Libertad Religiosa Unión Argentina

Declaraciones sobre temas polémicos: MUJER

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"Mujer, Temas acerca de la"

Los adventistas creemos que todas las personas, hombres y mujeres, fueron creados iguales, a la imagen de un Dios amante. Creemos que tanto los hombres como las mujeres fueron llamados a desempeñar papeles importantes en cumplir la misión principal de la Iglesia Adventista: trabajar juntos para el beneficio de la humanidad. Sin embargo, sentimos con dolor que a través del mundo, en las naciones desarrolladas y las que están en desarrollo, condiciones societarias adversas a menudo inhiben a las mujeres de cumplir el potencial dado por Dios.

La Iglesia Adventista del Séptimo Día ha identificado varios problemas importantes, bien documentados por la investigación, que a menudo impiden que la mujer haga contribuciones valiosas a la sociedad. El estrés, el ambiente y las demandas crecientes han colocado a la mujer en mayores riesgos de tener problemas de salud. La pobreza y una pesada carga de trabajo no sólo privan a la mujer de su capacidad para gozar la vida, sino también menoscaban su bienestar físico y espiritual. La violencia familiar demanda un pesado tributo de sus víctimas.

Las mujeres tienen derecho a los privilegios y oportunidades que Dios les ha dado, y que fueron destinados a todo ser humano: el derecho a la alfabetización, a la educación, a un cuidado adecuado de su salud, a la capacidad de hacer decisiones y a la libertad de abusos mentales, físicos o sexuales. También sostenemos que las mujeres deberían desempeñar un papel creciente en el liderazgo y en los cuerpos de decisión de la iglesia y de la sociedad. Por último, creemos que la iglesia cumplirá su misión sólo cuando las mujeres puedan lograr alcanzar su pleno potencial.

Mutilaciones genitales femeninas

Introducción

Como parte de su misión al mundo entero, los adventistas tienen el compromiso firme de proporcionar el cuidado de la salud que conserve yrestaure la integridad humana. Por integridad queremos decir el desarrollo armonioso de las dimensiones física, intelectual, social y espiritual de la vida de una persona, unificados mediante una relación amante con Dios y expresada en un servicio generoso en favor de otros. Por cuanto los adventistas creen que cada ser humano fue creado a la imagen de Dios como una persona unificada, en vez de una dualidad de cuerpo y alma, creemos en un ministerio de gracia que afecta todos los aspectos de la vida humana, incluyendo el bienestar físico y emocional.El ministerio a toda persona lleva a los adventistas a estar preocupados por la práctica generalizada de la mutilación genital femenina.* Con frecuencia se la menciona como “circuncisión femenina” o, más recientemente, como el “corte genital femenino”, prácticas que cada año afectan a decenas de millones de mujeres y niñas vivientes, y millones de otras niñas desfiguradas. Estas estimaciones no incluyen las niñas jóvenes que mueren como resultado de formas más radicales de mutilación genital. Estas prácticas varían desde la extirpación del prepucio del clítoris hasta la eliminación total de la vulva con el cierre de la abertura vaginal. Nuestra preocupación central, expresada en esta declaración de principios, es por todas las formas de daños genitales femeninos que conducen a una disfunción física o un trauma emocional. Además, tales procedimientos a menudo se hacen con instrumentos que no están limpios, sin anestesia, y en niñas sometidas a la fuerza entre los cuatro y los doce años de edad. El resultado son hemorragias, shock, infecciones, incontinencia, daños a los órganos que rodean la región y grandes cicatrices. En adición a esta devastación física, la mutilación genital es también emocionalmente traumática. Las mujeres que han estado sujetas a la mutilación genital a menudo también están afligidas con diversos problemas ginecológicos de largo alcance, incluyendo fístulas, infecciones crónicas y problemas con la menstruación.Al ingresar al matrimonio, el acto sexual generalmente es un evento doloroso y traumático, que a menudo necesita la reapertura de la zonavaginal sacrificada. También se dificulta el parto debido a la escarificación rígida de los tejidos. A veces, también ocurre la muerte del feto y de lamadre.En las culturas donde abunda la mutilación genital femenina, por diversas razones dicha práctica se considera justificada. Por ejemplo, se cree quetal mutilación preservará la virginidad de una mujer no casada, ayudará a controlar sus impulsos sexuales, fortalecerá la fidelidad sexual en las mujeres casadas y aumentará el placer sexual de sus esposos. También se cree que la eliminación de todo o de parte del aparato genital femenino mejora la limpieza, es deseable desde el punto de vista estético y hace que el parto sea más seguro para el niño. Por causa de estas creencias, las mujeres que no han sufrido tales procedimientos pueden ser consideradas no preparadas para el matrimonio. A pesar de las evidencias contra esas razones, y a pesar de los esfuerzos de numerosas organizaciones en favor de los derechos humanos, la práctica de la mutilación genital femenina continúa en diversas culturas, y en algunos países sobrepasa el 90%. En algunas culturas se defiende la mutilación genital femenina como una forma de práctica religiosa. Aunque los adventistas sostienen firmementela protección de la libertad religiosa, creen que el derecho de practicar una religión no autoriza el dañar a otra persona. De este modo, la apelacióna la libertad religiosa no justifica la mutilación genital femenina.

