el 10 de octubre de 2004.;; Esta declaración fue aprobada y votada por la Comisión Administrativa de la Asociación General (ADCOM), y publicada por la Oficina del presidente, Robert S. Folkenberg, en el Congreso de la; Asociación General realizado en Utrecht, Holanda, del 29 de junio al 8 de julio de 1995.

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