Principios bíblicos

La oposición de la Iglesia Adventista a la mutilación genital femenina se basa en los siguientes principios bíblicos:1) Preservación de la vida y la salud.La Biblia señala que la creación de Dios era buena, incluyendo la creación de los seres humanos (Gén. 1:31;Sal. 139:13, 14). Dios es la fuente y el sustentador de la vida humana (Job 33:4; Sal. 36:9; Juan 1:3, 4; Hech. 17:25, 28). Dios demanda la preservaciónde la vida humana y tiene a la humanidad por responsable de su destrucción (Gén. 9:5, 6; Éxo. 20:13: Deut. 24:16; Jer. 7:3-34). El cuerpo humanoes el “templo del Espíritu Santo”, y se anima a los seguidores de Dios a cuidar sus cuerpos y conservarlos, incluyendo el don divino de la sexualidad, como una responsabilidad espiritual (1 Cor. 6:15-19). Como la mutilación genital femenina es perjudicial para la salud, una amenaza a la vida y dañina para la función sexual, es incompatible con la voluntad de Dios. 2) La bendición de la intimidad marital. Las Escrituras celebran el don divinamente ordenado de la intimidad sexual dentro del matrimonio (Ecl.9:9; Prov. 5:18, 19; Cant. 4:16-5:1; Heb. 13:4). Debe renunciarse a la práctica de la mutilación genital femenina porque amenaza el propósito delCreador de que la experiencia sexual fuera gozosa para las parejas casadas. 3) Procreación saludable. Para las parejas casadas, el don de la unión sexual puede ser bendecido en forma adicional por el nacimiento de niños(Sal. 113:9; 127:3-5; 128:3; Prov. 31:28). El hecho de que la mutilación genital femenina amenaza el nacimiento exitoso es una razón adicional parala oposición a esa práctica. 4) La protección de personas vulnerables. Las Escrituras prescriben que deben hacerse esfuerzos especiales para cuidar de los que son más vulnerables (Deut. 10:17-19; Sal. 82:3, 4; 24:11, 12; Isa. 1:16, 17; Luc 1:52-54). Jesús enseñó que se debe amar a los niños y protegerlos (Mar. 10:13-16; 18:4-6). La mutilación genital de las niñas viola el mandato bíblico de salvaguardar a los niños y protegerlos de daños y abusos.5) Cuidado compasivo. El amor al prójimo estimula a los cristianos a proporcionar cuidado compasivo a quienes han sido lastimados (Luc.10:25-37; Isa. 61:1). Se pide a los cristianos que cuiden con compasión a quienes han experimentado traumas físicos o emocionales causados por lamutilación genital femenina.6) Compartir la verdad. Se llama a los cristianos a vencer el error expresando la verdad con amor (Sal. 15:2, 3; Efe. 4:25). La verdad fundamentaldel evangelio tiene la intención de liberar a la gente de todo tipo de esclavitud a la falsedad (Juan 8:31-36). De este modo, los cristianos deberíanunirse para compartir información exacta acerca del daño de la mutilación genital femenina y de las creencias que apoyan esta práctica.7) Respeto por la cultura. Los cristianos deben ser sensibles y respetuosos de las diferencias culturales (1 Cor. 9:19-23; Rom. 12:1, 2). Al mismotiempo, creemos que los principios divinos trascienden las tradiciones culturales (Dan. 1:8, 9; 3:17, 18; Mat. 15:3; Hech. 5:27-29). Los principiosfundamentales de las Escrituras proporcionan una base para la transformación de las prácticas culturales. Aunque reconocemos que la mutilación genital femenina está firmemente arraigada en muchas culturas, encontramos que esta práctica es incompatible con los principios divinamente; revelados.

Conclusión

Por cuanto la mutilación genital femenina amenaza la salud física, emocional y de relaciones, los adventistas se oponen a esta práctica. La iglesiallama a sus profesionales del cuidado de la salud, a los educadores, a las instituciones médicas y a sus feligreses, junto con las personas de buena voluntad, a cooperar en los esfuerzos por eliminar la práctica de la mutilación genital femenina. Mediante la educación y la presentación amante del evangelio, es nuestra esperanza y nuestra intención que quienes están amenazadas por esta práctica encuentren protección e integridad, y que quienes han sufrido con esa práctica encuentren solaz y cuidado compasivo.

Este documento fue adoptado por la Comisión del Concepto Cristiano de la Vida Humana de la Asociación General en abril de 2000, y fue referido a aquellos departamentos e instituciones de la

iglesia que pueden encontrar útil este material

* Actualmente se clasifica la práctica de los diferentes tipos de mutilación genital femenina del siguiente modo:

“Tipo I - Extirpación del prepucio, con o sin extirpación de una parte o de todo el clítoris.

“Tipo II - Extirpación del clítoris con extirpación parcial o total de los labios menores.

“Tipo III - Extirpación de una parte o de todos los órganos genitales exteriores y la sutura/estrechamiento de la abertura vaginal (infibulación).

“Tipo IV - No clasificados: incluye perforar, pinchar o hacer incisiones en el clítoris y/o los labios; cauterización por quemadura del clítoris y tejidos circundantes; raspado de los tejidos que rodean el

orificio vaginal (cortes angurya) o cortes en la vagina (cortes gishiri); introducción de sustancias corrosivas o hierbas en la vagina para producir sangrados, o con el propósito de estrecharla o endurecerla,

y cualquier otro procedimiento que caiga dentro de la definición de mutilación genital femenina dada más arriba”.—Clasificación tomada de Female Genital Mutilation: A Joint WHO, UNICEF, UNFPA Statement. Publicado por la Organización Mundial de la Salud, Ginebra, 1997.

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